Por Felipe Yapur / PAGINA 12.- El golpe de Estado contra Evo Morales, en noviembre de 2019, no fue realizado solo por integrantes de las fuerzas armadas y de seguridad de Bolivia. También participaron las fuerzas políticas de derecha y ahora se puede afirmar que tuvo el respaldo de al menos tres países latinoamericanos. Uno de ellos fue el gobierno de Mauricio Macri. Un hecho que quedó confirmado a través de una carta enviada por el entonces comandante general de la Fuerza Aérea boliviana, Jorge Gonzalo Terceros Lara, donde le agradece al embajador argentino “la colaboración prestada” en el marco del respaldo internacional “debido a la situación conflictiva que vive Bolivia”. Anoche, Alberto Fernández se comunicó con su par boliviano, Luis Arce, le pidió disculpas en nombre del Estado y le manifestó que la conducta de Macri bien puede ajustarse a la figura del “partícipe necesario de una sedición”.
La misiva, cuyo original consta en los archivos de la embajada en La Paz, agradece además el “material bélico de agentes químicos” que el gobierno de Macri les había remitido. Se trata de 40 mil cartuchos Anti Tumultos, gases lacrimógenos en spray MK-9 y MK-4; 50 granadas de gas CN; otras 19 CS y 52 granadas de gas HC. Este material descrito e incluso efectivos de la Gendamería Nacional argentina ingresaron el 12 de noviembre de 2019 a la sede de la embajada que por entonces era conducida por Normando Álvarez García, a la sazón actual ministro de Trabajo del gobernador de Jujuy, Gerardo Morales.
La carta de agradecimiento tiene para la justicia boliviana una importancia trascendental porque es una prueba que demuestra la responsabilidad de Terceros Lara en el golpe de estado contra Evo Morales. Hace una semana el militar boliviano fue detenido, junto a otros comandantes, en el marco de la causa que se investiga el golpe. Terceros Lara juraba ser inocente. Los delitos que se investigan son considerados de lesa humanidad. Un dato que debería preocupar a los abogados de Macri.
La carta que expone la colaboración de Macri
Hay otro dato llamativo. La negociación para que Evo Morales saliera con vida de Bolivia en los días posteriores al golpe la realizaron Alberto Fernández y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. El militar que demoró horas la autorización del ingreso del avión mexicano –poniendo en riesgo la vida de Morales y Álvaro García Linera– fue justamente Terceros Lara.
La investigación
Desde que asumió el gobierno, Luis Arce promovió la investigación de los crímenes cometidos durante el golpe de Estado. Ya en ese momento existían versiones sobre “la colaboración argentina” en la represión. En ese sentido, el canciller Rogelio Mayta le pidió ayuda al nuevo embajador argentino, Ariel Basteiro, quien se ocupó personalmente de la búsqueda de una prueba de esa colaboración. La nota de Terceros Lara apareció mal archivada, pero además dicha nota no figura entre los cables oficiales de la embada que por esos días envió a la Cancillería argentina. Por eso la nota estaba escondida.
El escrito del mililtar golpista boliviano tiene fecha 13 de noviembre de 2019 y sello de ingreso a la embajada el 15. Sin embargo, los gendarmes argentinos con sus pertrechos llegaron a la sede diplomática el 12 de noviembre. Los empleados de la embajada recuerdan que los efectivos de la fuerza de seguridad viajaron “para proteger la embajada”. También recuerdan que arribaron acompañados de varias cajas donde venían las armas y pertrechos, pero sobre todo recuerdan que esas cajas salieron al día siguiente y una de ellas no volvió.
Las masacres de Sacaba y Senkata
Pocos días después Bolivia vivió dos hechos gravísimos. El primero fue el 15 de noviembre: la Masacre de Sacaba donde por lo menos 11 personas murieron y 120 fueron heridas. El 19 se produjo otra masacre, esta vez en Senkata, donde murieron 11 personas y hubo 78 heridos. Las fuerzas de seguridad boliviana, protagonistas de estas masacres, no sufrieron ningún tipo de bajas.
Es más, el 16 de noviembre ingresó otra tanda de armamentos. En esa oportunidad llegaron desde el Ecuador que era gobernada por Lenin Moreno. En mayo de 2020 un funcionario de la embajada boliviana en Ecuador recibió del jefe de la Policía ecuatoriana una nota donde detallaba el material bélico entregado al gobierno de facto de Añez “en calidad de préstamo”. También se trató de armamento anti tumultos.
Estas colaboraciones de los gobiernos de la Argentina y Ecuador con el golpe es lo que llevó al canciller Mayta a comparar los acontecimientos vividos en Bolivia, salvando las diferencias históricas, con el Plan Cóndor que aplicaron las dictaduras latinoamericanas en los años setenta. “Hubo alineamiento y cooperación de determinados Estados para poder ayudar a que un proyecto que rompía con el orden constitucional se hiciera con el gobierno de nuestgro país, para luego consolidarse en base a la represión, inclusive con uso de armanento letal”, afirmó.
Mayta no lo dijo pero Evo Morales se lo aseguró a este diario en junio del año pasado, durante una entrevista, cuando afirmó que el embajador de Brasil participó en reuniones con la derecha boliviana que se realizaron en los días previos al golpe. Al igual que Macri y Moreno, Bolsonaro también desconoció la existencia del golpe de Estado.
Dolor y vergüenza
Tanto el presidente Fernández como el canciller Felipe Solá estuvieron al tanto de la búsqueda de la nota por parte del embajador Basteiro. Una vez confirmado todo, Fernández le envió una nota donde le afirmó a Arce sentir “dolor y vergüenza” al haber tomado conocimiento de la existencia de esa nota. Para el Presidente esa misiva muestra la colaboración del gobierno de Macri. En ese sentido le pidió “disculpas a su gobierno y a su pueblo” y afirmó que “se trató de una colaboración decidida por el gobierno del entonces presidente Mauricio Macri con la represión militar y policial que sufrieron quienes defendían el orden constitucional en su país”. Esto es lo que llevó a Fernández a decirle a Arce que Macri “es partícipe necesario de sedición”.
El presidente Arce respondió con un tuit donde repudió “el apoyo” de Macri al golpe con “el envío de material bélico para reprimir al pueblo boliviano contraviene las normas internacionales”. Al mismo tiempo, el presidente argentino encomendó a la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, una investigación y en ese sentido le ordenó a los jefes de las Fuerzas Federales que “informen, en las próximas 72 hs, las responsabilidades en el envío de material policial antitumulto u otro” a Bolivia.
La respuesta de Alberto Fernández
Esta investigación deberá determinar si hay una orden emitida por la entonces ministra del área, Patricia Bullrich. Pero además, como se trata de material bélico, debería constar en el Ministerio los detalles del armamento enviado, si fueron usados, y cuáles regresaron, en caso de que eso alla sucedido. El envío de los gendarmes existió a pesar de que el gobierno de Arce haya dicho que no hay registro del vuelo desde la Argentina. Desde la embajada argentina en Bolivia afirman que por esos días el control era casi nulo y por eso no debe haber registros.
La dirigencia de Juntos por el Cambio mantuvo un estricto silencio. El único que habló fue el excanciller Jorge Faurie y lo hizo con el canal de noticias IP. Faurie buscó despegarse del conflicto y se defendió diciendo que “a través de la Cancillería argentina no se envió material de ningún tipo, ni de papeles, ni de gases lacrimógenos”.
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