LA RAZON.- En contacto con periodistas la mañana de este miércoles, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, aclaró que, de acuerdo con informes de la Dirección del Migración, no existe “alerta migratoria” contra el exdirigente cívico Luis Fernando Camacho, a quien le pidió no politizar el caso.
La autoridad dijo que tampoco existe esa restricción para el padre del excandidato presidencial, José Luis Camacho Parada, además de Flavio Gustado Daza San Martín, Carlos Orellana Centellas, Vladimir Yuri Calderón y William Torrez.
Dice “el informe 07 de Migración que no cursa ningún requerimiento fiscal, ninguna orden judicial, para proceder con las alertas migratorias”, dijo Del Castillo.
“Por tanto, pedimos al señor Luis Fernando Camacho que deje de politizar este tema y hacer campaña con este tema. El Gobierno nacional está queriendo reactivar la economía”, dijo el ministro este miércoles.
A denuncia de la exdiputada Lidia Patty, el Ministerio Público inició investigaciones contra las personas citadas por Del Castillo por su presunta participación en el “golpe de Estado”, como arguyó la denunciante, de noviembre de 2019.
La noche del martes, el fiscal Omar Mejillones informó del trámite judicial y adelantó que en las investigaciones también será citado el exvicepresidente Álvaro García.
“Se conoce de antecedentes, por medios de prensa, de que hubiera habido algún nivel de coordinación entre el señor Camacho, su padre y jefes militares y policiales para realizar justamente todos estos hechos que concluyeron en la renuncia del expresidente Evo Morales”, explicó el fiscal.
Luego de las elecciones del 20 de octubre de 2019, posteriormente anuladas debido a presuntas irregularidades halladas por la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), Camacho, entonces presidente del Comité pro Santa Cruz, lideró protestas cívicas y políticas contra el gobierno de Morales.
Más tarde, en un video grabado en una reunión con sus amigos, el exdirigente develó que su padre coordinó acciones con los militares, a los que Camacho había invocado en un cabildo su participación en la revuelta. Además, incluyó a los policías, con quienes pactó un pliego de demandas institucionales.
Al final de las movilizaciones, los policías protagonizaron un motín y las Fuerzas Armadas, a través de su entonces comandante William Kaliman, sugirió la renuncia de Morales. Éste renunció horas después junto a todas las autoridades llamadas a la sucesión constitucional.