Correo del Sur / Sucre.- La Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb) avisó ayer que será “implacable” contra quienes den cabida a los “pititas”. La organización aprobó una resolución en la que afirma que todavía hay “pititas” en el aparato público y exige incorporar, en su lugar, a los militantes comprometidos con el proceso de cambio.
“La Csutcb resuelve, a partir de la fecha, que será implacable contra todo aquel que fomente y de cabida a los ‘pititas’ y traidores en el aparato público, al que declaremos enemigos del proceso de cambio”, señala parte de la resolución que aprobó la organización en una ampliado de emergencia en Sucre.
Afirmó que “el movimiento campesino y todo aquel luchador social, comprometido, no es ‘peguista’, sino el garante del proceso de cambio”, por lo que exigió que sean “incorporados en la función pública, en base a sus capacidades y competencias”, todos aquellos que defienden el proceso de cambio
La Csutcb, sin embargo, no es una tasa de leche por estos días. Ayer quedó claro que enfrenta serios problemas internos por el control de algunas de las federaciones de campesinos, entre ellas, Pando y Potosí, según quedó en evidencia en el ampliado de emergencia de la organización, donde algunos delegados no hallaron otra salida que entrar por la fuerza a la Villa Bolivariana –tiraron la puerta de ingreso–, luego de que no los dejaran ingresar.
Varios delegados, sobre todo de Potosí y Pando, acusaron al máximo dirigente de la Csutcb, Eber Rojas, de “traidor”, de dividir a las organizaciones de campesinos y de “manipular” las decisiones de la organización. Rojas no respondió a las acusaciones y se fue antes de que terminara el ampliado, tras ser abucheado varias veces.