ABI.- La determinación de un juez de Estados Unidos de ratificar la responsabilidad de Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos Sánchez Berzaín en la masacre de 2003, es un mensaje poderoso de las víctimas y del pueblo boliviano en sentido de que nadie puede quedar impune tras una matanza y tampoco puede esconderse en el exterior para liberarse del castigo, sostuvo el abogado Thomas Becker, impulsor del juicio.
Becker, entrevistado en el programa 180, de radio Patria Nueva, calificó como “un momento histórico” la decisión del juez del Estado de Florida en Estados Unidos, James Cohn, quien denegó la moción planteada por Sánchez de Lozada y Sánchez Berzaín, respecto al proceso en que se los responsabiliza por las muertes de la masacre de octubre de 2003, y quien ratificó la sentencia que establece el pago de $us 10 millones a favor de los demandantes.
Becker, de la Clínica Internacional de Derechos Humanos de Harvard, indicó que esa determinación judicial es resultado del sacrificio de los familiares de las víctimas masacradas, quienes no cesaron en su afán de exigir justicia, aunque los responsables de las muertes huyeron a Estados Unidos.
“Las víctimas del 2003 y el pueblo boliviano han mandado no solamente un mensaje a los que matan a su gente en Bolivia, y en otros países. Han mandado un mensaje muy poderoso al Gobierno de los Estados Unidos de que no pueden proteger a los violadores de Derechos Humanos”, sostuvo el jurisconsulto.
Con el apoyo de Becker y el ahora canciller Rogelio Mayta, las víctimas de la masacre presentaron la demanda en 2007 contra Sánchez de Lozada y Sánchez Berzaín.
La Corte Suprema de Justicia de Bolivia dictaminó una sentencia por delito de genocidio en la modalidad de “masacre sangrienta” contra Sánchez de Lozada y varios de sus ministros por la masacre de más de 57 personas que salieron en protesta en defensa del gas natural.
Al respecto, Becker, en alusión a las masacres de Senkata y Sacaba, ocurridas en 2019, dijo que la decisión del juez James Cohn sienta un precedente para casos similares de matanzas suscitadas en Bolivia.
Consultado sobre los pasos a seguir, el abogado explicó que Sánchez de Lozada y Sánchez Berzaín aún pueden acudir a la Corte Suprema de EEUU. Si eso pasa, el juicio podría demorar unos dos años más.
Explicó que el proceso radicado en EEUU es por ejecuciones extrajudiciales, pero el mismo se podría diversificar por otros tipos penales. Si eso ocurriese, sería importante la participación de nuevos testigos, como Carlos Mesa, sostuvo.