LA RAZON.- El presidente Luis Arce, durante su participación virtual en el séptimo encuentro del Grupo de Puebla, denunció este martes que la derecha se está reagrupando en el país para tratar de “desestabilizar” a su gobierno con demandas como el pedido de federalismo o el pacto fiscal.
“Hay una reagrupación, un reordenamiento, de la derecha en Bolivia que está intentando nuevamente reeditar las viejas acciones que evidenciamos en 2019”, cuando “hubo un golpe de Estado en base a la teoría del golpe suave”, dijo Arce.
Es así que, según el Jefe del Estado Plurinacional, los sectores de la derecha boliviana, a través de los comités cívicos, se están volviendo a unir con “intereses de todo género”.
Es decir, “tanto asambleístas nacionales y departamentales, a la cabeza de los comités cívicos, como ocurriera en 2019, (están otra vez) tratando de desestabilizar al gobierno democráticamente elegido planteando propuestas, inclusive, que van desde discutir un federalismo, discutir un nuevo pacto fiscal y otro tipo de planteamientos que solamente tienen el objeto de desgastar y desestabilizar” al Gobierno, afirmó.
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Por lo tanto, de acuerdo con la autoridad, “lo que está ocurriendo en Bolivia debe llamar la atención” en la región y debe ser tomado en cuenta y debatido por el Grupo de Puebla.
“Esto no puede, desde mi punto de vista, pasar por alto en el Grupo de Puebla”, porque incluso se empieza a cuestionar, con “globitos de ensayo”, los resultados de las elecciones de octubre de 2020, cuando el actual Gobierno ganó los comicios con el 55,1% de apoyo ciudadano, recordó Arce.
Entonces, “por una parte, se trata de utilizar una serie de argumentaciones para deslegitimar una ganancia en una contienda electoral muy clara, y, por otra parte, también se trata de desgastar (al Gobierno) con acciones a partir de los comités cívicos y algunas gobernaciones de oposición”, reiteró.
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Séptimo encuentro del foro que reúne a los líderes del progresismo en América latina
El Grupo de Puebla llamó a la unidad de la región para frenar el “desembarco fascista”
En Ciudad de México se hicieron presentes la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, de Ecuador, Rafael Correa, y de Paraguay, Fernando Lugo. También participaron de manera remota el presidente de Argentina, Alberto Fernández, su par de Bolivia, Luis Arce, y el expresidente de Brasil, Lula da Silva.
Con un llamado a la unidad de América latina para enfrentar a la amenaza de la extrema derecha comenzó este martes el séptimo encuentro del Grupo de Puebla, denominado “¡Cambio ahora!”. El foro de debate que agrupa a decenas de líderes progresistas de Latinoamérica y España celebró, durante una asamblea que volvió a ser presencial desde Ciudad de México, la victoria de Xiomara Castro en Honduras y confió en los triunfos de Gabriel Boric en diciembre en Chile y de Luiz Inácio Lula da Silva el próximo año en Brasil. Tampoco estuvo exento en el debate la preocupación frente a las consecuencias sociales y económicas de la pandemia de coronavirus.
Al encuentro del Grupo de Puebla en la capital mexicana asistieron la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, de Ecuador, Rafael Correa, de Paraguay, Fernando Lugo, y de Colombia, Ernesto Samper, entre otros. También participaron de forma remota el presidente de Argentina, Alberto Fernández, su par de Bolivia, Luis Arce, y el expresidente de Brasil, Lula da Silva
Unidad para negociar “en pie de igualdad”
“América latina junta puede mucho”, expresó el expresidente de Brasil, Lula da Silva, durante el séptimo encuentro celebrado por el foro regional, el tercero de forma presencial. Lula dijo que se debe trabajar para “reconstruir la unidad de América latina y el Caribe” porque “juntos podemos negociar en pie de igualdad con China, con Estados Unidos y poder tener acuerdos más favorables con la Unión Europea”.
El líder de la izquierda brasileña y potencial candidato presidencial en 2022 señaló que, si trabajan de manera colectiva, los países latinoamericanos pueden exportar productos con valor agregado y no solo materias primas. En otro tramo de su intervención, Lula advirtió que “la ONU ya no representa lo que representaba” y que, por ese motivo, se necesita “una nueva gobernanza mundial que tenga autoridad moral para resolver conflictos, que construya más igualdad en el mundo”.
La pandemia de covid-19 fue uno de los temas más abordados por los líderes presentes en el encuentro. Lula señaló que ésta empeoró la situación de los latinoamericanos, debido a que hoy existen varios trabajadores que perdieron sus empleos, migrantes y personas que pasan hambre. Por su parte el presidente de Bolivia, Luis Arce, pidió “tomar medidas conjuntas para cuidarnos entre todos” y favorecer la distribución de vacunas a nivel mundial.
Alerta ante el “desembarco fascista”
Aludiendo al presente de Bolivia, Arce alertó sobre un “reagrupamiento de la derecha” que busca generar las “condiciones” para repetir un “golpe de Estado” como el que existió contra Evo Morales en 2019. “Empiezan a esgrimir argumentaciones para deslegitimar la ganancia de una contienda electoral muy clara y tratar de desgastar al gobierno. Es un tema que me gustaría dar a conocer”, dijo el mandatario en línea con lo expresado el lunes en La Paz, durante el cierre de la multitudinaria “marcha por la patria”.
En esa misma línea, el expresidente colombiano Ernesto Samper advirtió un “desembarco fascista” en la región, un tema denunciado también por varios de los exmandatarios presentes, como el ecuatoriano Rafael Correa y el español José Luis Rodríguez Zapatero. “Ese desembarco fascista no nos da miedo. Tenemos con qué enfrentarlo”, concluyó Samper. En ese sentido, Correa consideró que “la derecha judicializa la política para ganar lo que no ganó en las urnas”.
“El Grupo de Puebla debe servir para generar pensamiento latinoamericano” ante el neoliberalismo, expresó el expresidente ecuatoriano. “Hoy que nos quieren convencer de que las ideologías están de más, es cuando más vigente debe estar el debate ideológico. Nuestra ideología, la ideología progresista, debe ser la supremacía del ser humano sobre el capital, en un mundo absolutamente dominado por el imperio del capital”, señaló.
Sobre ese punto, la exmandataria brasileña Dilma Rousseff consideró que en América latina las democracias están “atacadas” y puso como ejemplo el derrocamiento del hondureño Manuel Zelaya en 2009, su propia destitución en 2016, la salida de Evo Morales de Bolivia en 2019 y que ahora “están atacando” al presidente peruano, Pedro Castillo, con un juicio político en su contra.
Elogios a Xiomara Castro y Gabriel Boric
Más allá del temor frente a la “derechización” de la región, también hubo tiempo para celebrar el triunfo de la candidata presidencial del partido Libertad y Refundación (Libre), Xiomara Castro, que pondrá fin a 12 años de gobierno del Partido Nacional. El expresidente de Paraguay, Fernando Lugo, aseguró que la victoria de Castro en las urnas fue “transparente y alegró a todo el continente”. “Ese viento suave ojalá se convierta en un huracán que nadie pueda detener”, expresó.
Al respecto, el expresidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, sostuvo: “Xiomara Castro será la primera presidenta de Honduras en la historia. Es una noticia muy importante, importantísima en esta Centroamérica siempre con tantos problemas sociales”. Zapatero también mostró “todo el apoyo” al candidato chileno de izquierda, Gabriel Boric, en la segunda vuelta de las presidenciales de diciembre frente al ultraderechista José Antonio Kast, para que Chile “no regrese a un pasado que nos duele y nos conmueve”.
“La victoria de Lula en Brasil va a cambiar el continente y el orden internacional y ojalá una alianza estrecha entre México y Brasil con dos presidentes progresistas en un momento tan decisivo históricamente”, agregó el exmandatario español sobre un eventual triunfo del brasileño en las elecciones del próximo año.
El Grupo de Puebla cuenta con 54 líderes progresistas de 16 países. El séptimo encuentro del foro regional tiene lugar en la Ciudad de México este martes y continuará con las actividades pogramadas para el miércoles. Sus ejes centrales son el debate sobre nuevos modelos solidarios de desarrollo y la definición de una agenda progresista para el continente tras las profundas consecuencias políticas, económicas y sociales que generó la pandemia, según señalaron los organizadores.
Grupo de Puebla subraya necesidad de integración en Latinoamérica
TELESUR.- El VII Encuentro del Grupo de Puebla comenzó este martes en Ciudad de México con el llamado de varios de los oradores que intervinieron en su sesión inaugural a trabajar por la integración política y económica de América Latina y el Caribe, mientras Bolivia denunció una tentativa de golpe de Estado en marcha.
Durante una jornada que también estuvo marcada por el regocijo que despertó el triunfo electoral de Xiomara Castro en Honduras, se destacó que el foro acogerá numerosas propuestas para fomentar el modelo solidario de desarrollo en la región.
Estas iniciativas pueden ser útiles para combatir la desigualdad, la pobreza y la marginación política en otras áreas del planeta, valoró el canciller de México, Marcelo Ebrard, al dar la bienvenida a los presentes y saludarlos en nombre del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ebrard recordó que por encima de diferencias, los integrantes del Grupo se unen en la aspiración de construir sociedades más justas e igualitarias, frenar la desigualdad, detener la violencia y la corrupción, y consolidar la paz.
Alertas ante la derecha en Bolivia
El presidente de la nación suramericana, Luis Arce, intervino en la sesión inaugural del foro para denunciar que la derecha local se recompone e intenta reeditar el golpe de Estado con que arrebató el poder al pueblo en noviembre de 2019.
Refirió que, a través de los denominados movimientos cívicos y apelando a temas diversos detrás de los cuales siempre hay una clara agenda política, la oligarquía busca desestabilizar y obtener por esa vía lo que no pueden conquistar en las urnas.
Recordó que su Gobierno prioriza la atención sanitaria de la pandemia, la recuperación de la recesión económica provocada por la Covid-19 y el Gobierno de facto, así como la impartición de justicia sobre las violaciones de derechos humanos ocurridas durante el mandato antidemocrático de Jeanine Áñez.
Desarrollo, independencia, soberanía y acción popular
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, precisó que la pandemia de Covid-19 sumió al mundo en una crisis integral y es preciso trabajar unidos para recuperar la lógica del desarrollo productivo para todo el continente.
Denunció la desigual distribución de vacunas antiCovid-19 y el hecho de que las naciones más ricas retuvieran el 90 por ciento de las dosis cuando solo totalizan el 10 por ciento de la población mundial.
Su denuncia fue suscrita por el expresidente de Ecuador, Rafael Correa, quien aseguró que la integración regional también ha de conducir al desarrollo del conocimiento y a la producción de esos y otros fármacos, para no depender de las naciones más ricas en el afán de salvar vidas humanas.
La necesidad de integración a partir de presupuestos político-sociales y no solo económico-comerciales ocupó parte de la intervención de la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien llamó a aprovechar las mejores experiencias recogidas por los gobiernos democráticos y progresistas.
A las posibilidades de la integración se refirió otro mandatario de Brasil, Luiz Inázio Lula da Silva (Lula), quien recordó que si se actúa con unidad se pueden vencer todos los retos y discutir, incluso, una nueva gobernanza mundial.
El expresidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, acotó que estamos ante nuevos retos globales y, sin embargo, las instituciones creadas por la comunidad internacional para enfrentarlos carecen de fuerza y legitimidad.
Alertó sobre la derechización de la derecha, que ha difundido la idea de que el comunismo es el problema de América Latina y el Caribe, cuando en realidad son la pobreza y la desigualdad
Destacó la significación que confiere el Grupo a la victoria del candidato de centroizquierda Gabriel Boric en las elecciones presidenciales de Chile, así como de Lula en las presidenciales de Brasil (octubre de 2022).
Acerca del papel de la participación reflexionó la ministra de las mujeres, géneros y diversidad de Argentina, Elizabeth Moya Alcorta, quien subrayó que sin movilización se antoja imposible concretar los cambios que desean promover los Gobiernos progresistas y populares.
Aseguró que el capitalismo y el neoliberalismo son esencialmente antidemocráticos, por lo que al Grupo de Puebla le cabe el reto de ampliar, radicalizar y refundar las democracias agregando a partir de una mayor participación protagónica a los pueblos y a los grupos históricamente más vulnerables, como las mujeres.
En la sesión inaugural también participaron la vicepresidenta de Perú, Dina Boluarte; el exaspirante a la presidencia de Chile, Marco Enríquez-Ominami; la directora ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, y el presidente del Partido Morena de México, Mario Delgado.
Numerosos oradores, entre ellos el expresidente de Paraguay, Fernando Lugo, mostraron satisfacción por el crecimiento en madurez y capacidad de convocatoria del Grupo, devenido referente en el campo de las ideas y de la acción frente al capitalismo neoliberal.
En el VII Encuentro del Grupo de Puebla participan alrededor de 200 invitados de 19 países, entre ellos personalidades y políticos en activo.
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