Durante la cuarentena en Bolivia se cerró una industria cada día

Por Yuri Flores / LA RAZON.- Para la Cámara Nacional de Industrias (CNI), la evaluación del año es negativa, en un 2020 marcado por la pandemia del COVID-19 y la paralización de las actividades económicas por la cuarentena. El presidente del gremio, Ibo Blazicevic, expone las cifras rojas de su gremio y señala que, ante esta crisis, es imposible un alza salarial.

—Desde la CNI, ¿cómo se evalúa este año marcado por la pandemia, la crisis, la paralización de actividades económicas y la apuesta por la reactivación?

—Durante los primeros 60 días de la cuarentena rígida, solo el 20% del sector industrial realizó actividades económicas y en la cuarentena flexible la demanda de productos industriales fue mínima, en consecuencia, cayeron abruptamente las ventas; sin embargo, los gastos tributarios, salariales (aguinaldo), crediticios y a la seguridad social continúan inalterables. Producto del COVID-19 las industrias pasaron de generar utilidades a reportar pérdidas con la consiguiente caída de la liquidez y la pérdida de capital de operaciones. En 2020 (a octubre), las exportaciones industriales descendieron -26,7%, las importaciones de bienes de capital industrial se desplomaron -33,7% y las importaciones de materia prima e insumos intermedios industriales cayeron -24,9%. La pandemia generó un efecto desindustrializador del aparato productivo nacional.

—¿Se cumplieron las proyecciones de decrecimiento del PIB nacional y del PIB industrial que tenía su gremio?

—Producto de los efectos de la pandemia en 2020 (a septiembre) se experimentó una caída de la tasa del crecimiento del PIB industrial de -11,9%, cuando en 2019 se llegó a 3,19%, una reducción de 15 puntos porcentuales, la mayor crisis económica industrial de los últimos 40 años.

—¿Cuál es la evaluación que hace la CNI a las medidas asumidas por el anterior gobierno transitorio para hacer frente a la pandemia en lo económico? ¿Se atendió las demandas de su sector en el mandato de la presidenta Jeanine Áñez?

—La CNI, en el periodo de la cuarentena rígida y flexible, mantuvo una actitud proactiva y propositiva tanto con sus interlocutores del sector público como con sus asociados industriales. Los industriales realizaron tres propuestas de política pública anti COVID-19, en este sentido se priorizaron las de la operación “Vuelta al trabajo”, que tuvo una acogida favorable por el anterior gobierno; empero, la propuesta de la CNI de creación del fondo de créditos y garantías estatales nunca se implementó. Por su parte, las medidas de incentivo fiscal que planteamos solo permitieron diferimiento de operaciones crediticias y tributarias. Medidas como el Compro Boliviano, pago de deudas estatales a las empresas, lucha contra el contrabando creciente y pago de bonos con productos bolivianos no se implementaron.

—De acuerdo con los datos de la CNI, ¿a cuánto ascienden las industrias cerradas por la pandemia y la crisis económica, y cuántas están aún en riesgo de quiebra? ¿Cuántas fuentes laborales, aproximadamente, se perdieron por esta crisis?

—En 2020, por día se cerró una industria, producto de la pandemia del COVID-19. En total 317 industrias cancelaron su matrícula de comercio en Fundempresa, a octubre de 2020. El costo laboral (sueldos y salarios) por dos meses de cuarentena rígida e inactividad industrial, en el 80% de las industrias representó $us 105 millones de dólares. Las ventas no realizadas en el sector industrial por los 60 días de cuarentena rígida alcanzaron a $us 524 millones. Las pérdidas del sector industrial a septiembre de 2020 llegaron a $us 51 millones producto del COVID-19; las industrias en el contexto de la pandemia no generan utilidades, sino pérdidas. La crisis de la industria en 2020 no solo fue ocasionada por el coronavirus, sino también por el incremento del contrabando que se estimaba en más de $us 2.300 millones anuales; el contrabando aumentó producto de la devaluación de las monedas en los países vecinos, es el caso de la devaluación del real de Brasil, del peso argentino, del peso chileno y del yuan de China.

—El actual Gobierno prevé un crecimiento de 4,8% en 2021, incluso ve “esperanzadoras” perspectivas. ¿Cuáles son las proyecciones de la CNI para 2021 en cuanto a crecimiento del PIB nacional e industrial?

—Para 2021 las proyecciones de la CNI señalan una recuperación lenta y reducida del PIB industrial, alrededor del 3%, que tras haber experimentado una caída fuerte en 2020 en torno al -11% implica una continuación de la recesión.

—¿Cómo califica las primeras medidas económicas asumidas por el gobierno del presidente Luis Arce? ¿Cuáles son las políticas que espera la CNI para la reactivación productiva, para el apoyo al sector empresarial-industrial y para mantener los empleos?

—El Gobierno está aprobando una serie de medidas destinadas a impulsar la demanda agregada como el Impuesto a las Grandes Fortunas, el Bono contra el Hambre, el reintegro del Impuesto al Valor Agregado (IVA), entre otras medidas. La Cámara Nacional de Industrias considera que debe primar el diálogo entre los actores públicos y privados para efectivizar medidas más eficientes y salir de la recesión.

—Ya se anuncian pedidos sectoriales, bajo la palestra de la COB, para un alza salarial en 2021, ¿cuál es la posición de la CNI sobre este tema?

—En un periodo de crisis económica, la CNI considera que no debe existir ajuste salarial en 2021.

—Bolivia está ante la alerta de un posible rebrote del COVID-19, tal como sucede en varias partes del mundo. ¿Qué recomendaciones hace la CNI para que se pueda contener este riesgo y no afecte a las actividades económicas como en 2020?

—Ante la crisis que experimenta el sector industrial y la economía nacional, la CNI propuso al Gobierno, en su Informe Anual de Evaluación, siete medidas de aplicación en el corto plazo para reactivar la economía: 1) luchar contra el contrabando, 2) modernizar las normas laborales a la nueva normalidad y modalidades de trabajo, 3) reestructurar el sistema impositivo para reducir la carga fiscal en el sector industrial y aumentar su competitividad, 4) abrir nuevos mercados (locales e internacionales), 5) reducir la tramitología y burocracia pública, 6) impulsar la compra de bienes y servicios Hecho en Bolivia, y 7) crear un fondo de créditos y garantías estatales para las empresas.

En el largo plazo la agenda de reactivación económica e industrial contempla medidas como:  mayor institucionalización del aparato estatal, reconversión productiva en base a ciencia y tecnología, aprobación de normas para la inversión privada, nueva ley de inversiones, mayor infraestructura productiva, educación para la producción e innovación, incentivos fiscales para la producción de alimentos, entre otras.

—¿Qué se espera del gobierno de Luis Arce desde el plano empresarial-industrial? ¿Se nota una mayor apertura hacia el sector?

—La Cámara Nacional de Industrias considera que debe primar el diálogo público-privado para generar un conjunto de políticas públicas desde la oferta y la demanda para reactivar la economía. Consideramos que el futuro del sector industrial y la reactivación económica del país se cifra en dos factores: 1) incrementar la productividad de las industrias privadas nacionales para competir en el mercado local e internacional y 2) contar con un Estado promotor de la inversión privada en el marco de la coordinación público-privada.

https://www.la-razon.com/economia/2020/12/28/por-dia-se-cerro-una-industria-y-perdidas-por-la-cuarentena-son-de-us-575-mm/