AGENCIA BOLIVIANA DE INFORMACION (ABI).- El Banco Central de Bolivia (BCB) presentó ayer el Informe de Política Monetaria (IPM) de enero 2022 que destaca la estabilidad cambiaria y una economía con crecimiento sostenido y baja inflación. Además, la proyección, para este año, de un desarrollo de la economía boliviana de alrededor del 5,1% y una inflación en torno al 3,3%.
De acuerdo con el informe, las políticas implementadas en 2021 hicieron posible que ahora el país goce de estabilidad cambiaria y pueda proyectar una economía con crecimiento sostenido y baja inflación.
“Se estima que el crecimiento en 2021 estaría en torno al 6% y para el 2022, el crecimiento sería de 5,1%. Respecto a la inflación, para el 2022 se situaría en 3,3% de acuerdo con la dinámica de la actividad económica del país”, indica el reporte.
En este marco, el informe resalta, entre sus principales puntos, la recuperación sostenida de la actividad económica en torno al 8,9% al tercer trimestre de 2021; inflación del 0,9%, la más baja de la región, cuenta corriente superavitaria después de seis años, recuperación de las remesas familiares, expectativas del tipo de cambio estables, repunte en la intermediación financiera, elevados niveles de bolivianización financiera y estabilización del nivel de reservas internacionales.
A partir de la recuperación de la democracia en las urnas, el Gobierno nacional retomó el Modelo Económico Social Comunitario Productivo y, desde noviembre de 2020, el BCB implementó una política monetaria expansiva para apoyar el proceso de la reactivación económica.
En la nueva edición del IPM se describe el escenario internacional que se caracterizó por niveles de incertidumbre aún elevados, siendo el resurgimiento de la inflación global el evento que determinó el inicio del repliegue de los estímulos monetarios en la mayor parte de las economías, haciendo de las condiciones financieras menos favorables a nivel global.
No obstante, la mayor actividad de la economía mundial registrada con relación a 2020 repercutió favorablemente en el incremento de los precios y volúmenes de exportación, estos elementos, junto a las políticas de reactivación económica implementadas en Bolivia, dieron certidumbre a la población, propiciaron un superávit en la cuenta corriente después de seis años, permitieron la recuperación de las remesas familiares y el incremento de la Inversión Extranjera Directa (IED).
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