BBC News Mundo.- Un grupo indígena en Canadá dijo este jueves haber encontrado 751 tumbas sin nombre en el lugar donde funcionó la Escuela Residencial Indígena Marieval, un antiguo internado católico, en la provincia de Saskatchewan.
El grupo —Primera Nación Cowessess— calificó el descubrimiento como el “más significativo hasta la fecha en Canadá”.
“No pedimos compasión, pero sí comprensión”, dijo también el jefe de los Cowessess, Cadmus Delorme.
El hallazgo se produce semanas después de que se encontraran los restos de 215 niños en una escuela similar en Columbia Británica.
En mayo, los cowessess comenzaron a usar un radar que puede explorar el suelo para localizar tumbas sin marcar en el cementerio de la Escuela Marieval.
El grupo se refirió al descubrimiento como “horrible e impactante”.
De las 751 tumbas que han encontrado hasta este jueves, no se sabe cuántas pertenecen a niños.
“Hay testimonios orales de que también hay adultos en el cementerio”, dijo Delorme.
El jefe de los Cowessess agregó que en algún momento las tumbas pudieron haber estado identificadas, pero que las lápidas habían sido retiradas.
“Retirar las lápidas es un crimen en este país. Estamos tratando el lugar como una escena de un crimen“, señaló.
Perry Bellegarde, jefe nacional de la Asamblea de las Primeras Naciones, describió el hallazgo de las tumbas como “trágico pero no sorprendente”.
“Insto a todos los canadienses a apoyar a las Primeras Naciones en este momento extremadamente difícil y emotivo”, escribió en Twitter.
El jefe de la Federación de Naciones Indígenas Soberanas, Bobby Cameron, describió el hallazgo como “un crimen contra la humanidad”, de acuerdo a la agencia AFP.
“El mundo está mirando a Canadá mientras desenterramos los hallazgos del genocidio”, dijo.
“Teníamos campos de concentración aquí… Canadá será conocido como el país que intentó exterminar a las Primeras Naciones”, añadió.
Abusos y maltratos
Entre 1863 y 1998, más de 150.000 niños indígenas fueron separados de sus familias y enviados a escuelas como la Residencial Marieval.
A los niños a menudo no se les permitía hablar su idioma o practicar su cultura, y muchos eran maltratados y abusados.
La Escuela Marieval funcionó de 1899 a 1997.
“Nos hacían creer que no teníamos alma”, dijo este jueves una exestudiante, Florence Sparvier, en una conferencia de prensa. “Nos menospreciaban como personas, así que aprendimos a repeler quiénes éramos”.
Una comisión creada en 2008 para documentar los impactos de este sistema de escuelas residenciales descubrió que un gran número de niños indígenas nunca regresaron a sus comunidades de origen.
En 2008, el gobierno canadiense se disculpó formalmente por el sistema.
“Como ratas de laboratorio”: los espeluznantes experimentos sobre desnutrición que Canadá hizo con los niños de las escuelas indígenas
- Allison Daniel
- The Conversation*
- https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-57694677
BBC.- El descubrimiento de cientos de restos de niños en Kamloops, Brandon y Cowessess, en Canadá, ha puesto de manifiesto la devastación absoluta que los colonos infligieron en los niños, las familias y las comunidades originarias a través del sistema de Escuelas Residenciales Indígenas.
Como investigadora especializada en nutrición y colona-canadiense, hago un llamado a mis colegas para que reconozcan y comprendan los daños que han causado los experimentos de desnutrición y nutrición en los pueblos indígenas y el legado que han dejado.
Más fácil de asimilar
Ian Mosby, historiador de la alimentación, salud indígena y política del colonialismo de los colonos canadienses, descubrió que entre 1942 y 1952los científicos en nutrición más prominentes de Canadá llevaron a cabo investigaciones muy poco éticas en 1.300 indígenas, incluidos 1.000 niños, en comunidades cree en el norte de Manitoba y en seis escuelas residenciales en Canadá.
Muchos ya sufrían desnutrición debido a las políticas gubernamentales destructivas y las terribles condiciones de las escuelas residenciales.
A los ojos de los investigadores, esto los convertía en sujetos de prueba ideales.
Frederick Tisdall, famoso por ser cocreador de la comida infantil Pablum en el Hospital para Niños Enfermos de Toronto, junto con Percy Moore y Lionel Bradley Pett fueron los principales arquitectos de los experimentos de nutrición.
Ellos aseguraron que la educación y las intervenciones en la dieta harían que los pueblos indígenas fueran activos más rentables para Canadá, que si los pueblos indígenas fueran más sanos, la transmisión de enfermedades como la tuberculosis a los blancos disminuiría y la asimilación sería más fácil.
Presentaron con éxito su plan para experimentos de nutrición al gobierno federal.
Pocas calorías, nutrientes y vitaminas
Tisdall, Moore y su equipo basaron su propuesta en los resultados que encontraron después de someter a 400 adultos y niños Cree en el norte de Manitoba a una serie de evaluaciones intrusivas, que incluyeron exámenes físicos, radiografías y extracciones de sangre.
El plan de Pett y su equipo se centró en determinar una base de referencia.
Querían darles a los niños de la Escuela Residencial Indígena Alberni durante dos años una cantidad de lechetan pequeña que se les privara de las calorías y nutrientes necesarios para su crecimiento.
Otros experimentos consistieron en no darles vitaminas y minerales esenciales a los niños de los grupos de control, mientras evitaban que los Servicios de Salud para Indígenas les brindaran atención dental con el pretexto de que esto podría afectar los resultados del estudio.
E incluso antes de estos experimentos, los niños de las Escuelas Residenciales Indígenas pasaban hambre, que se confirmaba con informes de desnutrición grave y signos de deficiencias graves de vitaminas y minerales.
Motivos raciales
El interés en la investigación de la nutrición aumentó dramáticamente en la década de 1940, después de que el Consejo Canadiense de Nutrición declarara públicamente que más del 60% de las personas en Canadá tenían deficiencias nutricionales.
La mayoría de los experimentos hasta entonces se habían realizado en animales, pero investigadores como Pett, quien fue el autor principal de lo que luego se convertiría en la Guía de Alimentos de Canadá, aprovecharon la oportunidad de utilizar a los indígenas como ratas de laboratorio.
Si bien los perpetradores como Pett a menudo actuaban bajo la fachada de comprender y ayudar a los pueblos indígenas, estaba claro que estos experimentos de nutrición tenían una motivación racial.
Los investigadores intentaron desentrañar el “problema indígena”. Moore, Tisdall y sus colaboradores atribuyeron estereotipos discriminatorios como “descuido, indolencia, imprevisión e inercia” a la desnutrición.
A.E. Caldwell, director de la Escuela Residencial Indígena Alberni, afirmó que la desnutrición fue causada por dietas y formas de vida tradicionales, que también llamó “hábitos indolentes”.
Los experimentos de nutrición, junto con los alimentos profundamente inadecuados y de baja calidad que se les daba a los niños en estas escuelas, se alinearon perfectamente con el mandato de asimilación de Caldwell.
Prohibir a prácticamente todos los niños alimentos tradicionales adecuados es otro medio más de colonización y genocidio cultural.
Según los hallazgos de Mosby, Pett afirmó que su objetivo era comprender mejor la transición “inevitable” al estar lejos de los alimentos tradicionales, sin embargo, las Escuelas Residenciales Indígenas fueron diseñadas a propósito para provocar esto.
Su investigación no es ética según los estándares contemporáneos, y es difícil creer que alguna vez haya sido aceptable experimentar con cualquier persona, y mucho menos con niños, sin su consentimiento.
Las secuelas del Holocausto y los experimentos biomédicos en los campos de concentración llevaron al desarrollo del Código de Nuremberg en 1947, que establece que el consentimiento voluntario para la investigación es absolutamente esencial y que los experimentos deben evitar todo sufrimiento físico y mental innecesario.
El código se creó el mismo año en que Pett se embarcó en sus experimentos de nutrición en seis escuelas residenciales.
Consecuencias de la malnutrición y experimentación
La desnutrición infantil puede ser mortal, especialmente cuando se combina con el riesgo de enfermedad, que era con frecuencia el caso en los internados.
El Informe Final de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación indica que las principales causas de muerte de los niños en las escuelas residenciales fueron los daños físicos, la desnutrición, las enfermedades y el abandono.
Para los sobrevivientes de escuelas residenciales, los efectos de la desnutrición aún duran.
El hambre durante la niñez aumenta el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, e investigaciones indican que la desnutrición severa puede incluso causar cambios epigenéticos que pueden transmitirse de generación en generación.
Experimentar con niños que ya estaban sufriendo fue inmoral.
Efectos a día de hoy
Los problemas de inseguridad alimentaria y nutrición en las comunidades indígenas son problemas importantes en Canadá, como resultado de las escuelas residenciales y las políticas coloniales que continúan hasta el día de hoy.
Los experimentos en estos internados y en las comunidades han hecho que los sitios de atención médica sean lugares precarios y traumáticos para muchas naciones indígenas y han llevado a que muchos tengan dudas en torno las vacunas durante la pandemia de covid-19.
Al mismo tiempo, persiste el estigma, la violencia y el racismo hacia los pueblos indígenas en estos contextos.
Esta historia particular de experimentos de desnutrición y nutrición en niños y adultos indígenas se ha contado antes. Atrajo la atención de los principales medios de comunicación en 2013 después de la investigación de Mosby.
Y no sorprende a los pueblos indígenas, cuyas verdades debemos finalmente escuchar con atención.
*Allison Daniel es candidata de PhD en Ciencias Nutricionales, Universidad de Toronto.
*Esta artículo fue publicado en The Conversation y reproducido aquí bajo la licencia Creative Commons. Haz clic aquí para leer la versión original (en inglés).
Los siniestros internados donde murieron 6.000 niños indígenas en Canadá
- Redacción
- BBC News Mundo
Desde 1863 hasta 1998, más de 150.000 niños indígenas fueron separados de sus familias y llevados a internados estatales en Canadá.
Estos colegios administrados por el gobierno, y operados mayormente por la Iglesia católica, formaban parte de la política para lograr asimilar a los niños indígenas.
A los menores no se les permitía hablar su idioma o practicar su cultura y muchos eran maltratados y sufrían abusos.
Ahora, el aterrador hallazgo de los restos de 215 niños que eran estudiantes de uno de esos internados, la Kamloops Indian Residential School ha puesto de nuevo el foco en los abusos cometidos en estas instituciones.
“Genocidio cultural”
Las iglesias cristianas fueron esenciales en la fundación y el funcionamiento de este tipo de escuelas.
La Iglesia católica, en particular, fue responsable de operar hasta el 70% de los 130 internados, según la Sociedad de Sobrevivientes de Escuelas Residenciales de Indígenas.
Los niños se vieron obligados a abandonar sus idiomas nativos, hablar inglés o francés y convertirse al cristianismo.
Joseph Maud fue uno de esos niños. En 1966, con cinco años, ingresó en el internado de Pine Creek, en Manitoba.
Se esperaba que los estudiantes hablaran inglés o francés, pero Maud solo hablaba su nativo Ojibwa.
Si los estudiantes hablaban su lengua propia, se les tiraba de las orejas y se les lavaba la boca con jabón, le contó Maud a la BBC en 2015, cuando se publicó un informe de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR).
“Pero el mayor dolor fue estar separado de mis padres, primos y tíos y tías”, le dijo Maud a la BBC.
El informe describió la política dirigida por el gobierno como un “genocidio cultural”.
“Estas medidas fueron parte de una política coherente para eliminar a los aborígenes como pueblos distintos y asimilarlos a la corriente principal canadiense en contra de su voluntad”, se lee en el resumen del informe.
“El gobierno canadiense siguió esta política de genocidio cultural porque deseaba desprenderse de sus obligaciones legales y financieras con los aborígenes y hacerse con el control de sus tierras y recursos”.
Malas condiciones y abusos
En el informe también se detallaron fallas radicales en el cuidado y la seguridad de estos niños, con la complicidad de la Iglesia y el gobierno.
Los estudiantes a menudo fueron alojados en edificios mal construidos, con poca calefacción e insalubres, según el informe. Muchos carecían de acceso a personal médico capacitado.
Con el trabajo de la CVR se estimó que unos 6.000 niños habían muerto mientras estaban en internados. Sus cuerpos rara vez regresaban a casa y muchos fueron enterrados en tumbas sin nombres.
El Proyecto Niños Desaparecidos documenta las muertes y los lugares de entierro de los niños y hasta la fecha se han identificado más de 4.100 menores.
Pero muchos más sufrieron abusos emocionales, físicos y sexuales.
Maud le contó a la BBC en 2015 que tenía que arrodillarse en el piso de cemento de la capilla, porque las monjas le decían que “esa es la única forma en que Dios te escucha”.
“Lloraba al arrodillarme, y pensaba: ‘¿cuándo va a terminar esto? Que alguien me ayude'”.
Recordó que cuando mojaba la cama, la monja a cargo de su dormitorio le frotaba la cara con su propia orina.
“Era muy degradante, humillante. Porque estaba durmiendo en un dormitorio con otros 40 niños”, contó.
En 2008, el gobierno canadiense se disculpó formalmente por el sistema.
El hallazgo en la escuela Kamloops
La escuela Kamloops, que funcionó entre 1890 y 1969, era la más grande de este tipo sistema de escuelas, conocido Sistema Escolar de Residencias Indígenas.
Bajo administración católica, llegó a contar con hasta 500 estudiantes cuando alcanzó su punto máximo en la década de 1950.
El descubrimiento a finales del pasado mes de mayo de los restos de al menos 215 niños indígenas en una fosa común en esta escuela ha provocado indignación en todo el país.
El primer ministro, Justin Trudeau, calificó el hallazgo como un “doloroso recordatorio” de un “capítulo vergonzoso de la historia de nuestro país”.
Trudeau también ha instado a la Iglesia católica a “asumir la responsabilidad” de su papel en las escuelas residenciales indígenas.
El gobierno central asumió la administración de la escuela en 1969, utilizándola como residencia para estudiantes locales hasta 1978, cuando fue cerrada.
“Necesitamos tener la verdad antes de que podamos hablar de justicia, sanación y reconciliación”, dijo Trudeau.
Indignación por el hallazgo de tumbas de indígenas
Derriban estatuas de las reinas Victoria e Isabel II en Canadá
La indignación de los canadienses por recientes hallazgos de tumbas de indígenas, sobre todo niños, se tradujo en el derribo de estatuas de las reinas Victoria e Isabel II. Ocurrió este jueves, en el marco del Día de Canadá, cuando en el país se celebra la autonomía del Reino Unido, declarada el 1º de julio de 1867.
Las estatuas de las monarcas estaban ubicadas junto al edificio de la legislatura de Manitoba, en la ciudad de Winnipeg. La estatua de Victoria, que reinó entre 1937 y 1901, fue cubierta de manchas de pintura roja, así como de huellas de manos, con el mismo color, como homenaje a las víctimas de la red de internados que los británicos armaron en su antigua colonia con la idea de “reeducar” a los nativos.
Victoria e Isabel II son vistas como parte del pasado colonial de Canadá, y la furia se acentuó cuando en la víspera se encontraron 182 tumbas anónimas en la Columbia Británica. El hallazgo se produjo en una de las escuelas en las que se forzaba la asimilación. Esto motivó a los grupos indígenas a pedir que no se celebrara el Día de Canadá.
“No celebraremos las tierras indígenas robadas ni las vidas indígenas robadas. En cambio, nos reuniremos para honrar todas las vidas perdidas por el Estado canadiense“, declaró el movimiento social Idle No More, que llamó a movilizarse en solidaridad con los pueblos originarios.
A fines de mayo se había producido el descubrimiento de los restos de 215 niños, algunos de no más de tres años de edad. Fue en los terrenos linderos a un viejo internado indígena en Kamloops, en la Columbia Británica. En junio, aparecieron 751 tumbas en la provincia de Saskatchewan.
A su vez, cuatro iglesias católicas fueron destruidas por incendios en comunidades indígenas en el oeste del país. Por ahora no se pudo establecer vínculo entre los incendios y los hallazgos de restos humanos.
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