En días precedentes, en las ciudades de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, grupos radicales realizaron acciones de protesta contra el resultado de las elecciones —que dieron por ganador al Movimiento Al Socialismo (MAS) con 55,1%— pidiendo su anulación por un supuesto “fraude”; al final, su consigna es la inmediata realización de una “auditoría forense” de las elecciones.
A la demanda de “auditoría”, que en realidad se la piensa como un medio para cambiar el resultado de la elección, se sumaron personeros del gobierno transitorio, en especial el ministro de Obras Públicas, Iván Arias, quien dijo que la “salida” a las actuales protestas anti-elección es una auditoría rápida, que le extraña —lo dijo en radio Panamericana— que Romero siga actuando como “consultor internacional”.
“Una auditoría pronta y rápida con veedores internacionales y seguramente ayudaría mucho a que las cosas se aclaren. Podemos hacer una auditoria en 15 días como hicimos el año pasado. No creo que haya que poner resistencia y dejar de convulsionar el país”, dijo Arias al respecto.
Con relación a la demanda de “auditorías”, el presidente del TSE recordó que “en términos prácticos, el trabajo de observación [internacional y nacional que se hizo de las elecciones] corresponde a una forma de auditoría”.
La elección del 18 de octubre, señaló Romero, fue “la elección más observada” de la historia del país. “Además de numerosas delegaciones que cubrieron un espectro muy amplio de sensibilidades, acudieron las misiones de la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Unión Europea (UE), el Centro Carter y la Unión de Organismos Electorales de América (UNIORE)”, y, enfatizó que “todos los informes coinciden en señalar la transparencia y la limpieza de la elección boliviana de 2020”.
Claro que estas mismas misiones han dejado “recomendaciones de aspectos por mejorar”, pero “ninguna observación cuestiona la rectitud del proceso”; “es evidente de que si hubiesen dudas, no se habrían pronunciado con la claridad, firmeza y prontitud que lo hicieron”, apuntó el vocal en entrevista con este diario.
Y la observación internacional no es una instancia que haya que menospreciar, advirtió Romero: “Es la importancia de la observación internacional en contextos altamente polarizados, como el boliviano: es la voz de un actor independiente de las pasiones y con la suficiente experiencia para evaluar con imparcialidad y de manera comparada la integridad de una elección. Justamente porque existe ese aval, los gobiernos americanos y europeos, cualquiera sea su orientación, han reconocido los resultados”.
Aún más, insistió el vocal, a la observación internacional esta vez se sumaron plataformas locales de observación electoral, como Observa Bolivia y el Observatorio Ciudadano de la Democracia, “que tuvieron mayor despliegue territorial”, y la elección del 18 también fueron “aprobadas” por éstas. Además del “honroso” reconocimiento de los resultados que hicieron los candidatos.
Tampoco es menor el hecho, recordó Romero, que los resultados obtenidos por las encuestas de conteo rápido efectuadas el día de la elección hayan sido “muy cercanos a los datos oficiales y definitivos del cómputo”.
Por último, el presidente del TSE interpeló: Toda la información de la elección, con actas y todo, está a disposición de cualquier ciudadano, partido o alianza política, de modo que se tienen los recursos para conocer al detalle el proceso electoral pasado.
“Cualquier ciudadano puede efectuar las verificaciones que considere pertinentes. El padrón continúa disponible para consulta en los laboratorios departamentales; los informes de las misiones están en el portal del TSE y todas las actas también pueden ser comprobadas en el internet y contrastadas con las copias que tienen los partidos”, afirmó enfático el presidente del TSE.
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