BUENOS AIRES (Sputnik) — El expresidente de Bolivia, Evo Morales (2006-2019), dijo en exclusiva a Sputnik que mantiene conversaciones con el presidente de Argentina, Alberto Fernández, y el de Venezuela, Nicolás Maduro, para recuperar la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
“Bastante hemos conversado con Fernández y con Maduro de retomar la Unasur”, afirmó el exmandatario desde su refugio en Buenos Aires.
Morales se mostró convencido de que “hace falta la Unasur”.
“Yo diría: no pierda la esperanza de que vamos a volver a los tiempos del [expresidente argentino] Néstor Kirchner [2003-2007], del [expresidente de Venezuela] Hugo Chávez [1999-2013], del [expresidente brasileño] Lula [2003-2011], y del [expresidente de Ecuador, Rafael] Correa [2007-2017]”.
El proyecto de integración latinoamericana bajo el paraguas de la Unasur podría regresar entonces “con el apoyo de Bolivia, Argentina, Venezuela, Surinam y Ecuador si cambiaran las cosas”, aseguró el ex jefe de Estado boliviano.
Impulso a la CELAC
Desde la Unasur también se podrá “fortalecer la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños [CELAC]”, que volvería “con más fuerza”, afirmó Morales en alusión a este espacio político creado en diciembre de 2001.
Este fue uno de los asuntos que conversó el expresidente boliviano durante un viaje fugaz que realizó a Venezuela el pasado fin de semana para reunirse con el mandatario de ese país, Nicolás Maduro.“Estamos en eso en estas reuniones; sobre todo conversamos de la integración de nuestra Sudamérica, y no estamos lejos”, aventuró Morales, que este lunes 26 de octubre cumple 61 años.
Viaje a Venezuela
Además, ratificó que viajó a Venezuela entre el 23 y el 24 de octubre para conversar con el mandatario de ese país.
“Sí, estuve anteayer; viajé el 23 de octubre a la noche y el 24 de octubre a la noche retorné. Tuve un encuentro con el presidente de Venezuela”, comentó el exmandatario.
“Vamos avanzando en Sudamérica con el tema de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América [ALBA]”, añadió Morales en alusión al bloque fundado en 2004 por Cuba y Venezuela, del que forman parte Nicaragua, Dominica, Granada, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda, y San Cristóbal y Nieves.
El expresidente boliviano aprovechó su encuentro con Maduro para regalarle un ejemplar del libro Evo Morales, Volveremos y seremos millones, ante el que el mandatario venezolano “quedó impresionado”.
“En este libro, que escribimos durante la cuarentena, cuento la historia del golpe de Estado”, relató el expresidente.
Cercanía de Argentina
Sobre su viaje relámpago a la nación caribeña, Morales señaló que es parte de los encuentros que de vez en cuando sostienen con las autoridades de ese país.
“Siempre nos reunimos de vez en cuando, no hay invitación, en esta ocasión viajamos fundamentalmente por el tema de las elecciones“, explicó.
Durante su breve paso por Venezuela, Morales recibió “muchas felicitaciones” y percibió la expectación que causó el resultado de las elecciones.“Esa expectación no es sólo de Venezuela, sino de Argentina y de otros países de América Latina y Europa”, señaló Morales.
El ex jefe de Estado boliviano recordó que hace una semana lo invitó a cenar el presidente argentino, Alberto Fernández, con el que dijo sentirse gratamente sorprendido.
“Me dijo que tenía deseos de irme a dejar a Bolivia; estoy sorprendido por nuestro presidente Alberto Fernández, es muy humano, muy solidario”, definió.
Vuelta a Bolivia
Evo Morales también adelantó que podría regresar a su país el próximo 11 de noviembre, según le pidieron varias organizaciones de su país.
“Las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba están evaluando nuestro pedido de que vuelva el 11 de noviembre”, anunció el presidente del MAS.
En sintonía con esta postura, la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, del que Morales es afiliado, se comunicó en la víspera con el exmandatario para trasladarle la misma solicitud.
“Su máximo ejecutivo, el compañero Jacinto Herrera, desea que vuelva lo más pronto posible, pero también el 11”, precisó.Al mismo tiempo anunció que no será funcionario en el nuevo Gobierno del MAS.
“No, para nada”, aseguró Evo Morales en respuesta a una pregunta de Sputnik, rechazando de manera enfática que pueda tener algún puesto en el próximo Ejecutivo.
El exgobernante se asentará en el Trópico de Cochabamba una vez regrese a Bolivia para respaldar el trabajo que lleve adelante desde el Poder Ejecutivo el presidente electo Luis Arce, que asumirá su cargo tres días antes.
“Como dirigente de las Seis Federaciones [del Trópico de Cochabamba] y desde el Movimiento al Socialismo [MAS], como presidente de este movimiento político, vamos a cuidar a Lucho [por Luis Arce], a defender el proceso, a apoyar desde las bases”, dijo Morales.
El exmandatario asumió que ésta será su nueva responsabilidad y que por lo tanto se dedicará “a formar nuevos líderes en talleres y seminarios”.
“Tengo la obligación de compartir mi experiencia y mis reflexiones con el compañero Lucho”, afirmó.
Este asunto y “cómo trabajar este tema” fue motivo de charla “con el compañero Maduro y con Alberto Fernández”, reflexionó.
El dirigente boliviano mantuvo también diversas conversaciones telefónicas con autoridades de otros países, a quienes les transmitió la misma idea.
“Me preguntaban y contesté que me encantaría compartir mi experiencia de tanta lucha sindical, pero también de gestión presidencial para el Estado plurinacional”, explicó Morales.En paralelo, el expresidente expresó su deseo de movilizar a la población desde Cochabamba “para garantizar las elecciones subnacionales, de gobernadores y alcaldías”, que se celebrarán en los próximos meses.
Más allá de que se instale de forma permanente en su región, Morales también anticipó que podría recorrer todo su país.
“Si fuera necesario viajaré a los nueve departamentos para organizar y unir, pues siempre hay algunas dificultades en la organización del MAS”, admitió.
Visitas pendientes
Más allá de que vuelva a residir en Bolivia, el exmandatario aventuró que regresará a Argentina de visita, “sorprendido” del cariño que ha recibido en la nación sudamericana durante su refugio en ese país, al que llegó el pasado 12 de diciembre en calidad de refugiado.
Durante los últimos meses, Morales se reunió con:
- la Central de Trabajadores de Argentina (CTA);
- la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera);
- el sindicato Camioneros y con la Confederación General del Trabajo (CGT).
“Es impresionante el apoyo de tantas organizaciones e instituciones; acá donde vivo aparecen hermanas y hermanos bolivianos con verdura y fruta, y los hermanos argentinos se presentan el fin de semana con carne en la puerta para hacer asado, cuando yo que estoy “correctamente alimentado”; eso decimos en Bolivia cuando estamos gorditos”, comentó divertido.
Por otro lado, es posible que Morales visite Caracas antes de fin de año.
“Tengo invitación de ir a Venezuela por la institución electoral como veedor-observador para diciembre”, informó.Debido a la pandemia, el titular del MAS tuvo que resignar varios viajes durante estos meses, entre ellos a Ecuador y a varios países de la Unión Europea e incluso de África, invitado por numerosas instituciones, organismos y movimientos sociales.
Morales también destacó el apoyo del papa Francisco, al que le gustaría visitar algún día en el Estado del Vaticano.
“El Papa Francisco me llamó a través de sus operadores; deseo visitarlo porque no me abandonó en todo este tiempo”, señaló.
Destitución de Almagro
Evo Morales anunció también que su país iniciará una demanda formal ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) para promover la remoción de su secretario general, Luis Almagro, si éste no presenta su renuncia.
“Con seguridad, téngalo por seguro; no por Evo, ni por Bolivia, sino por toda América Latina”, sostuvo Morales.
El exgobernante, refugiado en Buenos Aires desde el 12 de diciembre, instó a que se movilicen “todos los latinoamericanos para que Almagro renuncie y además para que sea juzgado”.“Con semejante prueba cualquier país tiene que apoyarlo [el pedido de dimisión], ocho organismos e instituciones demuestran con estudios que no hubo fraude en Bolivia y que sí hubo golpe”, razonó.
Almagro “está bañado con sangre de bolivianos, es responsable de genocidio y economicidio”, sentenció Morales.
El expresidente de Bolivia aclaró que “no es la OEA, es Luis Almagro y su equipo, que atentaron contra la democracia”.
En pos de que “nunca más haya un Luis Almagro”, el nuevo Gobierno de Bolivia pedirá primero su renuncia, “si es que tiene ética”.
“Y si no, vamos a hacer campaña en los países que somos parte de la OEA, aplicando el mismo estatuto o la carta del organismo, para sacarlo, cambiarlo y procesarlo”, resaltó Morales.
La Asociación de Madres de Plaza de Mayo, la Liga Argentina por los Derechos Humanos y el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, presentaron una denuncia contra la OEA ante la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, por injerencia en el proceso electoral de Bolivia de 2019, recordó Morales.
“Y si fuera necesario vamos a ir a la Corte Penal Internacional”, advirtió.
Objetivo frustrado
A juicio del expresidente, el golpe de Estado promovido en Bolivia “por la derecha boliviana y el imperio norteamericano” tenía por objetivo que él no fuera presidente y que el partido que preside, el Movimiento al Socialismo (MAS), no llegara al poder.
“Su plan era que el MAS no volviera al Gobierno ni Evo a Bolivia, por lo que la tarea de EEUU fue usar algunos derechosos e incluso a algunos de sus compañeros para que hubiera MAS sin Evo”, analizó.
Este proceso se ha visto no sólo en Bolivia, sino también en otros países, como Honduras, con el golpe de Estado al presidente Manuel Zelaya (2006-2009), y en Paraguay o Brasil, con golpes “judiciales o congresales”.
“Cuando uno no claudica en su posición ideológica es como quedar proscrito”, reflexionó.
En todo caso, “han conseguido que Evo no sea presidente, pero no han podido conseguir que el MAS no vuelva al Gobierno: el MAS es Gobierno y Evo estará en Bolivia, por lo tanto [el golpe] fracasó”, añadió Morales.El exgobernante observó que lo sucedido en su país “fue algo único en el mundo”.
“A veces después de golpes no hay elecciones y si hay es para maquillar que hay democracia”, reflexionó.
En Bolivia, en cambio, el MAS ha conseguido volver al Gobierno en solo un año, lo que representa “la mejor prueba de que no hubo fraude”.
“Mis padres me enseñaron cuando era niño que nunca hay que robar ni mentir; una vez mi padre me dijo: ‘si un día te falta plata para comer, es mejor pedir prestado, pero no robar, y si sabes que no vas a devolver, es mejor decir regáleme, invíteme, antes que robar'”, recordó el exmandatario.
Por eso, el fraude electoral es un robo inaceptable, según explicó.
Condonación de deuda
Asimismo, Morales instó a que se condone la deuda externa de los países que integran la región dado el daño económico causado por la pandemia del coronavirus.
“Siento que debería haber una condonación de la deuda externa para América Latina por el tema de pandemia”, señaló el exmandatario desde Buenos Aires.
El exgobernante, que se encuentra refugiado en la capital argentina desde el 12 de diciembre, admitió que, si en algo puede ser de utilidad, es quizás para “hablar con organismos internacionales”, que suelen ser “tan rígidos en el tema deuda”.Ahora el desafío consiste “en levantar la economía en todo el mundo, con todos los países afectados que están en América Latina”, consideró.
Al llegar al poder en 2006, el expresidente consiguió que el Banco Interamericano del Desarrollo (BID), Japón y España condonaran la deuda de Bolivia.
“Cuando yo llegué a presidente la deuda externa representaba el 56% del Producto Interior Bruto (PIB) y la bajamos al 11%”, sostuvo.
Morales bajó además el sueldo del presidente de 40.000 bolivianos (unos 5.800 dólares al cambio actual) a 15.000 (2.170 dólares), y el resto de funcionarios pasó a cobrar menos que el titular del Poder Ejecutivo.
El exmandatario también presumió de haber eliminado los gastos reservados y de representación para volcarlos en políticas públicas, como salud y educación.
“Para mí la política no es negocio, no es beneficio, sino servicio, ciencia de compromiso por el pueblo, fundamentalmente por los más humildes”, sostuvo.
Cuando Morales se retiró del poder en noviembre de 2019, la deuda externa representaba el 23% del PIB, según señaló.
“Ahora, en cambio, creo que estamos cerca en un 40%, así que en un año se ha destrozado la economía con la deuda interna y externa, lo que me duele mucho”, lamentó.El exministro de Economía boliviano Luis Arce, postulante a las elecciones por el MAS que preside Morales, ganó con 55,1% de los votos en las elecciones generales del 18 de octubre, casi el doble de lo que obtuvo el segundo candidato más votado, el expresidente Carlos Mesa (2003-2005).
Una vez Arce asuma como presidente el 8 de noviembre, se encauzará el orden constitucional que fue vulnerado con un golpe de Estado a raíz de los comicios celebrados en octubre de 2019, cuando las Fuerzas Armadas exigieron la renuncia de Morales, ante las denuncias de fraude en su victoria electoral impulsadas por la Organización de los Estados Americanos (OEA) y nunca confirmadas.
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