Por Rubén Atahichi / LA RAZON/La Paz.- En una cena con delegados de la OEA, UE, Brasil, Perú y Argentina, en julio de 2019, Estados Unidos afirmó que era “clave” que esos países “levantaran la voz” sobre la transparencia de las elecciones, de las que supuso “un escenario de fraude”.
Un cable diplomático transmitido el 30 de julio de ese año a la Cancillería de Argentina por su embajada en La Paz, al que tuvo acceso La Razón, cuenta detalles de la reunión que el 25 de julio convocó en su residencia el entonces encargado de Negocios de Estados Unidos en Bolivia, Bruce Williamson, en honor del visitante subsecretario adjunto para el Hemisferio Occidental, Kevin O’Reilly.
“Durante la cena se conversó largamente sobre la situación política actual en Bolivia y el escenario electoral”, cita el parte cuyo pie de firma menciona a “Álvarez García” y fue enviado a las 17.12 de ese 30 de julio, bajo prioridad “muy urgente”, a la Secretaría Privada del ministro de Relaciones Exteriores de Argentina.
Cuenta que a la cena fueron invitados, además del Consejero Político, Económico y Comercial y el Director Adjunto de dicha sección de la Embajada de Estados Unidos, el representante de la Organización de Estados Americanos (OEA), el jefe de la Misión de la Unión Europea (UE), y los embajadores de Brasil y Perú, y el Encargado de Negocios de Argentina en Bolivia.
Menciona el cable diplomático que O’Reilly expresó su preocupación sobre las elecciones generales del 20 de octubre y consideró que “resultaba clave que los países citados para la ocasión levantaran, al tiempo que bajan el nivel de la agenda, la voz respecto de la transparencia del acto electoral en ciernes, ya que Estados Unidos, en este momento en Bolivia, carece de recursos eficaces como los de los países de la región”.
Incluso señala que el funcionario del entonces gobierno de Donald Trump adelantó que “era probable que Evo Morales venciera en las elecciones” de ese año.
Además, el informe cita que O’Reilly anticipó un eventual fraude. Ante la victoria de Morales, “de cualquier manera, sea porque se dará el escenario que indican las encuestas o porque, si fuera necesario, podría configurarse un escenario de fraude, en particular, en las localidades más pequeñas del interior del país, en los departamentos en los que la fórmula del MAS (Movimiento Al Socialismo) es ampliamente favorita”, recuerda el informe argentino.
O’Reilly llegó al país el 24 de julio de 2019, tres meses antes de las elecciones. Tuvo varios encuentros con dirigentes políticos, cívicos y periodistas en La Paz y Santa Cruz. El 26 de julio, un día después de su cena en la residencia de Williamson, se presentó en un desayuno ante los periodistas.
Dijo entonces que en octubre los bolivianos deben “elegir a sus líderes a través de procesos plenamente democráticos, transparentes y sin interferencias”.
La noche previa había expresado sus dudas sobre la transparencia de los comicios, la organización, el área informática e incluso el sistema de conteo rápido. “En particular, sobre las idas y vueltas del Tribunal Superior Electoral (TSE) (sic), el vaciamiento del mismo, en particular en el área técnica e informática, la falta de contratación de la empresa encargada de realizar el conteo rápido de votos y de la dispersión y contradicciones de la oposición boliviana”, describe el cable.
Entonces, la visita de O’Reilly generó susceptibilidades en el oficialismo. “Ojalá no esté viniendo a darles un tipo de mensaje a la oposición”, dijo el diputado del MAS Lino Cárdenas, según ANF.
Las elecciones del 20 de octubre se desarrollaron en un clima de tensión y quien cuestionó en sendas intervenciones el proceso —por la organización y la candidatura de Evo Morales— fue Carlos Mesa, entonces candidato por Comunidad Ciudadana (CC).
FRAUDE
Entrevistado por Deutsche Welle el 9 de octubre, habló de no reconocer la eventual victoria electoral de Morales. “Si se consuma mediante un fraude, no. Temo, porque el presidente no tiene en su cabeza la idea de que vivimos en democracia ni de que puede perder”, afirmó.
La noche de las elecciones, la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) —que es el conteo inicial de votos a través del registro de actas, al margen del cómputo oficial— fue intempestivamente suspendida a las 19.40 cuando ya había publicado el 83,7% de los datos.
En su reunión con miembros de la OEA y la UE, además de embajadores de tres países, el 25 de julio, O’Reilly temía precisamente ese problema del conteo rápido.
Y al suspenderse el TREP, la OEA fue la primera en reaccionar al caso. “Que el TSE explique por qué se interrumpió la transmisión de resultados preliminares”, dijo.
Luego se sumó Mesa, que también cuestionó el padrón. “No podemos permitir que se trate de manipular un resultado que, obviamente, nos lleva a segunda vuelta”.
MESA
Al día siguiente, el candidato de CC llamó a movilizaciones y vigilias frente a los tribunales. Consideró que fue víctima de una “fraude escandaloso”.
Luego se desataron movilizaciones, a las que se sumó el entonces presidente del Comité pro Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, que se decantaron con la renuncia de Morales el 10 de noviembre. Horas antes, la OEA había adelantado su informe.
Señaló graves irregularidades y manipulación informática. “Esto lleva al equipo técnico auditor a cuestionar la integridad de los resultados de la elección del 20 de octubre pasado”, afirmó.
La crisis obligó la transición presidencial. Convocados por la Iglesia Católica, embajadores de la UE, Brasil y España propiciaron un diálogo extralegislativo junto a dirigentes políticos de oposición para definir la proclamación de Jeanine Áñez, que llegó al poder el 12 de noviembre en sendos actos en la Asamblea Legislativa sin quórum ni presencia del MAS.
NOTA:
PLURINACIONAL NOTICIAS MODIFICÓ EL TITULO ORIGINAL DE LA NOTA DE LA RAZON CUYO ARTICULO ORIGINAL SE ENCUENTRA EN ESTE LINK: