Asimismo, se refirió a la anulación de las condenas por parte de la Corte Suprema, en un proceso que categorizó como “lawfare”.
“El lawfare es usar el poder judicial con intereses públicos, eso pasó con mi proceso, eso también pasó con Cristina, con Rafael Correa, con Evo Morales”, aseguró.
“En Brasil lo más grave es que había intereses del departamento de justicia de los Estados Unidos, de las petroleras americanas y las grandes industrias de ingenierías americanas que querían destruir nuestra industria de petróleo y de gas”, manifestó.
A su vez, explicó que su “proceso ha sido una mentira muy grande”.
“Desde 2016 mis abogados han mostrado y probado que era una mentira en realidad”, expresó y profundizó: “La razón del proceso en contra mío ha sido un Power Point que los acusadores hicieron y mostraban que yo había creado una banda”.
Siguiendo esa línea, dijo que pese a el juez nunca pudo determinar los hechos sobre los cuales lo acusaban “aún así siguieron haciendo el proceso” con el fin de alejarlo de las elecciones presidenciales.
“El juez (Sergio Moro), los procuradores y la policía mintieron porque había que alejarme de la campaña de 2018”, enfatizó.
Esta noche, el Supremo Tribunal Federal de Brasil ratificó la anulación de las condenas que pesaban sobre su persona y lo habilitaron para competir en los comicios del año próximo, en los que posiblemente se enfrente con el actual presidente Jair Bolsonaro.
“Cinco años después la Corte dice que yo tenía razón y anula los procesos en Curitiba. Vamos a ver cómo serán los destinos. Solo puedo decir que tengo la conciencia tranquila”, destacó.
Asimismo, enfatizó que pese a la embestida judicial se encuentra bien de salud.
“Yo estoy vivo, entero, tengo una energía de 30 años y estoy listo para la pelea”, dijo.
Además recordó una anécdota con el presidente, Alberto Fernández.
“Le agradezco muchísimo al presidente Alberto Fernández porque me fui a visitar a la cárcel y le pedí a Alberto que no se lo dijera a la prensa porque tenía miedo que si el comentaba eso fuera nefasto para él”. “Le tengo mucha gratitud a Alberto para siempre”, reconoció.
Candidatura
Con la anulación de las condenas, el exmandatario quedó habilitado para participar de las presidenciales del 2022.
Por otro lado, encuestas recientes lo ubican por encima de Bolsonaro en cuanto a imagen positiva. De todas formas, el petista consideró que no tiene que ser obligatoriamente él quien encabece una fórmula presidencial, aunque de ser así, lo hará con gusto.
“Necesariamente no tiene que ser Lula. Yo tengo 75 años. Me considero que tengo una buena salud, estoy bien físicamente, pero no tengo que ser obligatoriamente yo. Podemos escoger a alguien que represente a los sectores progresistas en Brasil”, dijo. Sin embargo, remarcó que “si es necesario, si tengo que ser candidato para ganarle a un fascista como Bolsonaro, seré candidato. Pero es necesario que lo hablemos mucho. Tenemos que lograr lo que hicieron en Argentina”.
Pandemia y vacunas
A la hora de hablar de Bolsonaro, el expresidente no duda en calificarlo como “genocida” por su rol en el manejo de la pandemia. Desde que el coronavirus arribó a Brasil se cobró más de 360 mil vidas, amparado por el negacionismo del actual jefe de Estado, que en todo momento evitó aplicar cuarentenas mientras que consideraba al SARS-CoV2 como una “gripezinha”.
“Nunca me imagine que Brasil tuviera un presidente fascista, que además es genocida y es el mayor responsable del caos que la pandemia causa en Brasil. No compró las vacunas cuando debía haberlas comprado. No respetó a los laboratorios, ni expertos, ni a la OMS. Él solo piensa en sus milicianos”, fustigó Lula. Por eso, consideró que “la democracia va a volver” y dijo esperar poder “participar de ese proceso que le devuelva a Brasil la alegría”.
Al mismo tiempo, pidió un esfuerzo global para poder distribuir las vacunas. “En todas las entrevistas le decía a los gobernantes de distintos países que convoquen a una reunión de G20 o al Consejo de la ONU para discutir el tema de la vacuna. La vacuna se tiene que transformar en un bien público. No se les puede impedir a los países pobres que la tengan. Hay que salvar a la humanidad”, remarcó.
Argentina y el FMI
Respecto a la difícil renegociación de los u$s45.000 millones de deuda con el FMI que tomó el gobierno de Mauricio Macri a través del por entonces ministro de Economía, Nicolás Dujovne, el brasileño consideró que el Gobierno debe resistir a las presiones. “En este momento me preocupo porque se cómo Alberto tomo Argentina y lo que tiene entre las manos, la deuda enorme que el otro presidente (Macri) hizo”, manifestó.
Por eso ratificó su apoyo a Alberto para que el país pueda encontrar una salida que no afecte al pueblo argentino.
“Argentina tiene un presidente con un compromiso enorme. EL FMI no puede hacerle presión, cobrarle la deuda ni intereses a Argentina. El Fondo tiene que entender que Alberto tiene un compromiso de salvarle la vida a los ciudadanos de argentina que pueden morirse por falta de recursos, porque un presidente irresponsable creo esa deuda de forma irresponsable”, puntualizó.
Además, dijo que “Argentina no puede aceptar la presión del FMI, que no tuvo el valor de presionar a los países ricos por Lehman Brothers”, en relación a la crisis de las hipotecas subprime en 2008.
Nuevas medidas anticovid
Por último, Lula le envió un mensaje a la sociedad argentina, que en las últimas horas fue informada respecto a las medidas que anunció el Gobierno de Alberto Fernández para frenar la segunda ola del coronavirus.
“Sé de las medidas duras que ha tomado el presidente en el día de ayer, pero es necesario hacerlo”, dijo.
Además, consideró que el pueblo argentino “tienen que tener la conciencia que nadie sabe en ningún sitio del mundo cómo manejar la pandemia. Aunque uno no esté de acuerdo es importante tomar las medidas” porque “no podemos llevar a los pobres a un genocidio”. “Hay que cuidar de la gente y luego cuidar de la economía”, añadió.
Por último, en contraposición a la decisión del ministro Guzmán de no expandir la base monetaria con nuevas partidas presupuestarias para afrontar el Covid, Lula dijo que “no hay problema en aumentar la deuda pública interna para cuidar el pueblo” porque en el fondo lo que importa es “salvar la vida de millones de personas, argentinos y brasileños”. “Los ricos no se preocupan por los pobres. El Gobierno tiene que cuidar al pueblo. Espero que todos lo comprendan”, concluyó.
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