Golpe de Estado de 2019 y ultraje a la historia de Bolivia

EXPRESO SUR.- El 20 de octubre de 2019 cuando Carlos Mesa lanza una estocada directo al corazón de la democracia al grito de fraude y manda a sus grupos vandálicos, previamente organizados, a quemar los tribunales electorales iniciando así un capítulo nefasto de nuestra historia con el objetivo de llevar al país al despeñadero.

La dinámica del ultraje ejecutado por la derecha boliviana.

Mesa y un montón de viejos políticos, arrimados al CONADE con el apoyo de la oligarquía cívica de Santa Cruz, la nunca peor utilizada autonomía de la UMSA por Albarracín y de la mano del indigno Almagro (OEA) cara visible del imperio yanqui nos suben al carro del golpe que luego se convierte en una locomotora que va en picada llevándose por delante: LA DEMOCRACIA cuando en la Universidad Católica se reúnen “7 tipos”, que nadie eligió, para pedirle la renuncia a Adriana Salvatierra a cambio de la vida de Evo Morales y eligen a Jeanine Añez para presidir el país, previo pago de alta suma de dinero en moneda norteamericana.

De esta manera destruyeron la democracia los políticos de la derecha neoliberal y lo hicieron en los preceptos fundamentales que hacen a un Estado soberano:

– LA INSTITUCIONALIDAD, cuando policías, FFAA y grupos paramilitares secuestran a familiares y queman casas de autoridades electas para obligarles a renunciar.

– LA CONSTITUCIÓN, con la doble autoproclamación de Añez y luego su posesión de la mano de las Fuerzas Armadas.

– LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN, cuando destruyen y cierran medios comunitarios, persiguen y encarcelan a periodistas populares y tuiteros denunciantes.

– LA ESTRUCTURA ESTATAL, al eliminar ministerios importantes y crear cargos a medida de su familiares y amigos.

– LA ECONOMÍA, al desfalcar, cerrar o desviar los fondos de las empresas estatales, desviar préstamos y donaciones, implementar la más atroz corrupción en pandemia nunca vista en el mundo.

– LAS RELACIONES INTERNACIONALES, al abandonar los organismos de integración regional, asaltar embajadas y convertir a la ONU y al Parlamento Europeo en plazas para hacer mítines contra Evo y para limpiar la cara de la dictadura.

Todo esto sucedió en complicidad con la prensa mercantilista nacional y la mediática fascista internacional que ven en el pueblo de Bolivia un enemigo de gran magnitud, entonces las fakes, los falsos positivos, las mentiras descaradas, la difamación se convierten en las armas para frenar nuevas elecciones y atacar sin tregua al Movimiento al Socialismo, al proceso de cambio y al pueblo en general.

El pueblo de Bolivia se levanta de las cenizas.

A pesar de todo este escenario apocalíptico provocado por el imperio y su brazo político mediático, en la profundidad de la tierra, en el color oscuro de nuestra piel, en la exquisita prosa de nuestros idiomas se va gestando la unidad que será la base de una nueva revolución democrática cultural para frenar esa dinámica del ultraje que empezó con la apropiación de nuestros cuerpos, la destrucción de la economía, la vandalización de las instituciones y la implantación de un discurso fascista, clasista y machista con el objetivo último de la usurpación de nuestros recursos naturales.

Hoy en democracia, vencido el monstruo de 7 cabezas de la dictadura sangrienta corrupta e inhumana, la vil prensa fascista q fue la promotora y defensora acérrima del gobierno de facto de Añez no cesa en sus intentos de socavar nuestros cimientos democráticos y la unidad del pueblo boliviano.

🖨️ Redacción | Tania Y. Escobar

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Bolivia sufrió uno de los peores ultrajes de su historia en el golpe de Estado. La vejación empezó cuando el cobarde Carlos Mesa gritó “fraude”, sin pruebas.