AGENCIA TELAM / Buenos Aires.- La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue amenazada de muerte y, ante ese hecho, la jueza federal María Eugenia Capuchetti, a cargo de la causa por el intento de magnicidio que sufriera el 1 de septiembre pasado, dispuso reforzar la custodia de la exmandataria, confirmaron este martes fuentes judiciales.
Los informantes precisaron que la amenaza fue hecha el lunes por la tarde a través de un llamado telefónico a la línea 911 realizado desde la ciudad de La Plata.
Así, once días después del atentado contra la Vicepresidenta ocurrido en la puerta de su domicilio, cuando el ahora detenido Fernando Sabag Montiel gatilló un revólver a escasos centímetros de su rostro, se suma ahora esta amenaza de muerte ocurrida en las últimas horas.
En la causa por el intento de magnicidio, a cargo de la jueza María Eugenia Capuchetti, interviene también el fiscal Carlos Rívolo.
Además de Fernando Sabag Montiel se encuentra detenida su pareja, Brenda Uliarte, imputada también por el hecho.
La investigación del intento de maginicidio
Como parte de la investigación, la justicia detectó una serie de mensajes extraídos del teléfono celular de Brenda Uliarte que permitieron a la justicia detectar que un grupo de personas había intentado antes asesinar en dos ocasiones a la exmandataria.
La información surgió del celular de la propia novia de Fernando Sabag Montiel y fuentes de la investigación consultadas por esta agencia confirmaron que los mensajes dan cuenta de un intento de asesinato ocurrido el 27 de agosto, durante la noche en la que la Vicepresidenta le habló a la militancia apostada en la zona de las calles Juncal y Uruguay, donde se emplaza el edificio donde vive la titular del Senado.
“No, no es que se dé cuenta, el tema es que hay una cámara de C5N, y hay poca gente, y la gente se está yendo, y el momento es ese, ahora ya es tarde, o sea son las 12 y ella salió a esa hora, y era a esa hora, o sea el escenario era con ella porque la habrán seguido”, dice uno de los mensajes que recibió Uliarte de parte de Sabag Montiel.
“¿Entendés? Después vamos a ver en la tele a ver qué pasó porque cuando ella se metió, la siguieron y ahí tendría que haber sido”, sostiene otro mensaje detectado por la justicia.
En otra comunicación, Sabag Montiel le dice a Uliarte: “No, ya se me metió adentro y el escenario, el anfiteatro lo sacaron. Le toqué la espalda a (el gobernador bonaerense) Axel Kicillof y se metió en un Toyota Etios, eh, y se fue, un quilombo. Ella está arriba pero no creo que salga, así que ya fue, dejá, voy para allá, quédate ahí. No traigas nada”.
La información coincide con la de un video publicado la semana pasada por el canal de noticias C5N donde se ve que el 27 de agosto Sabag Montiel estaba camuflado entre los manifestantes como si fuera un vendedor de copos de nieve azucarada y logró acercarse a metros del gobernador de la provincia de Buenos Aires.
A partir de la nueva información incorporada al expediente, Capuchetti volvió a imponer el secreto de sumario en la causa, luego de que se incorporara al expediente como prueba clave el contenido del celular de Uliarte.
“El teléfono de ella es muy contundente”, afirmó a Télam una fuente de la investigación que, sin revelar detalles, aseguró que confirma su participación en el intento de asesinar a la expresidenta, a la vez que aseguró que se trata de un material que la coloca como participante activa de distintos grupos de “haters” (“odiadores”, en inglés).
Por estas horas, todas las partes involucradas en la causa se preguntaban si la jueza Capuchetti avanzaría con los procesamientos para luego continuar con la investigación de las nuevas pruebas o si ampliaría las indagatorias de los imputados para exhibirles el nuevo material probatorio.Una de las discusiones que se desarrollan en el expediente es cuáles eran los roles de cada uno de los dos imputados y si contaron además con la colaboración de más personas.
En segundo plano está, por ahora, la línea investigativa que conduce el “entorno de contención” de los agresores: allí aparecerían los vendedores de copos de azúcar (“los copitos”) que se mostraron en televisión con Uliarte antes de que fuera detenida.
La jueza Capuchetti ordenó reforzar la custodia
Amenazaron de muerte a Cristina Kirchner
El 911 recibió un llamado intimidatorio contra la vicepresidenta.
PAGINA 12 / Buenos Aires.- La vicepresidenta Cristina Kirchner fue amenazada de muerte este lunes por la tarde mediante un llamado a la línea de emergencias 911. Por ese motivo, la jueza federal que investiga el atentado contra la expresidenta, María Eugenia Capuchetti, ordenó un refuerzo en la custodia de la titular del Senado y volvió a decretar el secreto de sumario.
Según fuentes oficiales, el llamado intimidatorio fue realizado desde la ciudad de La Plata. Aunque la primera información indicó que se trataba de una voz femenina, los investigadoras todavía no se saben la identidad precisa de la persona que lo hizo ni el punto exacto desde donde fue realizada la llamada.
Por estas horas el Gobierno nacional analiza que medidas tomar para garantizar la seguridad de la vicepresidenta ante el llamado que prometía matar a Cristina Kirchner.
Este martes por la mañana, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, aseguró en conferencia de prensa que “ninguna cosa se debe minimizar, porque si no así es como después uno empieza a preocuparse por las cosas que no hizo cuando debería haberlas hecho”.
Además, precisó que las primeras medidas que se tomaron al respecto fueron dar aviso al jefe. el subjefe de la Policía y al jefe de la custodia de la vicepresidenta para que hagan “la evaluación respecto a la cantidad de efectivos”. Por otro lado, precisó que trabajan en la identificación de los responsables de la amenaza.
Cómo sigue la investigación del atentado contra Cristina Kirchner
Tras la detención de Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte, la Justicia avanza en diversas líneas de investigación. Una involucra a la vecina de Cristina, Ximena de Tezanos Pinto, quién le alquila una habitación de su departamento a la abogada Gladys Egui hace al menos cuatro meses.
La letrada que reside en el edificio de Juncal y Uruguay es la asistente legal de Leonardo Sosa y Gastón Guerra, dos jóvenes que forman parte de las agrupaciones libertarias Revolución Federal y Nación de Despojados, en dos causas que tienen abiertas por las violentas manifestaciones que organizan.
¿Quiénes integran Revolución Federal?
La organización Revolución Federal está compuesta por cerca de 60 personas, entre ellas algunas se identifican como macristas, radicales y hasta libertarios. Según relató Morel, en Revolución Federal “no hay ninguna bajada de línea de nadie, cada uno es libre de opinar lo que quiera”, pero en la práctica Jonathan Morel y Leonardo Sosa son los organizadores de las movidas que convocan por redes sociales.
Todos los integrantes de la agrupación comparten un grupo de WhatsApp donde se difunden las actividades, pero en muchas de las convocatorias participan personas ajenas a la agrupación. “A mí me parece una locura lo que pasó, es repudiable, pero hay gente en el grupo que opina distinto”, comentó Morel.
En sus redes sociales personales comparten contenidos de La Libertad Avanza, pero Morel asegura que él no es seguidor del diputado nacional libertario Javier Milei. “Cada uno en el grupo tiene su ideología, pero a mí él me parece poco serio, un improvisado”, explicó en diálogo con Página|12 e insistió con que no quiere “divisiones”. “Lo que queremos es que no haya más kirchnerismo”, reiteró.
Los vínculos de la familia de la vecina de Cristina con el fiscal Stornelli
Relaciones cada vez más oscuras
Los hijos del fiscal, que fueron agentes de la AFI durante el macrismo, tienen relaciones con uno de los hijos de Ximena Tezanos Pinto.
Tras la detención de Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte, y las revelaciones halladas en el celular de esta última (ver nota aparte), la Justicia avanza en diversas líneas de investigación. Una involucra a la mujer que vive justo arriba del departamento de la vicepresidenta, Ximena de Tezanos Pinto, “la vecina de Cristina”. De la cuenta de Facebook de uno de sus hijos, Alfredo Kenny, se individualizaron dos perfiles que pertenecen a los hijos del fiscal Carlos Stornelli: Mateo Stornelli y Julián Stornelli.
La Justicia viene investigando la relación de los autores del atentado y su banda con grupos radicalizados como Revolución Federal, responsables de violentos escraches y marchas en las que se montaban, por ejemplo, guillotinas a modo de amenaza. Esos mismos jóvenes –a cuyas marchas asisitió Uliarte, tal como quedó registrado en sus mismos posteos– tienden a la vez una particular relación: días antes del atentado estuvieron en la casa de Tezanos Pinto, madre de Kenny. También estuvo allí la abogada Gladys Egui, que según confirmó en declaraciones a Radio La Red le alquila una habitación a Tezanos Pintos desde hace “cuatro o cinco meses”. Justo el mismo tiempo que lleva activo el grupo Revolución Federal.
Hijos y amigos
Aunque actualmente vive sola (le alquila temporariamente una habitación a diferentes personas, actualmente a la abogada Egui), Ximena Tezanos Pinto tiene cuatro hijos. Uno de ellos es Alfredo Kenny, quien según se puede rastrear en sus redes sociales, mantiene a su vez vínculos con los hijos de Stornelli que revistaron en la AFI macrista. En la foto de portada de Mateo Stornelli, de hecho, se individualiza a Alfredo Kenny, por lo cual es posible deducir que existe entre ambos una relación cercana, al menos, desde el año 2018.
Como informó Página/12, tanto Julián como Mateo habían sido miembros de la Agencia Federal de Inteligencia durante la gestión del gobierno de Mauricio Macri. Julián se desempeñó en el área de la Dirección de Jurídicos. Allí hay registros de su paso por el área durante tres meses, de marzo a julio de 2016. En el Libro de Actas de la AFI 2016-2018, puede leerse una resolución del 29 de julio de 2016, la número 537, en la cual consta que se acepta “la renuncia presentada por el agente PC E 14 Julián M. Stornelli”.
Mateo Stornelli, mientras tanto, trabajaba en la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado (Dajudeco), que se ocupa de la pinchadura de teléfonos, y funciona bajo la órbita de la Corte Suprema de Justicia. El dato ya fue revelado por la periodista de Página/12 Irina Hauser en su libro Rebelión en la Corte.
Cristina Caamaño denunció en su momento que la AFI recibía, a través un enlace digital punto a punto, interceptaciones telefónicas realizadas por la Dajudeco. En total, se hallaron 105 mil registros de escuchas ilegales hechas durante la gestión del Macri.
La reunión política
Leonardo Sosa y Gastón Guerra son los dos jóvenes de Revolución Federal y Nación de Despojados –un desprendimiento de la primera agrupación– que participaron, días antes del intento de magnicidio, de una “reunión para hablar de política e intercambiar ideas”, en la casa de Tezanos Pinto. Esto sucedió, exactamente, en el piso de arriba del departamento de Cristina Kirchner, el mismo que esta mujer se encarga de “adornar” desde hace años con banderas con consignas contra la vicepresidenta y el kirchnerismo en general.
El nexo para llevar hasta allí a estos jóvenes fue la abogada que, extrañamente, apareció alquilando una habitación de Tezanos Pinto unos meses atrás. Hay más vínculos extraños: Egui es la asistente legal de estos jóvenes, en dos causas que tienen abiertas, vinculadas a sus violentas formas de “manifestarse”.
La extraña abogada
Sosa fue uno de los integrantes de una patota que el día del alegato del fiscal Luciani fue a provocar a la esquina de Juncal y Uruguay, con manifestaciones contra la vicepresidenta. Como era previsible, terminaron enfrentados a la militancia que venía haciendo vigilia en esa esquina, en apoyo a CFK. Tras la escaramuza y ser identificado como el agresor que arrojó una botella, Sosa terminó detenido y con una causa abierta por resistencia a la autoridad. Su abogada defensora es Gladys Hegui.
Guerra también estuvo unas horas arrestado, en su caso tras el escrache organizado a Sergio Massa el día que asumió como ministro. Se lo identificó como el joven que golpeó el vehículo en el que se trasladaba el funcionario, y también como quien atacó a un cronista de C5N que radicó la denuncia, Lautaro Maislín. Su abogada defensora es, también, Gladys Hegui.
Una serie de coincidencias demasiado extrañas, en un caso demasiado grave.
ntento previo en la noche en la que CFK habló en Recoleta
Cómo era el plan original de la banda de los copitos para matar a Cristina Kirchner
De los diálogos entre Brenda Uliarte y Sabag Montiel surge que hubo al menos un intento previo para matar a la Vicepresidenta. “El momento es ese, ahora ya es tarde”, dijo Montiel. La justicia indaga referencias a Kicillof en las comunicaciones mientras el gobernador era monitoreado por la Policía porteña. Un nuevo testigo. Los vínculos con los grupos radicalizados de ultraderecha y la investigación que busca reconstruir cómo actuó el grupo de por lo menos cinco personas más.
PAGINA 12.- El celular de Brenda Uliarte resultó ser una prolífica fuente de información crucial para la causa en la que se investiga el atentado a Cristina Fernández de Kirchner. De los diálogos que mantuvo con su novio, Fernando Sabag Montiel, el hombre que apuntó a centímetros de la cabeza de la vicepresidenta, surge que hubo al menos un intento previo de asesinarla en las cercanías de su vivienda en Juncal y Uruguay, que ellos mismos decidieron interrumpir. Fue el 27 de agosto, el día que el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta puso vallas en la cuadra y a la noche CFK dio un discurso sobre un pequeño escenario montado un rato antes. El plan original de la “banda de los copitos” pareciera que era cometer el magnicidio cuando ella salía a hablar.
“No, no es que se de cuenta, el tema es que hay un cámara de C5N y hay poca gente, y la gente se está yendo, y el momento es ese, ahora ya es tarde, o sea son las 12 y ella salió a esa hora y era a esa hora, o sea el escenario era con ella porque le habrán seguido. ¿Entendés? Después vamos a ver en la tele a ver qué pasó porque cuando ella se metió, la siguieron y ahí tendría que haber sido”, dice un mensaje de Sabag Montiel a Uliarte, al avisarle que la vicepresidenta había entrado a su casa.
Hay otro mensaje, también del hombre hacia ella, muy elocuente: “No, ya se metió adentro y el escenario del anfiteatro lo sacaron. Le toqué la espalda a Axel Kicillof y se metió en un Toyota Etios eh y se fue, un quilombo. Ella está arriba pero no creo que salga así que ya fue, deja, voy para allá, quedate ahí. No traigas nada”.
Todo hace pensar que iban con la idea de disparar ese día, el sábado 27 de agosto, pero llegó una gran cantidad de gente y quedaron a cierta distancia que no tenían prevista. También da la impresión de que Uliarte llevaba el arma, en especial por la última frase: “no traigas nada” y que tenía dominio sobre la situación y sobre el agresor. Pero aún todo está bajo análisis. El día que finalmente Sabag Montiel trató de matar a la vicepresidenta, y cuando lo atraparon militantes que estaban allí, Brenda se retiró de la escena haciéndose la distraída. Estaba muy cerca de él, pero no reclamó a la policía ni dijo una sola palabra. Las imágenes la muestran con su pelo rojizo amarrado en un rodete, ropa negra, zapatillas blancas y una bolsa blanca también en la mano. Esa bolsa fue hallada después en la casa de su expareja, donde fue a dormir aquella noche. El arma que sostenía Sabag se había caído al suelo en el momento en que lo atraparon y quienes estaban en la movilización lograron agarrarla y dársela a la policía. En la bolsa había un paraguas. Está siendo peritada para verificar si, efectivamente, la Bersa calibre 32 estaba allí.
También llama la atención la referencia de Sabag Montiel a Kicillof, que casualmente ese día era monitoreado por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, que salió a reprimir, que también hizo espionaje y que reportaba en sus comunicaciones: “Se hizo presente el gobernador de la provincia”; “El gobernador es un manifestante más. Vamos a trabajar con el personal urbano de la manera correcta, está formada la línea y vamos a aguantar”. Los uniformados estaban enfocados en que podían llegar a detener a funcionarios, como Kicillof, pero no a quienes estaban cerca de ellos, como Sabag Montiel, que nada tenía de manifestante en apoyo a la vicepresidenta. Del mismo modo marcaron al Andrés “Cuervo” Larroque y a Máximo Kirchner, quien incluso fue agredido física y verbalmente por agentes.
“Pongamos una molotov”
La extracción y análisis de la información del celular de Brenda fue central. Como había revelado Página/12, había más mensajes de suma relevancia pero en este caso emitidos por ella misma donde decía: “Tenemos que pasar a la acción, pongamos molotov en la Casa Rosada”; “tenemos que generar hechos, no protestas”. Este diario también informó que en algunos de los celulares analizados, de la banda de copos de azúcar, aparecía interacción con grupos Telegram y Whatsapp de organizaciones radicalizadas, de ultraderecha y antigobierno. Todo parece indicar que la mujer le daba indicaciones, arengaba o guiaba a Sabag Montiel. La ubicación de los celulares confirma que estuvieron juntos todo el 1 de septiembre, día que Sabag intentó gatillar y fue detenido, y en días previos también.
Ahora la jueza ordenó nuevamente secreto de sumario en el expediente, ya que se estarían llevando adelante nuevas medidas vinculadas con estos hallazgos del celular de Uliarte y otros, con la planificación del atentado y también la participación de otros integrantes del grupo. Esta misma semana Uliarte y Sabag Montiel serían procesados por tentativa de homicidio agravado, con premeditación y alevosía, además de la tenencia ilegal de arma y municiones.
Mientras tanto, busca reconstruir cómo actuó el grupo (de por lo menos cinco personas más, además de la pareja) con el análisis de imágenes, llamados y geolocalizaciones. Gabriel Carrizo –el dueño del supuesto negocio de los algodones de azúcar– tendría un papel relevante en las comunicaciones. Está pendiente la reconstrucción exacta de quiénes estuvieron en Recoleta los días previos y el 1 de septiembre. Es algo que está en pleno estudio, lo mismo que la relación de todos ellos con organizaciones de ultraderecha, con sesgo neonazi, algunas de las cuales montaron movilizaciones violentas contra el gobierno en los últimos meses. La más resonante es Revolución Federal: Brenda Uliarte estuvo con ellos en la marcha de antorchas frente a la Casa Rosada, desde donde pedía en su cuenta de Instagram que fuera más gente. “Al kirchnerismo cárcel o bala”, preanunciaba un cartel en aquella movilización, que en ningún momento fue dispersada por la policía porteña que días después actuaría con ímpetu frente a la movilización pacífica en apoyo a CFK.
En la edición del domingo último, Karina Micheletto menciona grupos ligados como Republicanos Unidos, Somos Libres, Equipo Republican (ligado a los “halcones” PRO), la agrupación Campo + Ciudad, vinculada al exministro de Agroinustria Luis Miguel Etchevehere. Revolución Federal es de los mas nuevos. Sus miembros y agitadores suelen tener como referentes a Javier Milei, José Luis Espert, Ricardo López Murphy y Patricia Bullrich. Página/12 también informó que dos días antes del atentado dos jóvenes de Revolución Federal –Leonardo Sosa y Gastón Guerra– estuvieron en la casa de “la vecina de Cristina”, Ximena de Tezanos Pinto, en una supuesta reunión “para hablar de política e intercambiar ideas”. La abogada de esos jóvenes, Gladys Egui, le alquila una habitación a Tezanos Pinto. Demasiada coincidencia para ser todo casualidad, en un lugar claramente estratégico. Más aún teniendo en cuenta que para la jueza y el fiscal Carlos Rívolo ya está claro que hubo inteligencia previa sobre los movimientos de Cristina Fernández de Kirchner, su custodia y lo que ocurría alrededor.
Egui representa a Sosa en una causa por resistencia a la autoridad ya que el día que el fiscal Diego Luciani pidió 12 años de cárcel para la vicepresidenta fue a festejar a la esquina de su casa y se trenzó con gente que estaba allí para apoyar a CFK. Guerra, también ligado al grupo “Nación de Despojados”, fue detenido por golpear la camioneta de Sergio Massa y agredir a un cronista de C5N.
Nuevo testimonio
Un testigo que se presentó en la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y que dijo haber estado muy cerca de Sabag Montiel en el momento en que quiso gatillar, declaró ante esa fuerza que después de su primer intento de disparo, lo vio empujar la corredera de la pistola hacia atrás como para colocar una bala en la recámara, pero la maniobra quedó trunca porque los manifestantes lo vieron apuntar y lograron agarrarlo hasta llevarlo con la policía. El testigo dijo que advirtió que Sabag trataba de lograr disparar. Como se determinó con posterioridad, el arma estaba apta para disparo pero la bala no había ingresado a la recámara. Tenía cinco balas. El testimonio en cuestión fue enviado al juzgado para que sea incorporado y podría complicar la defensa del agresor.
Este fin de semana se conoció un video de Sabag Montiel obtenido de su propio teléfono donde se lo ve exhibiendo cómo manipula la pistola Bersa. Ya se habían conocido fotos empuñando el arma, tanto de él como de Brenda que la mostraba calzada en su cintura. El criminalista Raúl Torre le dijo a este diario, “en base a la evidencia que se conoce hasta el momento”, Sabag “podía conocer como se accionaba el sistema de disparo, pero eso no quiere decir que tenga una destreza como la de un aficionado o alguien que usa un arma para su trabajo”. Incluso, señaló, “se podría pensar que esperaba recibir el arma preparada como para el disparo, es decir, o bien actuó con torpeza o le entregaron el arma; es posible que haya querido accionar nuevamente la corredera”. “No tengo ninguna duda –dijo– de que el gesto que hace Sabag Montiel es el de efectivizar el disparo, vi muchas veces el video para analizar eso. Él mismo se ha sorprendido porque el disparo no salió. Es un hecho bizarro, mi impresión es que querían cometer este homicidio para trascender de alguna manera, es mi visión”.
La causa por agresiones a su hije de 2021
Indicios de un seguimiento a Alberto Fernández
Las amenazas a Tani Fernández tiene a dos personas detenidas y juicio oral con inicio previsto para el 26 de septiembre. Reserva en la causa y un dato que a la luz del presente cobra nueva lectura. La mirada del Presidente sobre el atentado a CFK en el día de su primera entrevista tras el atentado y el monumento vandalizado en la ruta.
PAGINA 12.- El presidente Alberto Fernández dio la primera entrevista luego del atentado a la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y expresó su preocupación. “Se conocieron las conversaciones de los culpables y decían que el próximo soy yo”. Con pocas horas de diferencia, publicó en sus redes la noticia del ataque a un monumento de Néstor Kirchner sobre la Ruta 7. “A menos de dos semanas del atentado a CFK, así amaneció el monumento”, dijo y compartió fotos con la cara del patagónico perforada por balas en una sucesión de acontecimientos espiralados por la violencia (ver aparte). Este diario pudo saber, además, que la investigación que se abrió en 2021 por las amenazas contra el hije del primer mandatario en una causa vieja e investigada, con juicio oral previsto para septiembre, se descubrieron indicios de seguimiento al Presidente.
Si bien aún hay en curso investigaciones y existe mucha reserva sobre el caso, las amenazas contra Tani Fernández comenzaron en julio de 2021. Se supo que, en un principio, Tani Fernández no les dio entidad porque, quienes lo conocen, dicen que suele recibir muchas agresiones. Sin embargo, al aumentar exponencialmente el número de amenazas, el hijo del Presidente realizó denuncias por ciberdelitos. La investigación, que estuvo a cargo de la División Investigación de Delitos Tecnológicos de la Policía Federal, avanzó y se descubrió que detrás había un grupo importante que hasta tenían almacenadas armas y computadoras en las que había indicios de seguimiento al Presidente. Por el caso fueron detenidos Alejandro Dagnino, de 36 años, y Luis María Dagnino, de 47 años, ambos argentinos residentes en La Pampa. Este 26 de septiembre, la causa irá a juicio oral.
A mediados de agosto, antes del atentado a CFK, Alberto Fernández hizo público que también él había sido amenazado de muerte. Aunque en aquella ocasión evitó dar precisiones y detalles, hay en marcha una investigación que se encuentra en manos de la Policía Federal. Desde el Ministerio de Seguridad comentaron a este diario que no pueden dar detalles, aunque confirman que continúan investigando y podría haber novedades en las próximas semanas.
La entrevista y el diagnóstico
El Jefe de Estado eligió un medio extranjero para dar su primera entrevista luego del atentado a la vicepresidenta. Es uno de los programas de televisión más vistos de España, conducido por Ana Quintana, y la entrevista, que duró casi una hora y se realizó el jueves en la Quinta de Olivos, todavía no fue subida completa. Tan solo se publicaron algunos adelantos. En un fragmento, el mandatario se refirió al estado actual de CFK.
“Cristina está bien, está entera y está fuerte. Para todos fue un momento de conmoción, pero gracias a Dios está muy entera, muy íntegra y trabajando”, dijo. “En la Argentina no ha habido crímenes de una naturaleza política luego de la dictadura y la imagen es muy dura porque es la imagen de alguien que está gatillando dos veces, gracias a Dios sin suerte, a la cabeza de la vicepresidenta”, dijo. Además, habló del escenario en el que se produjo el intento del crimen: “Los sistemas de seguridad, en circunstancias como esas, fallan. Esa persona sabía que estaba en medio de una multitud que iba a acompañar a CFK y que, cualquiera fuera el resultado, iba a ser apresado por la gente que lo rodeaba. Cuando alguien está dispuesto a eso, a poner en riesgo su vida o su libertad para lograr su objetivo, es muy difícil predecirlo”.
Alberto Fernández también habló de los acusados: “Son una banda de sinvergüenzas –dijo– capaces de hacer semejante atrocidad”. Y siguió: “Algo no estamos haciendo bien como sociedad para que en la cabeza de alguien penetre una idea tan horrible como la de matar a otro por lo que representa o por lo que piensa”.
“No es un loco”
En lo poco que aún pudo verse, el Presidente volvió a repetir algo que dijo en la exposición de la convención anual de la Cámara Argentina de la Construcción que se realizó en la Rural el martes pasado. Fernando Sabag Montiel, aseguró, “no es un marciano que vino a disparar contra CFK, es alguien que vive en nuestra sociedad”, una de las líneas políticas que subraya el Gobierno. Además, señaló: “No se trata de una persona inimputable: no tiene ninguna alteración en sus facultades mentales y tiene plena comprensión de la criminalidad de su acto. Además, se ha movido libremente dirigiendo sus acciones. No es un loco. Puede ser una persona enojada con la democracia, pero una persona enojada con la democracia, no puede reaccionar de ese modo”.
A mediados de agosto, Fernández comentó en un programa radial que había sido amenazado de muerte. Semanas antes de que sucediera el atentado contra la vicepresidenta, también se quejó de los niveles de violencia que vive la sociedad. “La democracia nos exige convivencia –había dicho–. Lo que estamos viendo es un caudal de ataques y violencia física que es insostenible. Hay gente que comete el delito de incitación a la violencia y no hay ni un fiscal que haga algo”, era otro contexto, antes del día en el que cambió la democracia pero nunca hay una línea sin continuidad.
ENLACES:
https://www.telam.com.ar/notas/202209/604697-cristina-kirchner-amenaza-muerte.html
https://www.pagina12.com.ar/481533-relaciones-cada-vez-mas-oscuras
https://www.pagina12.com.ar/481528-el-plan-original-de-la-banda-de-los-copitos-para-matar-a-cri
https://www.pagina12.com.ar/481521-indicios-de-un-seguimiento-a-alberto-fernandez
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