El rol de la vecina y la campaña internacional neonazi que anticipó el atentado a Cristina Fernández

EL DESTAPE / Buenos Aires.- Nuevas pruebas muestran que los atacantes de Cristina Kirchner realizaron inteligencia previa antes del intento de magnicidio perpetrado el jueves 1 de septiembre. Ahora una serie de imágenes evidencian que manifestantes de agrupaciones con vínculos con el hombre que gatilló -Fernando Sabag Montiel- presuntamente ingresaron cuatro días antes del atentado al departamento de Ximena de Tezanos Pinto, la vecina de la vicepresidenta de la Nación Cristina Kirchner. 

Las fotos subidas a las redes sociales muestran que el 28 de agosto, Leo Sosa de Revolución Federal y Gastón Guerra de Nación de Despojados ingresaron al departamento de la vecina que vive en el piso de arriba de la ex mandataria. Además muestran que ese mismo día se infiltraron en las manifestaciones de apoyo a la vicepresidenta. Con publicaciones en las redes, ellos mismos mostraron su presencia en el lugar.

De esta forma, se investiga a través de las pruebas el vínculo entre el grupo radical libertario Revolución Federal y los integrantes de “La Banda de los Copitos”, sospechados de haber planeado y ejecutado el atentado. Este último grupo estaría conformado, además de Sabag y su pareja, de Gabriel Nicolás Carrizo, Sergio Eduardo Ozorco y Miguel Ángel.

La organización Revolución Federal se creó hace poco tiempo, en mayo de este año, y quienes lideran el grupo ya realizaron varias apariciones en redes sociales. Mientras que el segundo grupo, Nación de Despojados, apareció pocos días después. Ambas articulan acciones y convocatorias, tanto en las calles como en Internet. Estas van desde manifestaciones a escraches a dirigentes políticos, personalidades, periodistas y actores.

Ambos grupos participaron en las manifestaciones del 25 de mayo y del 9 de julio (donde colocaron la reconocida guillotina con la leyenda “Todos: presos, muertos o exiliados”).. A su vez, en redes sociales, en junio pasado desde Revolución Federal respondieron a un comentario en Instagram que pedía violencia contra los dirigentes políticos. “Todavía no encontramos al héroe que se anime, no sé cuando aparecerá”, manifestaron frente al pedido de “corchos a los parásitos”. Y en julio, también realizaron un escrache violento en la Quinta de Olivos durante la conferencia de asunción de Silvina Batakis.

El 22 de julio formaron parte de un escrache violento al edificio del Instituto Patria y cinco días más tarde, publicaron una convocatoria a la manifestación del #8A con el mensaje: “Si tenés miedo, no vengas. Esta no será una marcha pacífica”. A principios de agosto, escracharon a Sergio Massa durante su jura como ministro; a mediados del mismo mes, realizaron un escrache contra Pablo Echarri y un día después escracharon el Ministerio de Economía y el Banco Central con la consigna: “Es hora de que sientan la persecución y afronten las consecuencias”.

Tiempo después, Revolución Federal publicó en sus redes sociales la entrevista de Brenda Uliarte y Fernando Sabag en Crónica TV junto al texto: “Brillante exposición de una laburante que se planta a una planera”. El 18 de agosto se realizó la Marcha de Antorchas en Plaza de Mayo donde la pareja de Sabag dijo presente y compartió imágenes en redes sociales.

VIDEOS MENCIONADOS EN LA NOTA, AQUI:
https://www.eldestapeweb.com/politica/atentado-a-cristina/inteligencia-previa-al-ataque-de-cfk-el-extrano-rol-de-la-vecina-de-cristina-kirchner-202291016290

https://www.eldestapeweb.com/politica/atentado/el-nexo-discursivo-entre-la-oposicion-los-medios-los-grupos-violentos-y-los-atacantes-de-cfk-20229922580

La campaña de una internacional neonazi que anticipó el atentado a CFK

Por: Juan Marco Candeloro /TIEMPO ARGENTINO.- En mayo del 2021, un importante referente de la comunidad LGTBI de la ciudad de Mar del Plata comenzó a recibir una serie de amenazas por mensajes privados a sus redes sociales. En un principio le restó importancia, ya que años atrás, él mismo había sido víctima de un ataque por parte de Bandera Negra, una agrupación neonazi que en 2018 sería la primera en la historia en ser condenada por crímenes de odio. Aquel caso dejó al referente ultranacionalista Carlos Gustavo Pampillón al borde de un juicio por liderar «un grupo de personas que, en forma organizada reivindican idearios nazi fascistas a través de la fuerza».

Pero esta vez los mensajes intimidantes provenían de CABA y eran de una organización llamada AWDA (Atom- Waffen División Argentina), un grupo basado en la supremacía racial que incita a matar políticos, perseguir o eliminar homosexuales y combatir la inmigración. Lo curioso es que hasta el año pasado contaban con tan solo 51 seguidores en Instagram, muy poco si tenemos en cuenta que la AWD se encuentra en foros internacionales y que desde hace por lo menos dos años tiene una representación en la Argentina.

En los mensajes, además de amenazas de muerte y dibujos degradantes, enviaban una serie de afiches que formaban parte de la gráfica que por entonces pegaban por las calles de Buenos Aires. En el primero de ellos, con el título «Acelera tu odio», se podía ver un sol negro, el mismo símbolo que tiene tatuado en su codo Fernando Andrés Sabag Montiel, el atacante de Cristina Fernández de Kirchner, que casualmente es el mismo que llevan los nazis ucranianos del Batallón Azov y que forma parte de la simbología instaurada durante el Tercer Reich por el Jefe de las SS, Heinrich Himmler.

En el segundo y bajo la leyenda «Hacé Patria – Matá a un político», está graficada la misma imagen que se transmitió en vivo cuando Montiel gatilló dos veces en el rostro de la Vicepresidenta de la Nación. Como si el agresor hubiera emulado aquello que deseaba la Atom-Waffen Argentina hace exactamente un año atrás.

El odio como bandera

La Atom-Waffen, al igual que otras organizaciones profascistas, cuentan en muchos casos con recursos económicos y mediáticos que les permiten captar a través de las redes sociales sus seguidores. La utilización de Instagram, salones de chat en Telegram o la del servidor Proton Mail, un servicio de correo electrónico privado que promete a sus usuarios mayor privacidad y la posibilidad de no ser «espiado», son herramientas esenciales no sólo a la hora de reclutar nuevos adeptos, sino de planificar acciones concretas. Estas agrupaciones buscan personas jóvenes, por lo general con problemas económicos, de sociabilización, o incluso cognitivos y los incentivan para cometer distintos delitos. Luego, muchas de estas bandas, bajo el mando de alguien con mayores conexiones, terminan siendo el «brazo armado» o parapolicial de determinados sectores del poder político y económico. Utilizados a veces incluso para «copar» actos o realizar falsos escraches. Tal como sucedió en octubre de 2014, cuando el referente ultraderechista marplatense Carlos Gustavo Pampillón (creador del Foro Nacional Patriótico) irrumpió a golpes de puño junto a una patota skinhead en el Concejo Deliberante durante una sesión donde se discutía la destitución de la entonces Presidenta del Concejo, Vilma Baragiola. En pocas palabras, el mismo sistema los crea cuando excluye a muchos de ellos para que después los sectores más reaccionarios de la derecha los utilicen como mano de obra barata.

A nivel internacional, la Atom-Waffen Division, está considerada responsable de al menos ocho asesinatos y está conectada con la FKD –  Feuerkrieg Division (División de Guerra de Fuego). Su líder, un usuario de chat conocido como HeilHitler8814 que se hacía llamar «Commander», fue identificado como un joven de 13 años que aún vive con sus padres en Estonia y planificaba los atentados a través de las plataformas de mensajerías de los juegos online. La estructura de liderazgo de AWD se erosionó entre 2017 y 2019, después de que uno de los fundadores originales supuestamente asesinara a dos de sus colaboradores y el otro fundador fuera condenado por posesión de explosivos. Pero en enero de 2022, apareció nuevamente en Telegram, la misma red que utiliza Montiel, interactuando con países como Argentina y mostrando videos de un entrenamiento paramilitar conjunto entre AWD y The Base (una red neofascista).

Entonces, ¿son Sabag Montiel, su novia y amigos parte de un grupo reclutado alguna vez por una organización para cometer delitos de odio? ¿Fueron operados o incitados en algún momento por la AWD u otra agrupación filo nazi? Son preguntas que deberá responder la investigación judicial, pero es claro que bajo una cultura odiante que sobrevuela las redes, los medios y gran parte del discurso político, son cada vez más los jóvenes que terminan militando bajo un pensamiento nazi fascista que se alimenta en gran medida del lema «Son ellos o nosotros» . 

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La campaña de una internacional neonazi que anticipó el atentado a CFK

Cómo es el grupo que quiso matar a Cristina Kirchner: nazismo, antisemitismo, antiperonismo, zoofilia y marginalidad

Brenda Uliarte, Nicolás Gabriel Carrizo y Fernando Sabag.
Brenda Uliarte, Nicolás Gabriel Carrizo y Fernando Sabag.

Por Raúl Kollmann y Irina Hauser /PAGINA 12.- La investigación sobre las llamadas, chats, cámaras de seguridad y la geolocalización de cada integrante del grupo que intentó matar a la vicepresidenta va indicando que Nicolás Gabriel Carrizo parece ser quien tenía la voz cantante y lo que se investiga es una instigación, una manipulación a través de él. Pero Brenda Uliarte es la más politizada y la que tenía más contactos, de manera que también se analizan sus relaciones -con Revolución Federal, grupos republicanos y foros de Mar del Plata- en toda la época anterior al ataque. Hace un tiempo Brenda era más bien tímida, pero en los últimos años se volvió ferviente antikirchnerista, antiperonista y en contra de los planes sociales. Es, por lejos, la más activa en lo político. 

Fernando Sabag es un furioso antisemita, admirador de Hitler y que le decía a todo el que se acercaba que “hay que matar a los judíos que son los que dominan el mundo”. Pero al mismo tiempo es un marginal, considerado un tonto en el grupo y que todo el tiempo trataba de ganarse algún elogio con una “avivada”. En su celular se encontró pornografía infantil, pero quienes lo conocen afirman que destinaba mucho tiempo a mirar relaciones sexuales entre animales. Tiene tres denuncias por maltrato animal. Con ese cuadro de situación, el foco de la investigación se empieza a poner sobre Carrizo y Brenda, las relaciones que pudieran tener y que, por esa vía, alguien haya puesto al grupo a trabajar en el atentado. No se puede desconocer que el ataque tampoco fue producto de un gran complot: se usó un arma de hace 50 años y un tirador que no supo accionar la pistola. Aún así, estuvo a centímetros de la cabeza de Cristina Kirchner. 

Caminos

La Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado (Dajudeco), que depende de la Corte Suprema, entregó el jueves un informe de 120 páginas, en el que se combinaron elementos surgidos de distintas fuentes: por ejemplo, llamadas entrantes y salientes de los celulares y la localización de esos celulares en cada uno de los momentos. El trabajo tiene un problema: según quienes conocen a Sabag, él tenía varios celulares, algunos comprados, algunos robados. No se descarta lo mismo respecto de los otros integrantes del grupo y que a Comodoro Py hayan llevado sólo un celular cada uno. De manera que podría ser que el trabajo esté acotado por esa razón. 

Aún así, está claro para la Dajudeco que Sabag y Brenda estuvieron juntos todo el jueves 1 de septiembre y también los días anteriores. Una secuencia reconstruida por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) indica, como anticipó Página/12, que ambos viajaron juntos en tren desde Quilmes, donde Sabag intentó hacerse un tatuaje, estuvieron en un local de comidas rápidas y luego,  desde Constitución, tomaron el subte hasta el Obelisco y de allí fueron caminando hasta Juncal y Uruguay. Llegaron cerca de las 20.30 y se ubicaron directamente para concretar el plan de dispararle a CFK. Ni siquiera cruzaron una palabra entre ellos.

En un principio, la Dajudeco estableció que Carrizo también estaba en la esquina, pero el dato finalmente no se confirmó. Está claro que Carrizo estuvo en los días anteriores, haciendo inteligencia. A veces usaron el carro de los copitos de nieve y a veces fueron como supuestos adherentes a Cristina, siempre ocultándose con gorritos y barbijos. Ese trabajo precario de inteligencia les permitió saber cuántos militantes rodeaban a la vicepresidenta, cómo acercarse y qué resistencia podía haber. Un dato asombroso es que Sabag quiso hacerse el tatuaje en Quilmes cuando ya tenía la pistola Bersa en el bolsillo izquierda de la campera y ya sabía que iba a intentar el magnicidio.

Grupo

Uno de los objetivos de la investigación es determinar cómo funcionaba el grupo y si alguien por encima de ellos influenció o instigó el atentado.

Brenda Uliarte era sumisa y al mismo tiempo vendía sus fotos eróticas, buscaba beneficios económicos en sus relaciones. Hasta hace un tiempo no le interesaba la política. Ahora, en cambio, dejó cierta timidez que tenía y hablaba mucho contra el peronismo, el kirchnerismo y los planes sociales. Sus exparejas se sorprendieron de verla hablando en los medios y mintiendo en forma reiterada: que estudia, que tenía un plan social, que renunció a él. Todo falso. El sábado en que el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta puso las vallas frente al domicilio de CFK, Brenda posteó frases de Milei de ese mismo día. O sea que estaba integrada a la diatriba e incluso a la violencia política, algo que se verificó con su presencia en la marcha en que tiraron antorchas prendidas contra la Casa Rosada. No parecería que Brenda pudiera vivir de las fotos y videos eróticos que vendía.

Fernando Sabag contaba con cierta holgura económica cuando heredó de la madre la propiedad en la calle Terrada y tres vehículos, uno de los cuales lo tenía trabajando como taxi trucho. Gastaba dinero para impresionar y se fue quedando sin plata, al punto que no podía arreglar los vehículos, tiene cuarenta multas impagas en Provincia de Buenos Aires y diez en CABA, y debe todas las patentes. Finalmente se mudó a San Martín a un mono ambiente. Iba a locales de comidas rápidas, levantaba tickets del piso y reclamaba que no le habían dado la comida.

Políticamente estaba obsesionado con los judíos a los que les adjudicaba todos los males. Pero no tenía demasiado interés en la política: era más bien sumiso y trataba de hacer cosas para agradar a Brenda y a otros del grupo. Su papel está claro: participó de la inteligencia en los seis días anteriores a la tentativa de asesinato y él mismo puso la pistola a 35 centímetros de la cabeza de Cristina Kirchner. El ataque también tiene su sello: o no supo mover la corredera o no puso la bala en la recámara de entrada.

El foco en los últimos dos días está puesto también en Nicolás Gabriel Carrizo. Es el dueño de la máquina de hacer los copitos de nieve de azúcar, es el que habla en los medios y, según el informe de la Dajudeco, aparece como el líder del grupo, de acuerdo a los entrecruzamientos de llamadas que analizaron.

Instigación

Lo que se busca ahora es lo que se llama la instigación, o sea que alguien los impulsó e incluso les hizo llegar algún dinero para concretar el homicidio.

Es cierto que no se sabe de qué vivía el grupo. Está claro que no obtenían nada de la venta de copitos, dado que esa solo era la pantalla para hacer esa inteligencia precaria que hicieron. Pero entre los investigadores hay algunos que sostienen que no se les perciben grandes gastos. Sin embargo, tenían celulares -varios- y estuvieron, a lo largo de seis días, horas y horas en Juncal y Uruguay.

Tampoco está claro si el ataque se condice con la pasión por la política que tenía el grupito. Es verdad que aparecieron en Tigre hablando contra Sergio Massa, en la calle Corrientes criticando los planes sociales y, sobre todo Brenda, participó de varias marchas y escraches. No parece suficiente para una tentativa de magnicidio.

La idea de que alguien los influenció, los operó, no está descartada para nada. Si eso fuera así, la instigación entró al grupo por el lado de Carrizo o de Brenday por eso el análisis de las comunicaciones se centra en ellos. 

El problema es que todos tuvieron demasiada ventaja. Sabag fue detenido por militantes kirchneristas cuanto trató de matar a Cristina. Llevaba un celular, del cual se perdió casi toda la información. Pero quienes lo conocen dicen que tenía varios. Brenda terminó apresada tres días después. En su celular tenía una carpeta segura, pero la PSA lo desencriptó: no se conoce el contenido aún. Y Carrizo, que probadamente participó de las operaciones previas, aún no fue detenido. Una parte de los investigadores le reclaman por esa detención -y la del resto de los integrantes del grupo- a la jueza María Eugenia Capuchetti y al fiscal Carlos Rívolo. En Comodoro Py, ambos dicen que todavía no tienen pruebas suficientes. 

ENLACE DE LA NOTA:

https://www.pagina12.com.ar/481040-el-grupo-de-magnicidas-por-dentro