!Matar a Cristina!, no fue “un armado”, fue planificado; la Justicia desmiente a la prensa mentirosa

Raúl Kollman e Hirina Hauser / PAGINA 12 / Buenos Aires.- La jueza acusó a Sabag y Uliarte de “haber intentado dar muerte a Cristina Fernández de Kirchner, contando para ello con la planificación y acuerdo previo entre ambos”. El detalle de las tareas de inteligencia previa, con la pantalla de la venta de copos de azúcar, y la cobertura posterior de los detenidos. Los investigadores analizan el rol del grupo de antikirchneristas y neonazis cercano a ellos, que participó en distintas manifestaciones. Los chats que los incriminan.

Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte llegaron caminando por Juncal y cruzaron la esquina con Uruguay. Avanzaron a paso firmesin dudar, sin cruzar una palabra entre ellos. Sabag llevaba la mano pegada al bolsillo izquierdo de la campera, donde tenía la pistola. En ningún momento miraron desde dónde se podía ver mejor o adónde ubicarse: lo sabían de antemano, porque el grupito de vendedores de copos de azúcar habían estado el 23 de agosto y el 27 de agosto en la esquina, haciendo inteligencia. De manera que estaba claro dónde iban a esperar la llegada de la vicepresidenta. Fernando llevaba puesto un barbijo y un gorro; Brenda sólo un barbijo. Pero eran casi los únicos que tenían la cara oculta de esa manera. Cuando fracasa la tentativa de asesinato, Brenda ni se acercó a ver qué pasaba con su novio, no empezó a los gritos, no pidió que no le hicieran nada. Sólo se dio vuelta y salió con absoluto disimulo de la escena. Todo, todo, pareció parte del plan de un magnicidio que salió mal y por eso la jueza María Eugenia Capuchetti imputó tanto a Sabag como a Uliarte el intento de asesinar a CFK. La magistrada acusó a ambos de “haber intentado dar muerte a Cristina Elisabet Fernández de Kirchner –vicepresidenta de la Nación y presidenta de la Honorable Cámara de Senadores de la Nación-, contando para ello con la planificación y acuerdo previo entre ambos”. 

Los investigadores analizan también el rol de un grupo de personas -antiperonistas, antikirchneristas, neonazis- cercano a los detenidos y que estuvo en varias manifestaciones y escraches previos al ataque: en julio, cuando autoproclamados republicanos instalaron una guillotina en Plaza de Mayo; en una marcha de antorchas, después con un megáfono frente al Instituto Patria; en Tigre contra Sergio Massa y frente al Ministerio de Economía, también contra Massa. En la misma noche del atentado, dos miembros del grupo postearon mensajes: “Seguro el próximo sos vos Alberto, tené cuidado”, publicó Gabriel Carrizo. “Van a juzgar a una persona que le estaría haciendo un gran favor a toda la Nación Argentina”, agregó. “Estoy orgullosa”, figura en un mensaje de Brenda a Carrizo. Es obvio que la investigación sigue ahora con el análisis de los celulares y tal vez en la búsqueda de un ideólogo, alguien que los usó y tal vez los financió. 

La acusación

La acusación formulada por la jueza Capuchetti contra Fernando Sabag y Brenda Uliarte por la tentativa de asesinar a CFK detalla que “dicha conducta tuvo lugar cuando la vicepresidenta se encontraba saludando a las personas” que estaban frente a su domicilio, “ocasión en la que el imputado, aprovechando el estado de indefensión generado por la multitud, apuntó hacia su rostro con una pistola semiautomática de acción simple, calibre 32 automática, marca Bersa, modelo Lusber 84 con la numeración 25037 en el lateral izquierdo del cañón, accionando la cola del disparador en al menos una ocasión, sin que se produzca el disparo pese a encontrarse la misma cargada con cinco cartuchos de bala del mismo calibre y resultar apta para sus fines específicos”. 

Capuchetti considera que “el referido suceso tuvo planificación y acuerdo previo. Brenda Uliarte estaba presente en las inmediaciones del lugar al cual arribaron conjuntamente, habiéndose determinado que detentaban el arma de fuego secuestrada con sus municiones desde fecha anterior al hecho, cuanto menos desde el 5 de agosto de 2021”. Con esa descripción, da toda la impresión de que la jueza calificará los hechos como tentativa de homicidio agravado por el uso de armas, premeditación y alevosía.

“Asimismo, se imputa haber llevado consigo y/o tenido en las condiciones antes descriptas el arma de fuego antes mencionada sin contar con la debida autorización legal, la cual receptaron previamente con la numeración parcialmente suprimida en la base de su empuñadura”, continúa la acusación.

En tercer lugar, la jueza acusa a Sabag y Uliarte de “haber acopiado dos cajas de municiones con la denominación MAGTECH conteniendo, cada una 50 cartuchos intactos calibre 32 automático, las cuales fueron secuestradas el día 2 de septiembre de 2022 a raíz de uno de los allanamientos realizados”.

“Por último -dice Capuchetti- se les imputa haber falsificado y/o haber participado en la falsificación de los certificados de discapacidad emitidos a su nombre por el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, mediante el aporte de sus datos filiatorios”.

La jueza adelantó además los próximos pasos de la investigación. “Se encuentra en proceso el peritaje del teléfono de Brenda Uliarte y seis teléfonos más. Asimismo, se encuentra en proceso la reconstrucción, a través del análisis de todas las cámaras de grabación posibles (tanto públicas como privadas), de todo lo que hicieron ambos imputados el día del hecho”.

La esquina

En su declaración indagatoria, Brenda Uliarte dijo que se sorprendió con lo que hizo su novio, que es aberrante, que está en contra del Gobierno, pero no lo odia.

En las imágenes hallada por los investigadores se demuestra que miente una vez más.

* Por lo pronto, se habían manifestado públicamente contra el Gobierno y, en especial contra CFK, por lo que cabe preguntarse: ¿qué hacían en Juncal y Uruguay? Es obvio que no iban a mirar de curiosos ni a vitorear a Cristina.

* Llegaron a la esquina desde la Avenida 9 de Julio caminando por Juncal. Cruzaron la calle Uruguay y no vacilaron en ningún momentoNo son personas que no saben adónde se van a ubicar para ver a Cristina. No hacen ningún rodeo. Tienen un plan previo. No hablan entre sí y Sabag mantiene su mano en el bolsillo izquierdo de la campera. Es zurdo y de allí sacaría la pistola Bersa.

* Ya está claro que Brenda mintió cuando dijo que no sabía que Sabag tenía un arma. Las fotos publicadas por Página/12 son más que elocuentes: posó con la pistola y las municiones ya en mayo pasado.

* De los 100 proyectiles que había en la casa de San Martín, 50 eran recargados. En la pistola pusieron cinco proyectiles de los nuevos, los que estaban en mejores condiciones.

* Cuando Sabag intentó el magnicidio, desde apenas centímetros de la cabeza de CFK, Brenda da la impresión de que fue a supervisar la operación. Simplemente verifica lo que pasó y se va, en forma fría. No se acerca, no trata de ayudar a su novio, no se interesa por lo que le está pasando. Se retira con total disimulo.

* Hay alguna evidencia de que al menos otro integrante del grupo estaba en la esquina. Pero se están analizando más y más imágenes. Todos ellos ocultaron sus rostros detrás de barbijos.

Copitos

En el juzgado de María Eugenia Capuchetti y en la fiscalía de Carlos Rívolo tienen elementos más que suficientes que demuestran que el grupo hizo inteligencia previa en la esquina de Juncal y Uruguay.

El artilugio fue simular la venta de copitos de nieve de azúcar, algo que no tiene ninguna lógica. Los copitos se venden donde hay chicos y las movilizaciones frente al domicilio de Cristina no reunían a chicos sino a militantes y simpatizantes. Está claro que no iban a vender.

El carrito apareció los días 23 y 27 y se están estudiando las caras de quienes estaban ambos días. No es sencillo, porque se tapan con barbijos y gorros. En una de las imágenes de un canal de cable da la impresión de que el carrito lo estaba atendiendo una chica de pelo rojizo. Se está estudiando en forma minuciosa. Hay algún indicio de que también estuvieron el día anterior al ataque, el 31 de agosto, pero esta vez sin el carrito de los copitos.

No son movidas de inteligencia sofisticadas, pero el mismo día del ataque ya tenían clarísimo cómo iban a acceder a la vicepresidenta. Sabag se pone en tercera línea, luego pasa a la segunda y espera que Cristina se acerque. 

Mensajes

En la noche del ataque, el jueves pasado, el grupo que integraban Sabag y Ularte reacciona de varias maneras, con diversos mensajes.

* En primer lugar, se envalentonan y Gabriel Carrizo escribe: “Seguro el próximo sos vos Alberto! Tené cuidado!”. “El Gobierno es vulnerable, y espero que les quede claro… Nosotros somos los que mantenemos estos parásitos ahí arriba, van a juzgar a una persona que le estaría haciendo un gran favor a toda la Nación Argentina”. Esto último en relación a Sabag, reivindicando su intento de magnicidio.

* Cuando Carrizo entregó su celular en el juzgado, apareció un mensaje de la noche de la agresión. El mensaje es de Brenda: “Estoy orgullosa”.

* Esa misma noche del 1 de septiembre hay mensajes que parecen distractivos en los que simulan que no tienen nada que ver. “Hagarraron (sic) a Brenda y encima estuvimos con ella”. “Dice que estaba presente ese día del atentado”, escribe otro integrante del grupo. En los chats empiezan también a reflejar que la policía, de civil, los merodea: “Vos actuá normal”.

* En casi todos los celulares hay chats borrados y hay medidas de seguridad no demasiado habituales. Por ejemplo, Brenda tenía una carpeta con seguridad adicional. Y buena parte del grupo utilizaba funciones de borrado de wp.

Se recuperaron algunos elementos del celular de Sabag. Dato muy asombroso: tenía un archivo de pornografía infantil. Como se sabe, Brenda tenía posteos en sitios eróticos, en algunos casos con contenido no sólo sexual sino de cierta violencia.

* Todos supieron que la investigación iba directo hacia ellos desde el primer día. y por eso se blanquean de dos formas. Por un lado, van a Telefé y dicen que no son terroristas. Por el otro lado, se presentan en Comodoro Py y declaran como testigos. Cuando mostraron algún mensaje de Brenda, el fiscal pidió que se retengan todos los celulares.

Odiadores

La investigación judicial está derivando en un análisis de todas las marchas y escraches de los que participaron. La mirada está puesta en las cámaras que registraron esas movidas.

* El 18 de agosto, al menos Brenda estuvo en una marcha de las antorchas en Plaza de Mayo. Lo posteó ella misma: “El 18A presente. Fui a la marcha, faltan más personas, tenemos que ser muchos gritando para que nos escuchen”, publicó El Destape, rescatado de un Instagram de Brenda.

* Según dicen en el juzgado, algunos de los integrantes del grupo estuvieron en otra marcha a Plaza de Mayo, esta vez con una guillotina. Fue el 22 de julio y una de las consignas fue “Andate a Cuba”.

* Se buscan imágenes del grupo en una marcha contra Sergio Massa en Tigre y en otra frente al Ministerio de Economía, cuando el tigrense fue designado.

* También hay algún indicio de que estuvieron en un escrache contra el Instituto Patria, con un megáfono.

* Tienen apariciones extrañas en medios, o sea buscaron espacios para difundir odio. Posan sosteniendo que tuvieron planes sociales y difunden posturas violentas contra “los planeros” y en definitiva buscan derechizar la pobreza.

Estructura

Por ahora, la investigación se encamina a determinar que la tentativa de matar a Cristina Kirchner fue perpetrada por un grupo de unos siete integrantes, odiadores, influenciados por una organización de derecha, Revolución Federal, que siempre fue sumamente violenta contra el Gobierno, las vacunas, el aislamiento obligatorio durante la pandemia.

Por ahora, al menos por ahora, no se detectaron vinculaciones orgánicas ni un megacomplot. Pero está claro que no fue Sabag solo, ni Sabag y Brenda aislados. Hubo una inteligencia casera los días anteriores y el 1 de septiembre cada uno sabía el papel que le tocaba. El milagro se produjo porque Sabag no es un killer experimentado y no supo manejar la Bersa o los nervios le pesaron al momento de mover la corredera.

De todas maneras, la investigación produce sorpresas todos los días y habrá que ver qué sale de los celulares que los investigadores todavía no terminaron de peritar. Ayer se volvió a allanar la vivienda de Sabag-Uliarte, algo que resulta difícil de entender: ¿es necesario allanar dos veces un monoambiente?

Pero todo indica que la jueza y el fiscal están buscando algo más de lo que aparece. No se puede descartar que el grupo haya tenido un ideólogo y un financista. 

“Me dijo que está orgullosa de lo que hizo su novio”

Atentado a Cristina Kirchner: revelan chats del grupo de Fernado Sabag Montiel y complican aún más a Brenda Uliarte

En las últimas horas trascendió una conversación de WhatsApp de dos integrantes del grupo “Los Copitos” -aquel que también integraban Uliarte y Sabag- en el que un joven, aparentemente de nombre Nicolás Carrizo- le contaba a Gabriel que la joven manifestó estar “orgullosa” de la actitud de su pareja al intentar asesinar a la vicepresidenta. 

A medida que avanza la investigación sobre el atentado a Cristina Kirchner, se van conociendo más detalles que comprometen aún más a Fernando Sabag Montiel y sobre todo a su novia Brenda Uliarte. Tal es así que, en las últimas horas, se dio a conocer una conversación de WhatsApp de integrantes del grupo “Los Copitos” -aquel que también formaban parte el hombre que intentó asesinar a la vicepresidenta y su pareja- en el cual se relata que la joven de 23 años manifestó estar “orgullosa” de la actitud de Sabag Montiel. 

La información surge del grupo de amigos, conocido como “Los Copitos”, que se presentaron junto a Uliarte el pasado viernes a la noche en una entrevista en Telefe, donde dijeron estar conmocionados por lo sucedido. Sin embargo, lejos de ser una real confesión, de la revisión de sus teléfonos surge otra información, por ejemplo, que la joven sí tenía noción del arma de Sabag, algo que en el entrevista había negado rotundamente.

En tanto, el martes a la noche se difundió la captura de pantalla de una conversación que Gabriel, uno de los amigos del grupo, mantuvo con Nicolás Carrizo -identificado como “el jefe” que, por ser el propietario de la máquina de hacer copos, proveía la mercadería al resto- en las horas posteriores al ataque, donde le comentaba que Brenda estaba al tanto de lo sucedido. 

Brenda me contó algo de ese día. Me mandó mensajes diciéndome que quería hablar conmigo urgente y me dijo que estaba presente ese día que pasó eso. Me dijo ella que estaba orgullosa de lo que ‘Nando’ (Sabag Montiel) hizo y le pregunté cómo sabía ella del tema y me dijo que estaba presente ese día del atentado”, reza el mensaje que le había escrito Carrizo al joven.

Para los investigadores, esta es una prueba más que demuestra que la joven, detenida desde el pasado domingo, no solo estaba al tanto de lo ocurrido sino que, además, celebró el accionar de Sabag Montiel.

Pero eso no era todo, tras ello se conoció que el propio Gabriel se había manifestado de forma violenta. “Seguro el próximo sos vos, Alberto, tené cuidado”, fue uno de los mensajes que publicó horas después del atentado a la Vicepresidenta. 

“El Gobierno es vulnerable y espero que les quede claro. Nosotros somos los que mantenemos a estos parásitos allá arriba. Van a juzgar a una persona que estaría haciendo un gran favor a la sociedad“, dice otro.

Todos los amigos del grupo de “Los Copitos” ya declararon como testigos y dijeron que “no sabían nada” de las intenciones de Sabag Montiel. 

Los contactos de los acusados por respaldar el atentado a CFK con Milei, Bullrich y García Moritán 

Los buenos amigos de los supremacistas que ahora se hacen los desentendidos

A la derecha, Sebastián Poch, a la izquierda, Javier Milei, en una protesta frente a la Embajada de Cuba, el año pasado.
A la derecha, Sebastián Poch, a la izquierda, Javier Milei, en una protesta frente a la Embajada de Cuba, el año pasado.

Por Por Juan Ignacio Provéndola / PAGINA 12.- Así como el año pasado Javier Milei procuró mostrar músculo popular aupando bajo su ala a cuanto grupo o individuo intentara acercársele de cara a las elecciones que lo terminarían ungiendo como diputado nacional, ahora el líder del espacio La Libertad Avanza y su núcleo desandan velozmente el camino inverso antes de que nuevos problemas les exploten en las manos. Sos los costos que se pagan cuando el armado político es defectuoso, inorgánico y sin mayores filtros

La detención del libertario de extrema derecha José Derman por celebrar el ataque a la vicepresidenta Cristina Kirchner y reconocer que él se animaría a hacerlo mejor, sumado al allanamiento del denominado Centro Cultural Kyle Rittenhouse de La Plata que él lideraba (donde fue hallado un proyectil mortero de 38 milímetros) dejó a la vista los entretejidos de un espacio que, en aras de su expansión, terminó involucrando a elementos peligrosos y de los que ahora nadie quiere hacerse cargo.

Sin embargo, a medida que pasan los días van saliendo a la luz distintos agregados que le dan otro volumen a esta historia, inicialmente imaginada como la del “lobo solitario”, una referencia que también se aplicó al accionar de Fernando Sabag Montiel, aunque ahora se descubre inexacta para definir ambos casos. 

“Javier se saca fotos con cualquiera” intentan argumentar desde su entorno, acaso tarde: el martes apareció una publicación en Instagram donde Milei celebraba una pintada con su nombre en el marco de un acto vandálico que la gente del Kyle Rittenhouse hizo en un local del Frente de Izquierda de La Plata el año pasado, mientras que ahora circula una foto en la que el líder del espacio que negocia un acuerdo con Patricia Bullrich luce junto a Sebastián Poch, el otro creador de esta célula de ultraderecha platense y el único que ahora ostenta el manejo de ese lugar, ya que también viviría en una propiedad lindera. 

Es que Derman fue declarado inimputable (es la segunda vez que ocurre) y deberá someterse a un estudio para determinar su tratamiento en el instituto psiquiátrico Alejandro Korn de Melchor Romero, aunque resta saber si eso implicará una internación o si, tal como indica la nueva ley de Salud Mental, lo hará de manera ambulatoria.

En otra imagen también se observa al legislador porteño Roberto García Moritán de Republicanos Unidos (partido de Ricardo López Murphy, dentro de Juntos) con otro miembro de Fuerza Unidaria Argentina, el espacio de extrema derecha dentro del cual se incubó el grupúsculo que luego operó en La Plata. La imagen es curiosa no solo por ese acercamiento (del que ahora nadie quiere hacerse cargo), sino porque se hizo en el marco de una movilización callejera, precisamente la misma acción que ahora Moritán propone combatir con el disparatado proyecto de demolición del edificio del Ministerio de Desarrollo Social.

La primera imagen de estas características fue aquella en la que dos personas a nombre de Patricia Bullrich aparecen en el interior del Kyle Rittenhouse. En La Plata, el referente de la ex ministra de Seguridad de Mauricio Macri es Mauro Palummo, quien días antes del intento de atentado calificó a CFK como “psicópata”, a la vez que afirmaba que “como en los ’70, pero ahora desde el gobierno (lo que es peor), los montoneros vuelven a empezar a generar terror en las calles a los ciudadanos de bien”.

Resulta curioso que, al menos de momento, la Justicia se haya concentrado únicamente en la figura de Derman, teniendo en cuenta que no es el único que maneja el espacio de calle 5 entre 64 y 65 del barrio El Mondongo de La Plata. Más aún: ni siquiera fue el único capaz de alimentar discursos de violencia propios de la extrema derecha. 

Poch también hizo alarde público de ideas del mismo tenor y sin mascaradas. “Están las condiciones dadas para una guerra” y “no hay esperanza de una salida democrática” fueron algunas de sus declaraciones en una entrevista para el sitio web Info Blanco Sobre Negro. Lo mismo había hecho en varios videos y redes sociales, acaso entusiasmado porque ahí podía expresar cualquier barbaridad sin consecuencia alguna. 

La detención de Derman y el allanamiento del Kyle Rittenhouse cambiaron el panorama y obligaron a otros similares a tomar recaudos, acaso por ello es que dieron de baja la página en Facebook de este denominado centro cultural, lo mismo que algunos videos en YouTube (entre ellos el que generó la acción judicial del lunes pasado). 

El psicoanalista advierte que el neoliberalismo “ya no busca legitimidad en las organizaciones institucionales”

Jorge Alemán: “La presencia del odio es constitutiva del neoliberalismo”

Un panorama agudo tanto del discurso capitalista que abordó Jacques Lacan como de los discursos de odio en este presente argentino.

 (Fuente: Sofía Genovese)
. Imagen: Sofía Genovese
Por Oscar Ranzani / PAGINA 12.- El prestigioso psicoanalista y escritor argentino Jorge Alemán se exilió en España en 1976, en plena dictadura argentina, y cuando el país ibérico hacía poco que iniciaba una transición a la democracia, después de casi cuarenta años del régimen dictatorial de Francisco Franco, quien falleció el 20 de noviembre de 1975. Alemán tenía 25 años. Desde entonces, vive en Madrid. Autor de numerosos libros que dan cuenta de un pensamiento que une psicoanálisis, filosofía y política, así como de libros de poesía, durante la segunda mitad de los ‘70 formó parte de la avanzada del psicoanálisis lacaniano en España y es unos de los intelectuales más consultados. Pero nunca se olvidó de su tierra. Por eso, cuando se le consulta en qué medida su teoría puede explicar lo que está viviendo la sociedad argentina, Alemán es capaz de trazar un agudo y lúcido panorama tanto del discurso capitalista que abordó Jacques Lacan, como de los discursos del odio en este presente argentino.

–¿En qué aspectos se cumplen las características del discurso capitalista del que hablaba Lacan en estos tiempos?

–En todos los aspectos. Es mi tesis. Hay una homología estructural entre el discurso capitalista y el neoliberalismo. El neoliberalismo es el triunfo, en términos heideggerianos, de la técnica. Es la idea de entrenar al cerebro a través de las estructuras cognitivas, las nanotecnologías, las redes informáticas. Es gestionar el cerebro como si fuera una empresa. A la vez, a toda la violencia del sistema, el neoliberalismo la intenta hacer pasar por la culpa del sujeto; es decir, el propio sujeto es culpable de todas las circunstancias adversas que le tocan vivir en este mundo. La idea es que cada sujeto considere su libertad en los términos de costo-beneficio. Todo eso ya estuvo previamente enunciado por Lacan cuando escribió el discurso capitalista. Habló del rechazo del amor; es decir, esta especie de management del alma que hay ahora con los términos empatía, autoestima, resiliencia que, en realidad, son términos que tratan de entrenar a los sujetos para que soporten cualquier cosa o para que la única realidad de esos sujetos sea su narcisismo. Lacan también en ese discurso anunció el plus de gozar, un término muy problemático. No está solamente en la clase dominante, sino que también juega su papel en los sectores explotados y en los sectores oprimidos. Basta ver cuando se dice que hay muchísimos sectores de la población en distintas partes del mundo que votan contra sus propios intereses. Si se leyera la estructura del discurso capitalista como corresponde se vería que no están votando contra sus propios intereses. Pero los intereses de los sujetos no son sus intereses vitales, no son los intereses del principio del placer, no son los intereses homeostáticos. Están en un más allá. Son intereses vinculados al goce. Y cuando se pone a los interese vinculados al goce todo se vuelve mucho más problemático. Uno entiende por qué en una villa miseria o en una favela hay intercambios de armas, marcas de todo tipo. Finalmente, hay un mercado. Las exigencias y los imperativos de rendimiento siguen funcionando en el corazón mismo de la pobreza.

–“Hay mucho miedo de que se ponga todo mucho peor de cómo está”, le dijo usted a este cronista en 2017 cuando Mauricio Macri ya era presidente. Viendo los hechos sucedidos en los últimos tiempos, su análisis tenía un innegable carácter anticipatorio.

–Sí, se puso mucho peor. El mundo está mucho peor. Es decir, ha surgido a raíz de los efectos de destrucción en el discurso capitalista de los puntos de anclaje un tipo de subjetividad que no tiene dónde amarrarse, que flota, como diría Lacan; que no tiene un horizonte político en donde incluirse. Y el receptáculo de todo eso ha sido la ultraderecha. No hay que confundirla con las ultraderechas históricas. La ultraderecha es una agenda, no un partido político. Y es este híbrido de neoliberalismo y una estructura que está dispuesta a llevar adelante la destrucción de todos los lazos sociales, del sujeto, y transformar todo en una especie de performance y entrenamiento para los que pueda entrar al mercado o los que queden afuera.

–¿Y cómo analiza desde la teoría psicoanalítica los discursos de odio y por qué prenden en algunos sujetos de semejante manera?

–Si uno no tiene ningún legado simbólico, si a uno le han destruido el horizonte histórico en el que se podía reconocer, las pulsiones de muerte y las pulsiones de destrucción están en todos los sujetos. Y si al sujeto se lo captura de tal manera que deja de tener historia y lo único que escucha es lo que en el presente absoluto se mueve y eso que se mueve está todo el tiempo llamando a la destrucción y al odio de todo aquel que quiera volver a introducir el campo transformador de lo popular, bueno, hace tiempo que el neoliberalismo ha entendido que no se va a legitimar a través de las instituciones, que se tiene que legitimar a través del odio Si usted ve cómo va funcionando el neoliberalismo desde Estados Unidos a Europa observará que ya no buscan legitimidad en las organizaciones institucionales sino que es constitutivo del neoliberalismo la presencia del odio.

–¿Y el tipo de rechazo que se produjo con el kirchnerismo es muy parecido a una rechazo que se expande por el mundo? La pregunta es porque en la Argentina se suele hablar de una similitud entre 1955 y la actualidad en cuanto a ese tipo de discursos.

–Evidentemente, Argentina tiene sus peculiaridades. Primero, está el odio clásico al peronismo. Segundo, está el odio a lo femenino, encarnado en la figura de Cristina, cuando lo femenino asume una vocación política de transformación y de llevar al campo de lo popular al poder. Esto se les vuelve insoportable a muchísimos sujetos, como el sujeto que buscó su “minuto de gloria”. Este sujeto que el otro día buscó su “minuto de gloria” es el resultado de su odio y de la intersección de ese odio con todos los aparatos mediáticos que están promoviendo, que no tienen otra consistencia que el odio que promueven.

–Se llegó al límite de que muchos sujetos rechazan a la vicepresidenta hasta por su voz. ¿Cómo se configuran los discursos de odio a nivel individual?

–Así. El odio termina siendo no algo que se dirija a una forma de pensar solamente. El odio se dirige al ser. Esa es la potencia que, a veces, tiene el odio con respecto al amor: el odio se dirige a la propia existencia. Entonces, la voz, los gestos, el cuerpo, la manera de moverse, todo eso nutre al odio.

–¿Y de qué modo cree que se puede analizar la ideología en la formación psíquica? ¿O acaso lo psíquico es formador de ideología?

–El gran aporte de la izquierda lacaniana –y eso lo he trabajado en mi último libro Ideología— es la relación muy problemática, pero relación al fin, entre la ideología y el fantasma. La ideología tiene que ver con la reproducción de las relaciones sociales de producción; es decir, con la explotación y la opresión, pero el fantasma le presta a la ideología una superficie de inscripción. Por ejemplo, lo que estuvimos viendo en este sujeto el otro día. Este sujeto, por lo que sea, se realiza a través de un acto violento que en él pretende alcanzar su “minuto de gloria”. Eso no es algo meramente ideológico, es de orden fantasmático también. El gran mérito de Althusser es que cuando leyó a Lacan y escribió sobre los aparatos ideológicos del Estado inscribió el problema del estadio del espejo; es decir, el de las identificaciones dentro de la ideología. Por lo tanto, si usted ve a un inmigrante en Europa que vota a la ultraderecha, uno dice: “Pero, ¿cómo puede ir en contra de sus intereses?”. Vuelvo a insistir en este punto: depende de qué identificaciones tenga, porque cuando la historia desaparece, las identificaciones se vuelven muy fuertes.

–Freud decía que una mente sana es aquella que no niega la realidad pero se esfuerza en transformarla. Si se lo aplica a lo colectivo, ¿en qué aspectos es esta una sociedad enferma y cómo se puede lograr modificarlo?

–Los acontecimientos hablarán porque realmente la sociedad está muy enferma. Hay muchísimos lugares del mundo, por ejemplo, aquí en España, la coalición que forman el PSOE, Izquierda Unida y Podemos hizo las cosas con bastante sentido común, teniendo en cuenta la pandemia, la guerra y el tiempo que le tocó. Y es probable que pierda las elecciones. ¿Por qué? Del otro lado tiene esta derecha desinhibida que propone que no va a pagar la luz, que ya puso en su tiempo que la cuarentena era una imposición. Hay que tener en cuenta que nosotros hemos quedado del lado de los argumentos, del lado de las restricciones, del lado de “hay que renunciar para el bien común”, y la derecha está en un proceso de desinhibición para que luego se distribuya por todas partes. Mientras que, a la vez, la fractura de lo social se va pronunciando cada vez más y la desigualdad aumenta. En el goce que propone la ultraderecha está el aumento de la desigualdad.

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