PLURINACIONAL INFO / La Paz.- Los obispos católicos de Bolivia que no se pronunciaron cuando el régimen de facto de Jeanine Añez masacró a 38 bolivianos y dejó centenares de heridos, detenidos y torturados, en las últimas horas, pidió la libertad de la exdictadora y clamó por un juicio justo a los militares, policías y civiles responsables de hechos sangrientos y casi 70 casos de corrupción ocurridos en 11 meses del gobierno de facto.
No es la primera vez que los “pastores” bolivianos hacen todo lo contrario a las recomendaciones del Papa Francisco quien al asumir su pontificado pidió a lo obispos “oler a oveja”, es decir que sean defensores del pueblo de Dios y no lobos. Pero los obispos bolivianos se convirtieron en lobos disfrazados de “pastores” que se comen a las ovejas. Es decir su “servicio pastoral” se convirtió en defensa de los lobos, de los patrones, de los represores del pueblo.
La jerarquía católica boliviana -que cuenta con medios de comunicación que también están al servicio de los golpistas y la derecha- fue la principal articuladora del golpe de Estado contra Evo Morales y la autoproclamación de una senadora cuyo partido ni siquiera había llegado al 4% en la votación nacional. Fue la Universidad Católica Boliviana en La Paz, el centro de conspiración de los golpistas.
Los obispos católicos están tan involucrados en ese golpe de Estado, que no tuvieron verguenza, por ejemplo, de nombrar Rector de la Universidad Católica Boliviana en Santa Cruz de la Sierra, a otro de los principales golpistas y ministro de facto de Añez, Oscar Ortiz.
Iglesia pide ‘de una vez’ una reforma judicial y dejar de instrumentalizar la justicia
o que el Pueblo Boliviano quiere es que la Administración de la Justicia actúe en el estricto cumplimiento de las leyes, con transparencia, autonomía y en un total respeto a la verdad”, dice el documento de la Iglesia.
El monseñor Giovani Arana (c). Foto: Arquidiócesis de La Paz
Por Pablo Cuiza/ LA RAZON.- La Iglesia Católica pidió este jueves ‘de una vez’ una reforma judicial y exhortó a dejar de instrumentalizar la justicia en Bolivia, en medio de la visita del relator especial de la ONU sobre la independencia de los Magistrados y Abogados, Diego García-Sayán, y la huelga de hambre que mantiene la expresidenta Jeanine Áñez.
“Como Obispos, cumpliendo nuestra misión de pastores de la Iglesia Católica en Bolivia, nos preocupa que las promesas de reforma de la justicia queden en el olvido. Por eso, pedimos que se inicie, de una vez, el proceso de reforma con la participación y consenso de todas las Instituciones y fuerzas vivas del País”, señala el comunicado de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), titulado Justicia Para Bolivia, cuya lectura estuvo a cargo del monseñor Giovani Arana.
También observaron el juicio contra autoridades del gobierno transitorio de Jeanine Áñez (2019-2020), al que calificaron de “constitucional”, y procesos contra exmilitares, expolicías y cívicos. Según los obispos, este proceso es conducido entre graves deficiencias legales y violando los derechos humanos más elementales.
Consideraron que con ese juicio se despierta la duda de que se pretenda “encubrir una verdad de lo acontecido en el año 2019, reconocida por veedores e instituciones internacionales”.
El Gobierno y representantes del Movimiento Al Socialismo (MAS) consideran que la Iglesia Católica actuó como cómplice de lo que se llamó el golpe de Estado de noviembre de 2019 cuando Evo Morales se vio obligado a renunciar a la presidencia y en su lugar tomó el poder Áñez.
La Iglesia observó también los casos recientes de sentenciados a 30 años de cárcel por el delito de feminicidio que fueron liberados por jueces solo por «intereses económicos».
En su comunicado, la Iglesia llamó a “dejar de perder el tiempo en la instrumentalización de la justicia”.
“Lo que el Pueblo Boliviano quiere es que la Administración de la Justicia actúe en el estricto cumplimiento de las leyes, con transparencia, autonomía y en un total respeto a la verdad”, dice el documento.
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