No solo Añez es golpista, también son golpistas Mesa, Camacho, Tuto y Doria Medina

Por Luis Fernando Cruz / AHORA EL PUEBLO / LA PAZ.- El golpe de Estado perpetrado por Comunidad Ciudadana (CC) de Carlos Mesa; Creemos de Luis Fernando Camacho; Unidad Nacional (UN) de Samuel Doria Medina (UN); Jorge Tuto Quiroga; y plataformas políticas con apoyo del Alto Mando de las Fuerzas Armadas (FFAA) y de la Policía Boliviana, entre otros, en noviembre de 2019, fue el más nefasto de la historia de Bolivia, coinciden los analistas políticos Hugo Siles y Gustavo Torrico.

En entrevista con Ahora El Pueblo, por separado, señalaron que desde el triunfo de la Revolución Democrática Cultural y la implementación del Proceso de Cambio en diciembre de 2005, con el triunfo del Movimiento Al Socialismo (MAS) con más de 54%, el binomio Evo Morales Ayma y Álvaro García Linera restituyeron la soberanía y la dignidad del pueblo boliviano, se nacionalizaron las empresas estratégicas del país, se implementaron políticas sociales y se inició la industrialización de los recursos naturales, entre otros.

Gustavo Torrico.

Esos logros minaron la credibilidad de las fuerzas políticas de la derecha opositora lideradas por Jorge Tuto Quiroga, Samuel Doria Medina, Rubén Costas, Manfred Reyes Villa, Carlos Mesa y otros para derrotar al MAS en las elecciones. Ninguno tuvo la capacidad para concretar un plan que haga frente al Modelo Económico Social Comunitario Productivo.

ALIANZAS

En ese contexto, Gustavo Torrico explicó que, a pesar de los esfuerzos de la derecha opositora para consolidar una sola fuerza política para hacer frente al MAS en elecciones nacionales y subnacionales, pugnas de poder, por prebendas y cuotas enterraron esa posibilidad y, junto a ellas, un eventual triunfo electoral y reiteradas derrotas desde 2009 hasta 2020.

Hugo Siles.

NAUFRAGIO

El analista Hugo Siles dijo que en más de una década de gobierno del MAS la oposición naufragó por la ausencia de propuestas alternativas para el país, se vio forzada por todos los medios a buscar una intervención e injerencia en su afán de restituir el modelo neoliberal económico de los años 90.

“Esta forma de comportamiento no captó apoyo en el voto del ciudadano, por eso los fracasos que tuvieron en las urnas de quienes no pudieron gravitar el respaldo de la población por la forma de organización política electoral que plantearon en diferentes momentos y por ello pasaron de los magros resultados electorales en las urnas a irrumpir el orden constitucional con un golpe de Estado con un gobierno de facto que aglutinó a todos los partidos de oposición como los Demócratas, cívicos para gobernar”, sostuvo.

Señaló que en los últimos quince años los resultados electorales han sido contundentes, marginando a la oposición hasta reducirla a una simple fracción en la representación del poder político en Bolivia, porque su desempeño ha sido oponerse al avance constitucional, social, económico, las reformas y los cambios que han permitido en Bolivia llegar a configurar un país soberano, con dignidad y en pleno proceso de desarrollo.

“Este alcance de desarrollo económico, político del país cada vez aleja a la oposición de la posibilidad de gobernar por la vía democrática, porque su ubicación y posición ideológica política en Bolivia es contraria al modelo que hoy tiene mayoritariamente la población que es el Modelo Económico Social Comunitario Productivo, en el que la gente confía. Precisamente por ello es que la oposición no tiene posibilidades políticas electorales para gobernar Bolivia”, aseguró.

Frente a la imposibilidad de la toma del poder político por voluntad del soberano, la derecha opositora en 2019 implementó un plan de desgaste mediático para restar credibilidad al Tribunal Supremo Electoral (TSE) por un presunto fraude electoral junto a la entonces administración de Gobierno.

SOBREVIVENCIA

Hugo Siles fue enfático en que la derecha opositora carece de capacidad de propuesta al pueblo porque no renuncia a su pretensión de reponer el modelo económico neoliberal en el país, eliminando a las empresas estatales, las políticas sociales, la industrialización y el desarrollo productivo.

“Se opone por una necesidad de supervivencia política, es decir que la oposición apuesta a la supervivencia política, que es consciente en que no participa y comparte este modelo económico que ha sido exitoso para el país y reconocido en el mundo. No está de acuerdo con la ubicación que tiene el Estado versus el mercado, con la economía, con la legislación y las reformas que se han ido llevado en Bolivia”, aseguró.

“Quiere restituir el modelo neoliberal del pasado, quiere modificar el tipo de cambio, la estructura de la economía. Lo ha querido hacer en el año de gobierno de facto reinstalando un modelo neoliberal, lo que la ciudadanía ha rechazado porque no se puede retroceder en el avance de las conquistas económicas y sociales desde 2006”, añadió.

GOLPE DE ESTADO

Seguros de la preferencia electoral para el MAS, en los comicios presidenciales del 20 de octubre de 2020, la derecha opositora, con apoyo del secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y las corporaciones mediáticas privadas posicionaron un presunto fraude electoral que hasta ahora no ha sido demostrado.

A esa campaña de desprestigio electoral se sumaron el Alto Mando de las FFAA, la Policía Boliviana, los jerarcas de la Iglesia Católica, los gobiernos de Argentina, Ecuador, Brasil y el representante de la Unión Europea en el país, que terminó con la ruptura del orden constitucional, el golpe de Estado, la instauración del régimen de facto con Jeanine Añez y la masacre de 38 personas en Pedregal, Sacaba, Senkata, Montero y Betanzos, entre octubre y noviembre de 2019.

EL MÁS NEFASTO

El analista político Hugo Siles afirma que el golpe de Estado de octubre de 2019 ha sido el episodio histórico más negro de la historia democrática de Bolivia, y que no se compara con lo vivido con los golpes militares de los años 70 y 80, en los que el país no tenía presencia internacional, estaba sometido a intereses del imperio estadounidense y se constituía apenas en un satélite del escenario internacional.

En tanto que en 2019 el Estado Plurinacional de Bolivia con el Movimiento Al Socialismo no sólo fue un ejemplo en crecimiento económico de la región que le significó reconocimientos internacionales, sino que le devolvió la soberanía e independencia al pueblo boliviano.

“En el mejor momento de la historia de Bolivia se da el golpe, a diferencia de cuando los golpes de Estado se daban a partir de otras lógicas porque se encontraba el país en la devastación, en crisis y a punto de su desintegración”, precisó. “En el mejor momento del país, con indicadores económicos y sociales positivos que iban a la vanguardia en comparación de otros países de la región se produce este golpe de Estado que paraliza la economía del país, y con la pandemia del Covid-19 termina con la devastación total a niveles que solamente habíamos vivido en la década del 80 (…) Es un hecho crítico de la historia del país, por eso el golpe de Estado de 2019 es el episodio más funesto, más negro e irracional en la historia de Bolivia”, aseguró.

CRIMINAL

El analista Gustavo Torrico dijo que lo ocurrido en octubre de 2019 no se compara con los golpes militares sangrientos y la violación de los derechos humanos de los 70 y 80, porque a pesar de ser regímenes de facto defendían la soberanía y mantenían la política económica y social nacionalista.

“El golpe de Estado de 2019 es el más nefasto y criminal de la historia de Bolivia, es la página más oscura de la historia del país, porque incluso durante la dictadura de Hugo Banzer Suárez, que fue la más sangrienta con la violación de los derechos humanos, la corrupción y el narcotráfico, se mantenía la forma de gobernar con una idea nacionalista”, precisó.

Apuntes sobre la ruptura constitucional

El golpe de 2019 no es ni chicha ni limonada, porque se trata de un club de ladrones que asaltaron YPFB, los ministerios. (Torrico)

Quieren restituir el modelo neoliberal del pasado, quieren modificar el tipo de cambio, la estructura de la economía. Lo han querido hacer en el año de gobierno de facto reinstalando un modelo neoliberal. (Siles)

Se oponen por una necesidad de supervivencia política, es decir que la oposición apuesta a la supervivencia política, que es consciente de que no participa ni comparte este modelo económico que ha sido exitoso para el país y reconocido en el mundo (Siles).

El golpe fue la única vía que la oposición ha encontrado para llegar al poder. No ha cambiado en lo mínimo en la última década, no ha evolucionado para poderle ofrecer al país una alternativa de programa. (Siles)

El golpe de Estado de 2019 fue el más nefasto de la historia de Bolivia