Moral ni a palos

Por: Juan Carlos Azurduy/ AHORA EL PUEBLO.- Hace pocos días, Alfonso Gumucio Dragón escribió un artículo, en un diario afín a los golpistas, que llama la atención por su virulencia y diatribas contra el canciller Rogelio Mayta.

Ciertamente que la doble moral de estos “pseudo progresistas”, ni se les quita ni a palos.

Su adscripción a causas populares les dura hasta que se les toca sus privilegios.

Y la primera pregunta cae de madura: ¿Por qué Alfonso Gumucio Dragón se siente tan preocupado por lo que pasa en Cancillería? La respuesta es: se encuentra defendiendo los privilegios de sus familiares y amigos, está defendiendo a un gobierno de facto y a una lógica de gobernar que reproducía y cuidaba sus privilegios de clase pigmentocrática y de apellidos.

Es el caso de su sobrino, hijo de su primo Mariano Baptista Gumucio, que fue contratado por la canciller golpista Karen Longaric para “representarnos” en la embajada en Madrid, España.

Igual que su amigo Gualberto Rodríguez que también estaba en la misión de Bolivia en España.

En este punto, se hace necesario dejar sentado lo que representaba la Diplomacia y la Política Exterior, en el Estado Republicano Colonial que teníamos hasta hace tres quinquenios. Se trataba de un espacio de discriminación y exclusión; además de un mecanismo de reproducción de privilegios.

Una Diplomacia Mediocre, que servía para tener formas de conocer otros países, con plata del Estado.

Usualmente, nuestras misiones se encontraban llenas de parásitos, tanto en las embajadas como en los consulados. Doctorcitos sin título ni experiencia, pero con amigos y compadres en algún partido de derechas.

O también la experiencia de Diplomáticos Express, queriendo implementar, en 2004 y 2005, un escalafón diplomático basado en una Ley aprobada en 1993. ¿Por qué, si era su premura de “profesionalizarse” no elaboraron decretos e implementaron la Ley 1444, con su correspondiente normativa? Nuevamente, la respuesta es muy fácil: porque hasta entonces funcionaba bien la “democracia pactada”. Luego de la “guerra del gas” y tras la huida de Sánchez de Lozada, les quedó claro que su compadrerío no seguiría funcionando y se les acababa la mamadera.

Entonces intentaron implementar un Escalafón y una “Carrera Diplomática”, sin siquiera cumplir con los requisitos que ellos mismos pusieron; llevando adelante un proceso trucho. Igual que quisieron repetir en el gobierno golpista, de manera tan grosera, que la misma canciller de facto Karen Longaric tuvo que anular los obrados.

¿De qué diplomáticos de carrera nos habla Gumucio Dragón? ¿A quiénes defiende?

¿Quiénes se encontraban en el Servicio Exterior? Oporto, activistas y familiares.

Seamos claros, nunca les importó Bolivia ni sus relaciones internacionales, solamente les interesa defender sus privilegios. No tienen moral ni a palos.

Moral ni a palos