Que Bolivia entregue a Dávila; y EEUU a los represores Sánchez Berzaín y Murillo, propone exministro de Gobierno

Por Juan Manuel Ijurko/EL DEBER.- El exministro de Gobierno durante el mandato de Evo Morales, Carlos Romero, reapareció este jueves para dar una extensa conferencia de prensa sobre la detención de Maximiliano Dávila, exjefe antidrogas, y el pedido de extradición solicitado por Estados Unidos. Para la exautoridad nacional, la decisión debe responderse en el ámbito de la justicia a pesar que es la Cancillería la que mantenga los canales de diálogo.

“Desde el punto de vista político, si quieren extraditar a Dávila, a lo mejor hay que hacer un cambalache y que nos envíen a los dos exministros que están protegidos en el país del norte”, manifestó Romero, refiriéndose a Carlos Sánchez Berzaín  y Arturo Murillo.

Al inicio de la rueda de prensa, Romero señaló que le  pareció oportuno pronunciarse sobre la detención del ex director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), Maximiliano Dávila, y la posible relación con el expresidente Evo Morales.

Para Romero, la petición de extradición de Dávila debe resolverse en los estrados judiciales. Para ello, Estados Unidos no solo debe enviar la solicitud, sino que también deberá demostrar la vinculación de Dávila con el tráfico de cocaína.

“Si ofrecen una recompensa (de $us 5 millones) para que aporten pruebas, supone una falta de seriedad”, dijo Carlos Romero. Para el exministro de Gobierno, la propuesta planteada por el departamento de Estado del país del norte pone en duda las pruebas que podrían tener en contra de Dávila. “No es un proceso normal”, añade.

La crítica hacia el proceder de Estados Unidos apunta a la credibilidad misma de la DEA. “Cualquier operativo de la DEA es clandestino, ya que fue expulsada del país”, recuerda Romero al asegurar que “Estados Unidos no ha emitido informes que sean objetivos” en materia de lucha contra el narcotráfico.   

De manera tajante, insiste en que se “pretende politizar el tema”. 

El interés de arrastrar el debate hacia la faceta más política también se ha producido en Bolivia. Para la exautoridad, “actores políticos tratan de forzar la relación de Evo Morales con Dávila” al utilizar una fotografía en la que aparecen juntos celebrando el cumpleaños del expresidente.

Para Romero, la foto “no es relevante” y no comprueba la cercanía entre ambas exautoridades. La fotografía se tomó en un acto público cuando se celebraba el aniversario de la creación del Centro de Entrenamiento Internacional Antinarcóticos Garras del Valor y “había más gente”.

En varias partes de la conferencia, Romero desvirtúa la relación entre el detenido Dávila y el expresidente Morales. “Es un despropósito pretender involucrar a Evo Morales” con los círculos del narcotráfico que operan en el país. Sin embargo, en una oportunidad dejo entrever que las operaciones de Dávila se habrían consolidado durante el mandato de Jeanine Áñez.

En la defensa al expresidente, Romero resumió algunos logros del gobierno de Morales en la lucha contra el narcotráfico y la erradicación de plantaciones de coca. Recurrió también a noticias de prensa de hechos que hicieron “historia” y para recordar los narcovínculos de los años 90. 

“El narcotráfico penetró el sistema político boliviana en esa época”. La afirmación acompaña a nombres como Jaime Paz Zamora, Samuel Doria Medina y otras autoridades de los gobiernos anteriores sobre quienes sobrevoló la sombra de los vínculos con le narcotráfico.

Desde esa época, ya se hablaba de una posible relación de Morales con el narcotráfico. “(Evo Morales) Es un perseguido de la DEA desde hace más de 30 años atrás, pero nunca han podido demostrar nada. Si van a hacer acusaciones que sea con pruebas”, expresó.

Además de la exculpación a Morales, Romero también enfatizó la desvinculación de la institución policial con las redes del narcotráfico. “No es la Policía la que está metida en esto, pero algunos miembros manchan el uniforme policial”, resalta. 

Con el propósito de defender la institución policial, Romero también explicó las condiciones que rodearon la llegada de Dávila a la dirección nacional de la Felcn. “El coronel (Dávila) fue sugerido por el Comando Nacional” y, como autoridad de gobierno respetuosa de las normas “fue designado igual que cualquier otra autoridad de acuerdo a la ley de carrera policial”, recordó. Ante todo, “no fue una designación política”, insistió el exministro.

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