Falleció el escritor, periodista y poeta Coco Manto

AHORA EL PUEBLO / La Paz.- El periodista, poeta y diplomático Jorge Mansilla, conocido como ‘Coco Manto’, falleció ayer a los 81 años. Artistas, políticos y gestores culturales lo recuerdan como un hombre con un gran sentido de responsabilidad social y fiel a sus principios revolucionarios.

El presidente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FC-BCB), Luis Oporto, manifestó su pesar por el deceso del periodista ‘Coco Manto’ y recordó que su pluma se convirtió en bandera de lucha en defensa de la justicia social.

Rememoró la última vez que tuvo la oportunidad de conversar y escuchar al periodista. En octubre de 2018, se desarrolló el taller de Historia Oral del Movimiento Minero, en ese evento estuvo ‘Coco Manto’ para abordar el tema de las radios mineras en Bolivia. En su alocución el escritor expresó su orgullo por ser parte del movimiento obrero, recordó Oporto.

“Fue en esa ocasión que dijo ‘muchas veces me arrepentí, compañeros, de no haber sido minero, de no ser trabajador y de haberme dedicado al periodismo’, pero creo que desde el periodismo su aporte fue fundamental para las grandes conquistas del movimiento obrero”, agregó.

El también historiador destacó que ‘Coco Manto’ fue un digno militante de izquierda consecuente y comunista.

Algunas de las obras del periodista. (Foto: RRSS)

Una infancia llena de amargura

‘Coco Manto’ recordó en una entrevista en el programa Memorias que Perduran, en 2019, que su infancia y adolescencia transcurrió entre Uncía y Llallagua, donde hizo la primaria y la secundaria.

Para el escritor, lo mejor que recuerda de su vida en los centros mineros es el humor de la gente, en lugares donde hay tragedia y la apertura a la risa y la alegría, “los velorios son lugares donde se cuentan los mejores chistes para no dejarse jalar por la fracción de la muerte y para seguir viviendo”, contó.

Periodista, poeta, humorista, escritor, radialista, fue reconocido por su aporte en el humor político, el uso de la ironía y la sátira para cuestionar la actitud de las autoridades gubernamentales que le daban una veta libre y abierta para explotar sus habilidades y burlarse del poder de turno.

Contó que fue testigo de la masacre del 43, la masacre del 47 en julio y agosto. De esa infancia, recuerda mineros detenidos por las calles de Uncía y Llallagua, entre ellos su padre, residenciado en Coati acusado de ser socialista, anarquista, pirista.

“El colgamiento de Villarroel pegó muy duro en los mineros, porque este personaje era muy querido por los mineros. Mi infancia estuvo marcada por muchas pérdidas”, dijo.

En 2019, el escritor recibe el Premio Nacional de Culturas, conferido por el entonces Ministerio de Culturas y Turismo, como una iniciativa promovida por la cantautora Zulma Yugar, la asambleísta Estela Rivera y Pablo Mansilla, hijo del consagrado escritor.

El galardón es el máximo reconocimiento cultural que otorga el Estado a personalidades destacadas. Fue instituido en 1969 y consiste en una medalla de oro macizo, un diploma de honor y una suma monetaria de Bs 60 mil.

La voz de las injusticias sociales

El pseudónimo de ‘Coco Manto’, Coco por Jorge y Manto por la fusión de las iniciales de los apellidos Mansilla y Torres, según refiere en la entrevista, le salvó la vida en varias oportunidades en épocas de la dictadura militar, desde René Barrientos Ortuño hasta Luis García Meza.

“Cuando vi que perdí muchos amigos en las masacres mineras sentí la necesidad de comunicar lo que estaba pasando en ese momento, porque no bastaba la voz, hay que darle palabra”, contaba.

Manto manifestó que en ese contexto decidió dotarle de palabra a la voz acallada de los mineros y de los demás sectores acallados por los gobiernos.

“La palabra bien dicha puede ocasionar cambios en la realidad social”, añadió.

Personalidades expresan su pesar

El representante permanente en Misión Permanente de Bolivia ante la Organización de las Naciones Unidas, Sacha Llorenti, escribió en su cuenta de Facebook “Coco Manto, además de ser escritor, periodista, cronista y poeta, fue un revolucionario. Leal a sus principios y al Pueblo. Siempre consecuente con sus ideas. Su ejemplo y su palabra hacen que siga vivo.

Sus libros deberían estar en cada aula y en cada hogar”.

El expresidente Evo Morales destacó el compromiso de Manto en la lucha por la revolución boliviana.

“El hermano Coco Manto será recordado como el poeta que luchó por la Patria con la dignidad de sus versos y sinceridad de sus palabras. Fue un excelente embajador en México y gran defensor de la causa marítima. Sus textos son cantos inmortales a la libertad de nuestros pueblos”.

El poeta revolucionario

Estudió en la Universidad Católica de La Paz (1969), trabajó por varios años en radio Illimani de esta misma ciudad. Reportero, editor y columnista del diario Excelsior, de México, país donde radicó desde los años 80; retornó a Bolivia en 2005.

Fue designado Embajador de Bolivia en México en 2006 por el gobierno de Evo Morales Ayma.

La mexicana María Eugenia Toledo Hermosillo valora la obra de Mansilla como “una reconciliación con la poesía como recurso de comunicación de sentimientos y emociones, poesía para conmover y comprometer, a diferencia de los paquetes incomprensibles, herméticos y cursis que de manera apabullante nos mandan a la cabeza los que, a la mala, se apropian de esa lata categoría del servicio espiritual que es el ser poeta”.

Entre sus versos está el titulado Espinas de Espinal, dedicado a Luis Espinal, que expresa: “Hay que encontrar a Espinal/ lleva su humildad por traje/ tiene ojos color coraje/ y un aire de manantial./ Suele ser Lucho Espinal/ solidario en las arenas/ en las malas y en las buenas/ de su pueblo mineral./ Es una tea encendida/ sobre el pesar de las brumas/ en las altivas columnas/ espinales de la vida./”.

Algunas obras del escritor

Poesía: En verso y en directo (1976); Pienso luego exilio (1986); De puño y letra (1987); Con premeditación y poesía (1993); Son estos (2000).

Cuento: Mantología. Casi un paraíso (2001).

Otros: Arriesgar el pellejo (biografía, 1983); Animalversiones (fábulas, 2000); Breviarios (frases, 2002); Breverías. Aforismos bolivianos a más no joder (2005).

Premios: Primer Premio de Literatura ‘Franz Tamayo’, Municipalidad de La Paz (1980); Premio Nacional de poesía ‘Ramón López Velarde’, Instituto Nacional de Bellas Artes de México, Zacatecas (1982).

Información extraída del Diccionario Cultural de Elías Blanco.

 

Falleció a los 81 años Jorge Mansilla Torres, el gran ‘Coco’ Manto

El periodista, escritor y artista incluso fue nombrado embajador de Bolivia en México, durante el primer periodo de mandato del expresidente Evo Morales en 2006.

El poeta, periodista y escritor Jorge Mansilla Torres, más conocido como “Coco Manto”.

Por Mauricio Díaz y Marcela Ossio / LA RAZON.- El poeta, periodista y escritor Jorge Mansilla Torres, más conocido como “Coco Manto”, falleció este lunes a los 81 años aquejado por una enfermedad cardíaca que padecía desde 2017. Pablo Mansilla, hijo del escritor, confirmó el fallecimiento de su padre a través de su cuenta de Facebook: “Nuestro querido Coco Manto, papá, abuelo y tierno esposo, trascendió finalmente. Dice J. Marti ‘La muerte no es verdad cuando se ha hecho bien la obra de la vida’ Nosotros su familia celebramos y honramos su vida!!! Vuela alto, vuela lejos como el cóndor!”

En respuesta a esta publicación, más de 100 contactos de Pablo Mansilla respondieron dando sus condolencias a la familia, entre ellos, algunos artistas como el músico Walter Gómez quien dice: “Mis más sentidas condolencias querido Pablo. Guardo los más gratos recuerdos de su amistad. Un fuerte abrazo”.  Panchi Maldonado, músico fundador de Atajo, también publicó: “Un abrazo enorme para toda la familia Pablo querido. Coco Manto un gran poeta necesario para Bolivia”.

La escritora y artista audiovisual Liliana De la Quintana también se expresó: “Nuestro Coco tan querido!! El Embajador permanente de todo bolivian@ que llegó a Mexico y recibió la solidaridad en todo sentido desde hace 40 años! Fuimos tan afortunados de compartir tantos momentos! Estas en nuestros corazones Coco!! Gracias por enseñarnos tanto! Les abrazamos Martita, Pablo, Mariel! Ale y Nata”

“Coco” Manto nació el 23 de abril de 1940 en Potosí y se caracterizó también por su humor. Fue acreedor de varios premios nacionales e internacionales, entre ellos, el Primer Premio de Literatura ‘Franz Tamayo’ de la Municipalidad de La Paz (1980); Premio Nacional de Literatura “Efraín Huerta” de Tampico, Tamaulipas, 1982; Medalla de Oro al Mérito Profesional y de Creación Intelectual “Franz Tamayo”, por la Asociación de Periodistas de La Paz, 1996; Premio Nacional de Periodismo “Artículos de Humorismo”, Club de Periodistas de México, 1996.

Además, fue autor de al menos seis libros de poesía; tres de ensayo biográfico; tres de humorismo; coautor-letrista de tres cantatas de sucesos históricos bolivianos; 22 de sus poesías fueron musicalizadas por artistas de Bolivia y México.

Incluso en 2006, durante el primer periodo de mandato del expresidente Evo Morales, fue embajador de Bolivia en México, además de haber trabajado como locutor y productor de radioteatros, humorismo y periodismo en reconocidas radios como Pío XII, Altiplano e Illimani.

LA MUERTE DE COCO MANTO

Por Ramón Rocha Monrroy.-
Este lunes murió Jorge Mansilla, Coco Manto: tenía tres by pass en el corazón, dos de ellos inactivos, y su cardiólogo mexicano le había recomendado una vida de reposo. Por eso se vino a Cochabamba. Pero, a mi modesto parecer, lo mató el fallo de La Haya a favor de Chile, cuando él se había empeñado en un disco alusivo a la demanda marítima, que varios folkloristas le propusieron para que fuera con sus letras. La iniciativa fue acogida de inmediato por el gobierno, pero luego comenzó el via crucis de conseguir auspicio económico. Coco se empeñó en ello, forzó su retiro y luego vino el chakirayo de La Haya.
Entre mis recuerdos más tempranos figura el programa radial Olla de Grillos (para gringos y kusillos), que difundía Radio Altiplano y su réplica escrita en la revista Cascabel del humor político que sacó adelante Coco junto a Pepe Luque, maestro insuperable del dibujo, que se quedó en el exilio en Ecuador. Recuerdo en particular un dibujo en el cual se percibe la chispa de ambos, del general Pereda en su dramática soledad, que columpia al aire, sin otro asidero ni quién lo empuje.<
Con Coco muere el ingenioso caballero que hizo del juego de palabras, de la palabra misma, un ejercicio cotidiano, al punto de ganar el premio nacional de poesía en México. El exilio de Banzer parecía haber terminado en 1978 y Coco volvió al país, nada más por dos años, porque la bestia militar golpeó de nuevo dos años después y lo llevó nuevamente a México, tan solo para vivir el terremoto de 1985 y darnos el testimonio más vívido cuando muy temprano iba en metro a su oficina de Excélsior y el tren se interrumpió en una estación, donde todo era desolación, y eso que estaba muy lejos del centro.
Yo lo conocí en México, y cuando fui agregado de Prensa en esa hermosa capital, viví en su mismo barrio, pero para entonces el exilio latinoamericano había concluido: Atilio Borón era rector de la UBA, Pío García, Garreton y otros ocupaban sitios de honor en Chile, Agustín Cueva en Ecuador, René Zavaleta y Marcelo habían muerto. Eran los 90s cuando Coco me llevó al Excélsior, donde había un viejecito que comentaba la noticia del día con una cuarteta humorística. Al paso de Coco, lo saludaba: ¿Qué pasó mi cocolega? Y el Coco le contestaba: Pues nada, mi cuatedrático. El viejecito paraba más internado en el hospital, pero su cuarteta seguía saliendo. Y con su nombre. Era la mano secreta de Coco, que hacía el trabajo de su cuate-drático. Murió el viejecito y Coco heredo su columna.
Coco era terriblemente ingenioso: una chispa andando. Su partenaire era Ricardo Pérez Alcalá, ambos premios nacionales de cultura, y no se sabe quién de ellos inventó una frase feliz: Todos los cominos conducen aroma. Cierta vez, Ricardo decía que la noche anterior se había aburrido de leer poesía y entonces decidió escribir un soneto: Eso es pues poesía, y no lo que leí anoche. Y amenazó mostrarnos. Coco le dijo muy espantado: Vos me lees tu soneto y yo te muestro mis acuarelas.

Recién llegado a México el año 1971, Coco Manto y otros bolivianos que salieron al exilio fueron alojados en un hotel de la capital de ese país. La presencia de ese grupo de asilados políticos le generaba desconfianza al entonces presidente Luis Echeverría. 

Cualquier motivo era pretexto para que la Policía los molestara. Por esos días ocurrió un asalto armado a un banco y el alojamiento de los bolivianos fue uno de los primeros en ser allanados. 

A punta de golpes y vociferando los policías ingresaron al cuarto donde se encontraba, todavía adormilado, el periodista potosino exigiendo que diga dónde estaban las armas. Sin dudarlo, Coco Manto señaló un bulto que había sobre la mesa. Los policías se apresuraron a destaparlo y lo que encontraron fue una máquina de escribir. Su breve respuesta fue: “Con eso mato yo”.

El relato que cuenta Antonio Paredes Candia en su libro “Penúltimas Anécdotas Bolivianas” refleja, aseguran los que lo conocieron, la personalidad de Coco Manto, que era dueño de un humor sarcástico y una gran habilidad para el juego de palabras, los que sumados a su inteligencia le permitía sortear ese tipo de situaciones difíciles. 

Jorge Mansilla Torres (“seudónimo de Coco Manto”, como a él le gustaba bromear) falleció ayer a la edad de 81 años en la ciudad de Cochabamba víctima de una enfermedad cardiovascular que debilitó su salud los últimos años y que lo mantuvo en silla de ruedas, pero que nunca mermó su lucidez mental. 

Mansilla nació en Uncía (Potosí), el 23 de abril de 1940. Fue locutor en las radios Pio XII, Vanguardia, Altiplano e Illimani. Se desempeñó como columnista y reportero del Semanario Aquí junto a Luis Espinal en La Paz, en periódicos peruanos y más tarde redactor, editorialista y editor en Excelsior, de México.

 En ese país, donde vivió más de 40 años, obtuvo el Premio Nacional de Literatura Efraín Huerta (1982) y el Premio Nacional de Periodismo (1992).

Fue designado embajador de Bolivia en México en 2006 por el primer gobierno de Evo Morales .Recuerdos
En 2019 ganó el Premio Nacional de Cultura y una de las impulsoras de ese reconocimiento fue la cantante Zulma Yugar
“Hicimos un movimiento muy grande a nivel nacional y hasta internacional para obtener ese reconocimiento”, recordó Yugar , que conoció a Coco Manto cuando trabajaba en la radio minera Pio XII y lo volvió a encontrar cuando radicaba en México. 

“Todavía no era embajador, pero era considerado embajador de buena voluntad, porque nos recibía en México y siempre estaba abierto para orientarnos, ofrecernos su hospitalidad y apoyarnos. Fue un digno representante del pueblo a nivel intelectual, pero más que todo un luchador y comprometido con su gente. Ese ha sido y es el recuerdo que vamos a guardar de él”, comentó Yugar.

El compositor orureño César Espada contó que compartió muchos años de amistad con Coco Manto en México y que unían esfuerzos cada vez que se trataba de ayudar a un boliviano en dicho país. “Era una excelente persona. Siempre con una broma o un toque de humor al conversar. Tenía una chispa especial y jugaba mucho con las palabras para hacernos reír”, comentó Espada. 

La editorial 3600 publicó en 2016 el libro”Mantología Poética”,
una antología personal realizada por el escritor y uno de sus últimos libros. El editor de esa publicación, Marcel Ramírez, también destacó la figura de Mansilla. 

“Era un hombre comprometido con su ideal, con el país y con la lucha social. Yo no compartía con él su visión política, pero sí lo respetaba, porque sufrió exilios, persecuciones políticas y en su momento se la jugó. Además era un placer hablar con él, porque tenía un sentido del humor que se percibe en su obra literaria”, comentó Ramírez.

Le sobreviven su esposa y dos hijos. 

ENLACES:

https://www.la-razon.com/la-revista/2022/01/24/fallecio-a-los-81-anos-jorge-mansilla-torres-el-gran-coco-manto/

https://eldeber.com.bo/tendencias/poesia-humor-y-compromiso-social-los-legados-de-coco-manto_264904