BOLIVIA VERIFICA.- Dormir bien o por lo menos ocho horas al día es muy importante para la salud y también para llevar a cabo todas nuestras actividades. Sin embargo, quienes padecieron coronavirus pueden sufrir trastornos del sueño y verse impedidos del descanso, expertos indican que esta es una de las posibles secuelas de la COVID-19 y que podría durar hasta 12 meses.
¿Qué son los trastornos del sueño?
La Clínica Mayo explica que son afecciones que impiden que una persona pueda dormir o mantenerse dormido durante las noches, esto puede afectar la salud de la gente y su calidad de vida. Los trastornos del sueño más comunes son:
Insomnio: Problemas para dormir o para mantenerse dormido.
Apnea del sueño: Respirar de manera anormal mientras se duerme.
Síndrome de las piernas inquietas: Mover las piernas, por impulso, cuando estás tratando de dormir.
Narcolepsia: Quedarse dormido repentinamente durante el día.
Consecuencias por el virus
El médico especialista en Neurología, Erick González, dijo a Bolivia Verifica que los trastornos del sueño, los dolores de cabeza y la neuropatía pueden ser secuelas en personas que pasaron COVID-19.
“Muchas de estas cosas están ligadas a complicaciones de la enfermedad a largo tiempo y muchas otras también son por el miedo y la ansiedad que ha generado el coronavirus en las personas”, comentó el especialista.
Gonzáles también indicó que en su consultorio por semana atienden entre tres a cinco casos de personas que se recuperaron de la COVID-19 y que sufren trastornos del sueño.
En abril del 2020 el investigador de la Clínica de Trastornos del Sueño, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Ulises Jiménez Correa, a través de la Gaceta de dicha universidad indicó que el insomnio era una de las consecuencias del distanciamiento social y de las cuarentenas que se realizaron para evitar contagios de coronavirus.
Esto debido a que las personas ya no se levantaban a la misma hora para realizar sus actividades cotidianas como estudiar o ir al trabajo, también porque tomaban siestas durante el día y pasaban más tiempo con aparatos electrónicos. Todo esto llegó a afectar el descanso correcto. Jiménez menciona a todas las personas en general, hayan tenido o no COVID-19.
La neumóloga de la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM, Gabriela Millán, aseguró en una entrevista que tras varios meses de investigación se detectaron distintas alteraciones a la hora de dormir en pacientes que se recuperaron del coronavirus.
La experta menciona que las más comunes son el insomnio, los trastornos respiratorios del sueño como los ronquidos que se producen a causa de alteraciones en el paso del aire y la apnea del sueño.
También están las alteraciones en el ciclo circadiano del sueño, esto último quiere decir que la persona tiene somnolencia cuando necesita estar despierta y se pone vigilante cuando tiene que dormir. Por lo tanto, su descanso se ve seriamente afectado.
Un artículo publicado en el sitio Neurología también indica que uno de los síndromes que experimentan las personas que padecieron COVID-19 es la alteración del sueño y que puede ser persistente aún pasando los seis meses.
¿Por qué algunas personas que tuvieron COVID-19 no pueden dormir bien?
Millán explica que el virus daña los pulmones de varios pacientes, esto ocasiona que al momento de dormir el cuerpo reciba menos oxígeno y como consecuencia el cerebro envía una alerta al sistema nervioso pidiendo despertar como para salvar la vida.
Por ese motivo es que las personas que se recuperaron del coronavirus pueden despertarse continuamente en las noches.
Asimismo, la experta dijo que la COVID-19 puede hacer que varios órganos de los pacientes que se recuperaron se inflamen ocasionando que una persona se despierte continuamente en la noche lo que genera una mala calidad de sueño.
“El sueño es muy importante para la vida, si no hay un sueño reparador no se llevan a cabo muchos procesos”, comentó la experta.
Elizabeth Crespo, past presidenta de la Sociedad Cruceña de Neurología, señaló que se han incrementado en al menos un 15% los casos neurológicos durante la pandemia. La especialista asegura que los problemas más usuales asociados a pacientes que ya superaron el coronavirus son neuropatías, neuralgias, cefaleas y trastornos de ansiedad.
“Hemos percibido neuropatías dolorosas sobre todo en pacientes que han estado mucho tiempo postrados en cama o incluso intubados. Presentan dolor cervical, dorsal y lumbar. Dolores que con antiinflamatorios no ceden. Asimismo, hemos detectado dolores de cabeza persistentes, asociados muchas veces a mareos continuos. Otra de las secuelas, que en realidad tiene manejo psiquiátrico, pero que los pacientes acuden a la consulta neurológica, es el tema de los trastornos de ansiedad”, explica la especialista. Agrega que estas secuelas duran entre tres y seis meses tras haber superado el virus.
¿Cuánto tiempo dura el trastorno del sueño en pacientes que se recuperaron de la COVID-19?
Las alteraciones del sueño son más graves en pacientes que fueron intubados y tuvieron mayor afectación pulmonar. Los trastornos pueden durar entre 6 a 12 meses, pero se pueden volver crónicos si no se atienden a tiempo y no se hace un seguimiento con un médico que ayude a rehabilitar los pulmones, de esa manera lo explicó Millán.
González indica que el tratamiento de este tipo de pacientes puede durar entre 3 a 6 meses aproximadamente.
Los datos que emitió Millán y que fueron descritos en esta nota se pueden ver en el siguiente video.
Algunas recomendaciones
Los trastornos del sueño son diversos y deben ser diagnosticados y tratados por un experto. La Sociedad Torácica Americana da algunos consejos e indica que la alteración del ritmo circadiano puede tratarse ajustando los horarios de sueño a nuestro estilo de vida y siguiendo los siguientes pasos.
- Permitir una cantidad de tiempo suficiente para dormir.
- Mantener horarios regulares para dormir y despertarse (incluidos los días libres).
- Ajustar la hora a la que se despierta hasta que pueda dormirse a la hora que quiera.
- Evitar dormir la siesta si tiene dificultad para dormirse a la hora deseada.
- Dormir en una habitación oscura, fresca y silenciosa.
- Evitar la cafeína y el alcohol seis horas antes de acostarse.
- Tomar melatonina (disponible sin receta) puede ser útil en ciertas situaciones, según la recomendación de su profesional de salud.
- Usar luz natural o artificial poco después de la hora a la que desea despertarse y planificar comidas y actividades en horarios regulares para ayudar a restablecer el ciclo de sueño-vigilia, pero evitar la luz cerca de la hora de dormir.
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Los trastornos del sueño pueden ser una de las secuelas de la COVID-19