Presidente Arce en Brasil denuncia que la derecha usa la religión para matar

Por Carlos Corz / LA RAZON.- En un encuentro en la Central Única de Trabajadores (CUT) de Brasil, el presidente Luis Arce aseguró que la derecha ataca a los gobiernos progresistas “manoseando a la religión” y reivindicándose como “gran defensor de la democracia”.

“La derecha en Bolivia, estamos un poco más de un año en el gobierno y ya me están diciendo dictador, soy un dictador en un año en el gobierno, elegido con más del 55% de votos. La derecha tiene un solo lenguaje el descalificar a los gobiernos revolucionarios y progresistas de nuestra región”, sostuvo.

Arce se ausentó de Bolivia para participar de este encuentro y reunirse con residentes bolivianos en Brasil, gobernado por Jair Bolsonaro, identificado con la ultraderecha en la región.

“Cuando hay alguien contrario a ellos se dicen grandes defensores de la democracia, muchos usan a la religión, manosean a la religión, para todo está y en todo está Dios. Y no se dan cuenta que en los mandamientos está el no matar, pero en nuestro país mataron a 38 bolivianos y nadie se acordó en ese momento de Dios, por lo tanto, cuando les conviene ahí está Dios”, cuestionó Arce en alusión al gobierno de Jeanine Áñez y las masacres de Sacaba y Senkata.

Como ocurrió en la crisis de 2019 que acabó con la renuncia del expresidente Evo Morales, ahora el presidente del Comité pro Santa Cruz Rómulo Calvo maneja en sus intervenciones para sostener el paro un discurso en el que está el rechazo al comunismo, a la dictadura y la reivindicación de Dios con jornadas de oraciones y oraciones antes de cualquier mitin.

Los cívicos alentaron en Santa Cruz la creación de un bloque político-cívico de oposición al gobierno de Arce. El rechazo a la ley contra el lavado de dinero y otro paquete de leyes, además de la restitución de los 2/3 de votos para todas las decisiones legislativas, sumaron al paro que inicialmente lo convocaron lo gremiales.

Arce aseguró que es coincidente el lenguaje de la derecha cuando va en contra de un gobierno progresista.

“El desafío que tenemos los partidos de izquierda, revolucionarios y progresistas en la región es que la integración regional, la comunicación regional, no puede ser más un elemento lírico, tiene que ser una realidad, tiene que plasmarse en hechos concretos para avanzar”, planteó y recordó que la derecha está organizada y articulada.

Presidente Arce en Brasil: Gobiernos progresistas tienen el desafío de enfrentar a la derecha

AGENCIA BOLIVIANA DE INFORMACION (ABI).- El presidente del Estado, Luis Arce Catacora, dijo este martes que los gobiernos de izquierda y progresistas tienen el desafío de lograr que su integración y comunicación regional sea una realidad con hechos concretos, para enfrentar a la derecha política que está articulada y usa varias armas para descalificarlos.

“Sin duda, el desafío que tenemos los partidos de izquierda revolucionarios, progresistas, de la región es que la integración regional, la comunicación regional, no puede más ser un elemento lírico, tiene que ser una realidad, tiene que plasmarse en hechos concretos para poder avanzar, porque la derecha si está articulada”, indicó en la conferencia “Experiencias de la resistencia democrática boliviana y el modelo para enfrentar las desigualdades” realizada en Sao Paolo, Brasil.

El jefe de Estado advirtió que los partidos derechistas tienen un nexo de articulación definido.

Detalló que en el caso de Bolivia se tiene a senadores de Estados que mueven todos los hilos y las decisiones de los políticos de la derecha.

“Hay nexos de nuestra burguesía doméstica con intereses norteamericanos y de otros países. Ese nexo, esa vinculación, ahí les hace hablar un mismo idioma, les hace hablar las mismas consignas, les hace actuar de igual manera”, aseveró.

Detalló que uno de los ejemplos de la articulación de la derecha política boliviana radica en el hecho de que sus líderes comenzaron a tildarle como un dictador, con apenas un año de gobierno y pese a una victoria electoral del 55,11% de votos en las elecciones generales de 2020.

Además, el mandatario dijo que los partidos derechistas utilizan para sus fines un solo lenguaje que tiene como finalidad descalificar a los gobiernos revolucionarios y progresistas de la región.

Explicó que en cierto momento emplea un lenguaje relacionado con la democracia, cuando le conviene, porque cuando ya no lo necesita emplea medios antidemocráticos como el golpe de Estado suave, que es una vieja teoría que se aplica hace varios años en América Latina.

“Ellos son los defensores de la democracia cuando les conviene. Cuando hay alguien que está contrario y que está y que ha asumido democráticamente al gobierno, ellos se hacen y se dicen los demócratas”, afirmó.

También denunció que usan “mucho a la Iglesia, la religión” y la manosean, porque para todo y en todo está Dios, pero no se dan cuenta que entre los mandamientos está claramente establecido el “no matar” y en Bolivia se provocó la muerte de 38 personas.

“Y nadie se acordó de Dios en ese momento, por lo tanto, cuando les conviene ahí está Dios”, enfatizó.

El mandatario dijo que entre las armas de los partidos de la derecha están, por otro lado, los medios de comunicación, porque en el caso de Bolivia jugaron un rol importante e inclusive definitivo durante el golpe de Estado de 2019 y en el gobierno de facto.

“Y lo mismo sucede en muchas partes de nuestra región, por lo tanto, la derecha tiene un mismo comportamiento y a nosotros los partidos progresistas no puede encontrarnos divididos, alejados, por el contrario, con esta integración, esta comunicación, estos encuentros de los partidos de izquierda, de nuestros sindicatos, todo el sector progresista de América Latina tiene que estar permanentemente en comunicación, porque los problemas que tenemos en frente son exactamente los mismos. Los hilos que mueven a nuestra derecha en nuestros países son exactamente los mismos hilos que llegan a los mismos lugares donde se mueven justamente estos tentáculos”, concluyó.

Presidente boliviano aboga por integración de gobiernos progresistas