Por Carlos Corz / LA RAZON.- La comisión de fiscales que investiga el caso golpe de Estado pidió ampliar por seis meses la detención preventiva de la expresidenta Jeanine Áñez por la complejidad y “multiplicidad de imputados”, luego que este martes cumpliera los seis meses de reclusión impuesta en marzo.
La solicitud fue dirigida el 10 de septiembre al juzgado que atiende el proceso seguido por los delitos de sedición, terrorismo y conspiración contra Áñez y otros imputados como los exministros de Justicia Álvaro Coimbra y de Energías Rodrigo Guzmán, detenidos en la cárcel de San Pedro.
También se incluyó en la solicitud de ampliación de la detención preventiva al almirante y ex jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Flavio Arce San Martín y al excomandante del Ejército Jorge Mendieta. Ambos formaron parte del mando que pidió en noviembre de 2019 la renuncia del expresidente Evo Morales.
Para la comisión de fiscales el nuevo plazo será “suficiente para cumplir con los actos pendientes, así como el pronunciamiento de un requerimiento conclusivo que de por finalizada la etapa preparatoria de la presente investigación”, según el requerimiento al que tuvo acceso La Razón.
El documento está firmado por los fiscales Omar Mejillones y Lupe Zabala.
Áñez fue detenida en marzo y recluida en la cárcel por el caso golpe de Estado. Se encuentra en el penal de Miraflores, donde se adecuó un ambiente para que pueda atender sus problemas de salud derivados de una hipertensión arterial.
Sin embargo, también tiene una segunda orden de detención preventiva por seis meses debido a la denuncia de haber tomado la presidencia del Senado, lo que derivó en la toma de la Presidencia en 2019, sin cumplir con las normas y el Reglamento de Debates.
Sancionan a Áñez con tres días sin visitas por su inasistencia a una audiencia virtual
La sanción no impedirá a la expresidenta Jeanine Áñez recibir a personal médico o a sus abogados. Hubo vigilia en el penal de Miraflores
Por Carlos Corz y Roberto Guzmán / LA RAZON.- La expresidenta Jeanine Áñez fue sancionada por no haber asistido de forma injustificada a una audiencia virtual, por lo que no podrá recibir visitas por tres días, informó el director de Régimen Penitenciario de La Paz, Franz Laura.
“La sanción fue determinada al haber obstaculizado con no asistir a una audiencia de la que se le había notificado, se tiene los descargos tanto por seguridad penitenciaria y la parte legal del centro penitenciario”, explicó.
De no apelar la decisión, desde este miércoles correrá la sanción dispuesta por el Consejo Penitenciario.
Jorge Valda, abogado de la expresidenta, calificó de “arbitraria” la determinación de Régimen Penitenciario y adelantó que se apeló la decisión ante el juez de la causa.
“Nosotros ya hemos presentado toda la documentación y esperemos que el Juez pueda evaluar y considere la situación de salud de Jeanine Añez”, explicó a la red Unitel.
Laura aseguró que la expresidenta, recluida en el penal de Miraflores, fue notificada.
“En este caso, el Consejo formado por el Consejo Multidisciplinario y el Director del Centro Penitenciario ha determinado tres días sin visita”, sostuvo y aclaró que esa sanción no incluye al personal médico y a sus abogados.
Áñez se encuentra recluida en un ambiente adecuado para atender sus problemas de salud. Régimen Penitenciario autorizó que un familiar la acompañe en la noche, luego de haber atentado contra su vida.
Se encuentra recluida en la cárcel por el caso golpe de Estado y haber asumida la presidencia del Senado, que luego le permitió tomar la Presidencia, sin cumplir con las normas y el Reglamento de Debates.
Un grupo de personas instaló en la noche de este martes una especia de vigilia en apoyo a la expresidenta.
Las mujeres presas durante el régimen de Añez
Por José Luis Exeni / LA RAZON.- En su muy doloroso informe sobre los hechos de violencia y vulneración masiva de derechos humanos en Bolivia, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) dedica una sección especial al análisis de cómo el género influyó en la selección de las víctimas. Lo que sigue son algunos testimonios de mujeres presas.
1) Mujeres en El Alto: Los policías le agarraron sus pezones y le introdujeron el dedo en la vagina. La amenazaron con matarla y violarla. La hicieron desnudarse. Estaba embarazada. Le propinaron golpes en el estómago y toques eléctricos. No recibió agua ni comida durante tres días en celdas judiciales. Estuvo en la cárcel cuatro meses. Su “delito”: buscar a sus familiares retenidos. Hay otros casos similares.
2) Lorgia Fuentes: Fue arrestada en la clínica donde se recuperaba de un accidente cerebrovascular, sometiéndola a tratos crueles, inhumanos y degradantes. Durante 130 días permaneció atada a la cama por una cadena amarrada a su pierna. También estuvo enmanillada. Su “delito”: haber sido vinculada sentimentalmente con el exministro Romero.
3) Edith Chávez: La detuvieron junto con su hija en la casa donde trabajaba. Después la llevaron presa al encontrar un arma vieja. Estuvo 14 días en un sótano de 3 x 3 metros, junto con otras 12 mujeres. La encarcelaron durante nueve meses. Su “delito”: ser empleada doméstica del exministro Quintana y negarse a incriminarlo.
4) Mujeres en Sacaba: Las detuvieron el día de la masacre. Eran varias, incluso de edad y una embarazada de ocho meses. Fueron humilladas e insultadas: “pelotudas”, “¿qué les ha dado su macho ese, su Evo?”. Las encerraron en una jaula. A otras las golpearon, las hicieron andar de rodillas. Su “delito”: ser mujeres campesinas.
5) Patricia Hermosa: Pese a su embarazo, estuvo presa seis meses. Durante 10 días sufrió un sangrado y perdió a su bebé. No había médicos en la cárcel ni autorizaron su salida a un centro de salud. Luego de tres meses de sangrado, recién le permitieron una consulta externa. Su caso es representativo “del carácter tenebroso que asumió la persecución política”. Su “delito”: haber sido jefa de gabinete del expresidente Morales.
Presas políticas. Presas por ser mujeres, por “salvajes”, por “masistas”, por “indias hediondas”, por “putas”. Presas de odio. Ante ellas, la entonces presidenta de ipso facto no se deprimió ni un poquito. La señora Carvajal no derramó ni una lágrima. No hubo ningún pedido de piedad de los patriarcas de la Iglesia. No tuvieron médicos ni psicólogos. No hubo vigilias pidiendo su libertad. Los opositores y sus operadores mediáticos se quedaron mudos-muditos-mudos. Los defensores del debido proceso, en fin, aplaudieron. Eran solo mujeres presas.
FadoCracia canalla
Primero se autoidentificaron como “un movimiento ciudadano en búsqueda de una Patria libre y democrática” (sic). Luego se redefinieron como “un grupo de reacción rápida a la defensa de su ciudad”. Pronto devinieron en grupo de choque de carácter parapolicial. Se movilizaban en motocicletas: una persona conduciendo y otra con una bazuca artesanal o artefactos explosivos. Su propósito era enfrentar marchas y disolverlas de manera violenta. Así, luego de que la Policía gasificó una concentración de mujeres, varias con sus bebés, los “motoqueros” llegaron portando palos con clavos, con los cuales las golpearon. En otro lugar detuvieron ilegalmente a tres hombres y los torturaron. También agredieron e insultaron: “a ti te vamos a violar”, “estás fichada, sabemos dónde vives”, “te vamos a meter un tubo en el culo”. El GIEI ha documentado sus acciones especialmente violentas, racistas y discriminatorias contra civiles. He ahí la Resistencia Juvenil Cochala (RJC).
“Jóvenes queridos, para mí son una resistencia necesaria”, les dice hoy la presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos. Pobre Asamblea, pobres derechos humanos.
José Luis Exeni Rodríguez es politólogo.
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