Esta información surge después de que el miércoles, el propio secretario general de la OEA, Luis Almagro, durante una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de ese organismo, se abrió a la posibilidad de que sea una instancia externa la que finalmente resuelva la persistente controversia.
Almagro “se abrió a la posibilidad de que sea o una corte internacional u otra instancia, (que) puede ser Naciones Unidas o la misma Unión Europea, (y) eso se está estudiando al interior del Gobierno boliviano en estas últimas horas”, dijo Arce en una entrevista con La Razón Radio.
Precisó que el Gobierno está realizando una serie de consultas a través del embajador de Bolivia ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Diego Pary.
En ese sentido, según la versión de Arce, se están tomando contactos incluso con la misma Unión Europea para analizar “qué espacios académicos existen para definir” o resolver el problema.
Luis Almagro con los golpistas Camacho (que confesó que su padre “arregló” con policías y militares para interrumpir el mandato de Evo), Murillo (preso en EEUU por lavar miles de dólares robados a Bolivia durante la dictadura de Añez) y Tuto, exvocero internacional del régimen de facto.
“Y yo creo que ésta es una situación fundamental que abre (la posibilidad) de una resolución final de este conflicto, como amerita, considerando que está de por medio las graves violaciones a los derechos humanos y está de por medio también la vida de 37 personas que han fallecido” tras las controversiales elecciones, sostuvo.
Por tanto, de acuerdo con Arce, el Gobierno ahora “espera que al final sea una instancia técnica e independiente la que diga si hubo o no manipulación dolosa” en los comicios.
Pues, “las falencias y problemas electorales pueden (existir como) en toda elección, pero una cosa es ésa y otra muy diferente es la manipulación dolosa (como aseguró una auditoría de la OEA) o un ‘gigantesco fraude electoral’ como decía Carlos Mesa (líder de Comunidad Ciudadana; aunque) a dos años de los hechos sabemos los bolivianos que nunca ha existido”, remarcó.
El 20 de octubre de 2019 se realizaron elecciones generales en Bolivia y sus resultados fueron cuestionados por denuncias de presunto fraude electoral, lo que generó una serie de protestas, y ante ese hecho, el Gobierno de entonces, que era presidido por Evo Morales, suscribió un acuerdo con la OEA para una auditoría a los comicios.
Es así que en la madrugada del 10 de noviembre de 2019, la OEA publicó un resultado premilitar de su auditoría estableciendo que hubo “irregularidades” en las elecciones y ese hecho agravó el conflicto al extremo de que Morales horas después renunció a su cargo agobiado por las protestas de los cívicos, además de un motín policial y una sugerencia de las Fuerzas Armadas para que dimitiera.
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