ABI / Ahora EL PUEBLO digital.- Lorgia Fuentes, víctima del golpe de Estado, cuestionó este martes que la expresidenta de facto, Jeanine Añez, asevere que se vulneran sus derechos, cuando no sufre tortura y se respeta el acceso a la salud.
Fuentes fue torturada durante el régimen de Añez y encadenada a una camilla de un hospital cuando se encontraba delicada de salud. La acusaron sin pruebas de tener vínculos con exautoridades del gobierno de Evo Morales, por lo que la privaron de libertad en el Centro de Orientación Femenina de Obrajes en La Paz.
En aquella oportunidad, el periodista español Alejandro Entrambasaguas se adhirió al proceso contra Fuentes para presentar presuntas pruebas al Ministerio Público y acusarla de enriquecimiento ilícito; sin embargo, no logró demostrar lo denunciado y tampoco respondió a las convocatorias para dar declaraciones informativas por el caso hasta la fecha.
“He sufrido un accidente cerebro vascular y a los cuatro meses, el 15 de enero, soy electrocutada por el Gobierno de la señora Añez. El 21 de enero Entrambasaguas sale en busca de mi persona, no me encuentra; el 25 de enero la señora Añez lanza su intención de ser candidata a la Presidencia y a los pocos días, como ya es de conocimiento de la prensa, me toma aprehendida, voy presa, no hubo piedad para mí, no hubo justicia”, dijo en entrevista con Bolivia TV.
Fuentes aseguró que durante el régimen su familia sufrió de hostigamiento y que incluso recibió advertencias de que su hijo de seis años iba a ser desaparecido.
“A la señora Añez nadie la está electrocutando como a mí, nadie la tiene encadenada como estuve yo; pero, sobre todo, a la señora Añez no la están privando de lo que es el derecho a la salud, además de que ella no estuvo enferma, no tiene una enfermedad de base como la he tenido, un infarto cerebro vascular, el cual tuvo su secuencia inmediata o su segundo infarto cerebrovascular el día que me electrocutaron, porque me electrocutaron hasta hacerme convulsionar”, lamentó Fuentes.
Lorgia Fuentes, víctima del golpe de Estado: “No hubo piedad para mí, no hubo justicia”