Por Romina Montoya / AHORA EL PUEBLO.- La Asociación de Familiares de Detenidos, Desaparecidos y Mártires por la Liberación Nacional de Bolivia (Asofamd) identificó al menos cinco similitudes entre el golpe de Estado de 1971, protagonizado por Hugo Banzer, con el sucedido durante el régimen de Jeanine Añez en 2019.´
Para Ruth Llanos, presidenta de esa asociación, en ambos casos, los movimientos desestabilizadores se iniciaron en Santa Cruz con la participación de cívicos y políticos de esa región que organizaron una serie de movilizaciones que derivaron en la conformación de grupos paramilitares, parapoliciales y paraestatales que sembraron temor en la población boliviana.
“Estos grupos paraestatales se llamaban hace 50 años los ‘novios de la muerte’, ‘marqueses’, ‘calambeques’, ‘escuadrón de la muerte, ‘camisas negras’, entre otros, que actuaron en 1971, incluso antes del golpe de Estado de Hugo Banzer Suárez, cuando la Universidad Mayor de Andrés (UMSA) fue tomada por los ‘marqueses’”, expresó.
Agregó que en 2019, los grupos de 1971 se reflejaron en los llamados “Unión Juvenil Cruceñista” y “Resistencia Juvenil Cochala”, integrados por los hijos y nietos de los protagonistas de hace 50 años que se agruparon para apoyar a los regímenes golpistas.
“Creemos que la existencia de estos grupos paraestatales debe eliminarse porque no podemos tener grupos que, a nombre de planteamientos radicales, maten con impunidad. Se debe sancionar a todos quienes ejerzan este tipo de acciones, más aún si tienen tintes graves de racismo, menosprecio a las polleras y los símbolos nacionales, como sucedió en 2019”, afirmó.
Otra similitud que mencionó entre 1971 y 2019 fue la de los intereses geopolíticos porque en ambos periodos existió un marcado interés por el manejo de los recursos naturales del país. En 1971 fue el estaño, mientras que en el régimen de facto de Añez, el litio.
El golpe de Estado de Hugo Banzer Suárez fue preparado desde Argentina, y en 2019, el país vecino e incluso Ecuador apoyaron el golpe de la derecha con el envío de gases, proyectiles y hasta armas de fuego, a fin de que sean empleadas para reprimir a los bolivianos que defendían la democracia.
Otro aspecto que tomó en cuenta para dicha comparación fueron los atentados que sufrieron los medios de comunicación en la época de dictadura de Banzer, puesto que radios de centros mineros fueron cerradas, mientras que los centros mineros fueron tomados como zonas militares por los grupos paramilitares.
En 2019, varios medios de comunicación acrecentaron los discursos de odio y racismo e incluso se negaron a recabar testimonios de las víctimas de las masacres.
Agregó que, para evitar que vuelvan a ocurrir estos hechos en el país, será importante que los partidos políticos hagan una enorme reflexión del rol que cumplieron en 2019, su rol negacionista que provocó masacres, dolor y llanto de las familias bolivianas.
Llanos añadió también que los partidos políticos, los comunicadores y las universidades deben eliminar toda forma de discriminación para que exista esa reconciliación ciudadana.
Debe estar conectado para enviar un comentario.