Diario AHORA EL PUEBLO.- El 21 de agosto de 1971 se perpetró el golpe de Estado más cruento en la historia de Bolivia por el entonces coronel Hugo Banzer Suárez, quien lideró un levantamiento militar contra el presidente Juan José Torres para frenar la efervescencia del populismo de izquierda en el país y entregar los recursos naturales a extranjeros para su saqueo.
La afirmación responde a la lectura económica, política y social realizada por los analistas Víctor Vacaflores Pereira y Nilo Ramos, por separado, a 50 años de esa violenta arremetida que cobró la vida de más de cien personas, cientos de heridos y desaparecidos en el territorio nacional.
La historia registra que el golpista no pudo asumir inmediatamente el poder debido a diferencias internas, las mismas que fueron superadas. El 22 de agosto de 1970, Banzer Suárez es presentado en el balcón del Palacio Quemado como presidente del régimen de facto acompañado de Víctor Paz Estenssoro, del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), y Mario Gutiérrez, de la Falange Socialista Boliviana (FSB).
ESTRATEGIA
Vacaflores dejó claro que a lo largo de la historia, los sectores empoderados económicamente arremetieron de distintas maneras contra los movimientos sociales más necesitados, violando sus derechos humanos con una “profunda crueldad fascista” para asaltar el erario nacional; así como contra gobiernos nacionalistas como el de Juan José Torres, y que a eso responde el golpe de Estado de 1971.
“Es uno de los periodos más nefastos, sangrientos, tristes y abusivos, eso no se puede olvidar porque es el ejemplo de lo que la derecha y los sectores más conservadores son capaces de hacer”, sostuvo en entrevista con Ahora El Pueblo.
Explicó que el régimen banzerista, en siete años, hizo grandes esfuerzos para eliminar la emergente corriente izquierdista popular que se hacía más fuerte en la lucha por la recuperación de la democracia, que se consolidó con el inicio de la huelga de hambre de cuatro mujeres mineras en 1977.
“Hay dos formas de ver al banzerato, por la vía política la intención de acabar con un proceso de efervescencia política en Bolivia como la Asamblea Popular a raíz de la insurgencia en Ñancahuazú, la efervescencia revolucionaria de la juventud en las universidades, la toma de conciencia del movimiento popular, la Tesis de Pulacayo, la organización de la COB y las extraordinarias movilizaciones populares. Había que frenar políticamente eso”, precisó.
PROCESO EXTRAORDINARIO
En esa línea, Ramos afirmó que la ruptura del orden democrático hace 50 años es resultado de todo un proceso regional que se inició el 1 de enero de 1959 con el triunfo de la revolución cubana, que reconfiguró la geopolítica en América Latina, la misma que se consolidó el 19 de abril de 1961 con la derrota de Estados Unidos en la Playa Girón.
A esto se sumó el triunfo del general Juan Velasco Alvarado en Perú, abriendo las puertas para el surgimiento de militares patriotas populistas en la región, así como la presencia en 1966 de Ernesto Che Guevara en Ñancahuazú.
“Esos dos elementos que son parte de una etapa larga dan lugar a que en América Latina haya una lucha contra esos procesos populares que se traduce en el golpe de Estado del 18 de agosto de 1971. No es un proceso acumulado, sino de fuerza y de reacción del imperialismo para derrocar a un proceso extraordinario, si en su caso llegaban a un entendimiento entre el general Torres y la Asamblea del Pueblo”, manifestó.
ÁMBITO ECONÓMICO
Para Vacaflores, el golpe de Estado de Banzer Suárez se articuló con la fuerza de la oligarquía cruceña, los terratenientes y los exportadores. “Por eso es que el fascismo es la fusión del capital monopólico con el Estado, esa es su característica clave para que exista el fascismo”. “Las medidas de carácter económico, la devaluación con la apertura al comercio exterior, la apertura a los capitales extranjeros, la entrega de los recursos naturales, la entrega de extensiones territoriales, la facilidad para la actividad privada lograron consolidar el capitalismo en Santa Cruz, convirtiéndola en la primera economía del país”, manifestó.
TRATARON DE REPETIR LA FÓRMULA EN 2019
Por eso, dijo que el golpe se inicia en Santa Cruz con el apoyo de los terratenientes, la emergente oligarquía de derecha paramilitar reaccionaria en 1971 que no ha desaparecido y que se mantiene vigente en el país, porque el periodista Carlos Valverde que alienta la confrontación contra lo popular es hijo de uno de los que fue ministro de Banzer, y el ahora gobernador de Santa Cruz y expresidente del Comité Cívico cruceño es hijo de uno de los que auspició el golpe de Estado en 1971. “Es decir, que 50 años después del golpe de Estado se repite la historia desde el mismo lugar para perpetrar el golpe de Estado en 2019 con las mismas fuerzas conservadoras, fascista, chauvinista, cristiano religioso. Estamos hablando de una fuerza presente en la actualidad que sirve para advertir y hacer despertar a los demás que estamos frente a una fuerza similar a la de 1971. Camacho es un banzerista remozado”, advirtió.
DESCAPITALIZACIÓN
En lo económico, Nilo Ramos explicó que el golpe de Hugo Banzer Suárez se concretó para restituir el modelo neoliberal con la descapitalización de las pocas empresas del Estado y el desmedido endeudamiento. “Se instaura en el país un proceso de regresión y el restablecimiento del modelo neoliberal con mucha fuerza con la descapitalización de las empresas del Estado nacionalizadas y el nacimiento de algunas otras, pero con el golpe de Banzer se inicia el proceso de descapitalización de la economía y el endeudamiento externo que luego nos ahogó”, aseguró.
En lo social, significó el inicio de una represión violenta a través del Plan Cóndor con el exilio de miles de compatriotas, la desaparición de cientos, el asesinato de otros, el encarcelamiento de centenares.
La derecha fascista continúa vigente en el país
La ruptura del orden democrático hace 50 años es resultado de todo un proceso regional que se inició el 1 de enero de 1959 con el triunfo de la revolución cubana.
No es un proceso acumulado, sino de fuerza y de reacción del imperialismo para derrocar a un sistema extraordinario.
50 años después del golpe de Estado se repite la historia desde el mismo lugar para perpetrar el golpe de Estado en 2019 con las mismas fuerzas conservadoras, fascista, chauvinista, cristiano religioso.
Existe una fuerza presente en la actualidad que sirve para advertir que estamos frente a una fuerza similar a la de 1971.
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