Informe de la OEA sobre presunto fraude vale menos que un papel higiénico usado, dice exministro Navarro

ABI.- El exministro de Minería, César Navarro, cuestionó este domingo la validez del informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) respecto a las elecciones presidenciales de 2019.

“Este informe (de la OEA) vale menos que un papel higiénico usado; pero es responsable de asesinatos, de masacres, de detenciones”, dijo Navarro entrevistado en el programa “A todas luces” de Bolivia TV.

Los bolivianos acudieron a las urnas el 20 de octubre de 2019 en el marco de las elecciones presidenciales. Al día siguiente, sectores críticos al Gobierno impulsaron protestas mientras el conteo de votos no había culminado.

Los datos electorales fueron desconocidos con movilizaciones desde sectores afines a la oposición impulsados, en una primera etapa, por afines a la alianza opositora Comunidad Ciudadana la noche del domingo de comicios.

“En todo el documento, no vas a encontrar una sola palabra, desde el punto de vista legal y desde el punto de vista informático, que vincule el sistema de información preliminar de las imágenes de las actas electorales con el sistema del cómputo; pero estos caballeros (OEA) afirman que 1.511 actas, que fueron parte del cómputo final, no pasaron por el TREP (Transmisión de Resultados Electorales Preliminares). En ninguna parte de la norma, nos dice que las actas tienen que pasar por el TREP para que sean parte del cómputo”, dijo Navarro.

A eso, se sumó, el 10 de noviembre de 2019, la Organización de Estados Americanos (OEA) que hizo público un informe preliminar en el que cuestionaba las elecciones y difundió la narrativa de un supuesto fraude sin presentar pruebas.

Esa situación provocó, en esa gestión, una escalada de violencia en diferentes sectores del país, una crisis política y la salida de Evo Morales del Gobierno, quien denunció el golpe de Estado.

Ese escenario fue aprovechado por la entonces senadora Jeanine Áñez, quien tomó el poder sin respetar la sucesión constitucional, la Presidencia y aplicó un régimen con hechos de violencia como las masacres de Sacaba en Cochabamba y Senkata en El Alto.