Por Darío Pignotti / PAGINA 12 / Desde Brasilia.- Lidia Patty Mullisaca es la líder indígena boliviana, miembro del Movimiento al Socialismo (MAS) por el cual fue diputada, que denunció por terrorismo y conspiración a Jeanine Añez, la expresidenta surgida tras el golpe que derrocó al mandatario Evo Morales en noviembre de 2019.
A raíz de las amenazas de muerte y agresiones racistas de las que ha sido víctima debido a su cruzada judicial que llevó a la cárcel a Añez y la cúpula sediciosa, Patty se mueve en los tribunales de La Paz y el municipio de Charazani, donde fue concejal, acompañada por una custodia asignada por el mandatario Luis Arce.
“Ellos quieren intimidarme , piensan que les voy a tener miedo, no les tengo miedo, voy a seguir hasta que se haga justicia (..) dicen que soy el terror de los antipatria”.
Con un saludo en quechua y español al “hermano periodista del diario PáginaI12”, Patty comenzó a responder las preguntas de esta entrevista telefónica en la que subrayó su interés en llegar a fondo con la trama “internacional, que tuvo el apoyo de Brasil” para derrocar a Morales.
El complot del que formaron parte los exmandatarios Mauricio Macri y el ecuatoriano Lenín Moreno, respondió a un plan para implantar un régimen adscripto a Washington y las multinacionales ávidas del litio y los hidrocarburos, sostiene la dirigente del MAS.
Añez y los suyos “sacaron al presidente Evo, electo democráticamente, para volver a como estábamos antes dándole los recursos naturales y minerales a los extranjeros, para volver a tratarnos como esclavos”.
“Ese señor Bolsonaro”
“(Jair) Bolsonaro ha apoyado el golpe de Estado, quisiera saber yo cómo se sentirá ese señor en este momento porque tanta gente ha muerto en el golpe, tantas mujeres que quedaron viudas, tantos padres que se quedaron sin hijos”.
“Apoyar un golpe para que asesinen a tantos hermanos, eso es un delito que no puede quedar así “, se indigna Patty al hablar de las masacres de Senkata y Sacaba que dejaron más de 30 víctimas fatales y centenas de heridos.
Las sospechas sobre el mandatario brasileño expresadas por esta mujer bien informada, que antes de ser diputada fue maestra y empleada doméstica, son compartidas por el gobierno de Bolivia.
El vocero de la Presidencia, Jorge Richter, afirmó este sábado la intención de poner la lupa sobre las “ayudas y coadyuvaciones (llegadas) desde Chile y Brasil” en los hechos revelados a través de los documentos que imputan a Macri en el envío de armas para reprimir la resistencia democrática.
En sintonía con el Poder Ejecutivo el titular de la Cámara de Diputados , Freddy Mamani Laura manifestó la decisión de crear una “comisión mixta exclusiva” para echar luz en un rompecabezas que tendría varias piezas más que las conocidas hasta el momento.
“Estamos haciendo un seguimiento de los hechos (..) no es casual que el señor de Brasil (representante de embajada brasileña) haya estado presente en la reunión que planificó el golpe de Estado”, que tuvo como anfitrión al encargado de negocios estadounidense, Bruce Williamson.
De momento no han surgido documentos sobre la eventual complicidad brasileña a través de apoyo económico o armamentístico.
Respaldo que sí está demostrado en el plano político.
El 12 de noviembre de 2019, dos días después de la caída del gobierno constitucional, Brasilia se “congratuló” ante la toma de posesión de Añez con quien prometió “profundizar la amistad”. Promesa cumplida con creces por Bolsonaro cuyas relaciones con Morales habían sido más que distantes.
Brasilia niega
El escándalo destapado a través de las revelaciones sobre el envío de armamento por parte de Macri y Lenín Moreno comienza a tener repercusión en Brasil.
La semana pasada el Ministerio de Relaciones Exteriores aseguró no tener ningún “registro” respecto del envio de “equipamientos de control de disturbios” al gobierno de Añez, publicó el diario O Globo.
Contentarse con las informaciones dadas por un gobierno adicto a las fake news no basta, es preciso que se realicen investigaciones porque desde la llegada de Bolsonaro al Palacio del Planalto ,en enero de 2019, su política externa estuvo marcada por la “desestabilización” de los gobiernos populares y progresistas, observa Monica Valente, miembro de la comisión de Relaciones Internacionales del Partido de los Trabajadores .
Asumiéndo un papel similar al desempeñado por Brasil durante la dictadura, cuando fue peón de la política Estados Unidos en América del Sur, Bolsonaro adoptó el papel de polea de transmisión de la voluntad de Donald Trump. Una suerte de cónsul honorario y vocacional.
Así lo demuestran varias iniciativas del excapitán en materia de política externa.
Además de celebrar el golpe en Bolivia, Bolsonaro alentó, y ofreció bases en la Amazonia, para la pretendida invasión norteamericana en Venezuela a comienzos de 2019, el mismo año en que apoyó las candidaturas presidenciales del uruguayo Luis Lacalle Pou y Mauricio Macri.
En plena campaña proselitista llegó a presagiar que en caso del retorno del “zurdaje” en Argentina, con el triunfo del entonces candidato Alberto Fernández (a quien nunca le estrechó la mano) miles de argentinos habrían de buscar refugio y libertad en Brasil.
Con igual planteo extremista el mes pasado sembró dudas sobre un supuesto “fraude” en las elecciones peruanas y lamentó el retorno del “comunismo” al cual imagina encarnado en el presidente electo , Pedro Castillo.
Un llamado a Bachelet
Lidia Patty Mullisaca denunció dos veces al gobernador de Santa Cruz de la Sierra, y líder de la ultraderecha boliviana, Luis Fernando Camacho.
La primera fue realizada el año pasado, por los delitos de “conspiración” y “desestabilización” debido a la participación de Camacho en la caída de Morales.
La segunda fue en marzo de este año, cuando la activista acusó al dirigente cruceño por realizar amenazas veladas de golpe contra el actual presidente Luis Arce, vencedor de los comicios de octubre de 2020.
“Señor Arce no se olvide de cómo salió Evo Morales (en 2019) , empiece a respetar y haga lo que corresponde”, dijo Camacho, al cual algunos apodan como el “Bolsonaro boliviano”.
Patty le contó a este diario que si se “trabaja en serio” en las indagaciones sobre Camacho es posible que salga a la luz el supuesto “apoyo dado por Brasil” al golpe contra Morales.
No está de más recordar que el epicentro del movimiento destituyente de 2019 fue el Comité Cívico de Santa Cruz, un departamento ligado geográfica – comparte una extensa frontera – y estatégicamente con Brasil.
En Santa Cruz están afincados importantes productores rurales brasileños actualmente simpáticos a Camacho así como a las tentaciones separatistas que fermentaron en otro intento golpista en 2008, el cual fue encabezado por Branko Marinkovik, asilado en Brasil donde fue elogiado por Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente.
Uno de los gestos más elocuentes dados por Brail a favor de la estrategia destituyente ocurrió en mayo de 2019, cuando el entonces canciller, Ernesto Araújo, recibió y se fotografió junto a Camacho.
Patty reconoce que a veces se siente “un poco solita” en esta batalla para que “no haya impunidad” con los culpables de la asonada de 2019: lo cual incluye tanto a los responables bolivianos como a los que “apoyaron desde hace años desde afuera del país, hay que investigar los países que financiaron la desestabilización”.
La activista expresa su interés en poder llevar el caso al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, cuya directora es la expresidenta chilena Michelle Bachelet.
“Es importante que esto se sepa a nivel internacional, quisiera salir, sería lindo encontrarnos con la hermana Bachelet, contarle lo que ha pasado, contarle sobre las personas que han muerto”.
“También quisiera ir a hablar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos , quisiera exponer las cosas que han pasado, sería muy importante”, concluye la incansable Patty.
https://www.pagina12.com.ar/355910-crecen-las-sospechas-sobre-la-ayuda-de-bolsonaro-a-los-golpi
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