El boliviano Carlos Lampe, el mejor portero en la selección más goleada de América

Por Juan Pablo Criales / EL PAIS / ESPAÑA.- Estaba toda Bolivia tan feliz que hasta el presidente salió a felicitarlo. A los 31 años, tras una década vagando en equipos del fútbol local y aupado como el mejor portero de la historia de un equipo chileno de mitad de tabla, Carlos Lampe cumplió su sueño: le llamaron de Boca Juniors. Era octubre de 2018. El equipo argentino se jugaba el pase a las semifinales de la Copa Libertadores cuando su portero titular se quebró la mandíbula. El reglamento les permitía una incorporación de emergencia, Lampe se moría por ir y el Huachipato aceptó cederlo a préstamo por tres meses. “Que venga no quiere decir que será titular”, bajó los humos el entrenador de Boca, y cumplió. El portero solo estuvo tres partidos en el banco y, para el más importante, Esteban Andrada ya se había recuperado. Boca Juniors perdió la final histórica contra River Plate en el Santiago Bernabéu y Lampe lo vio desde la tribuna. El guardameta se fue del Xeneize en silencio, pero cada partido después de aquel sería una revancha.

“Esos meses fueron un premio a mi carrera”, le admitió dos años después al diario chileno Concepción. Carlos Lampe (Santa Cruz de la Sierra, 34 años) no volvió a jugar en un equipo importante, pero siempre que defiende el arco de su selección da de qué hablar. El portero de Bolivia, que fue eliminada de la Copa América con cuatro derrotas y 10 goles en contra, fue el mejor de su posición en la fase de grupos. Con 26 tapadas en tres partidos —se perdió el debut por dar positivo de coronavirus— Lampe no evitó el fiasco boliviano, pero dignificó cada derrota.

La selección más débil de la región es una paradoja. Antepenúltima en las eliminatorias (supera por un punto a Venezuela y Perú), Bolivia mantiene al goleador y al portero con más paradas en el clasificatorio. Marcelo Martins, que juega en el Cruzeiro de la Segunda División de Brasil, ha marcado seis goles en cinco partidos, y Lampe, hoy en el Always Ready boliviano, acumula 23 atajadas en seis juegos.

Cuando terminó su efímero paso por Boca Juniors, Lampe tuvo que volver a Chile. “Haré todo lo posible para quedarme en Argentina”, dijo en enero de 2019 y quemó los puentes. Al Huachipato, donde había roto el récord de imbatibilidad de la historia del club con 462 minutos sin recibir goles, no le quedó otra que volver a cederlo. Sin ofertas del exterior, Lampe firmó con el San José de la ciudad minera de Oruro y volvió a Bolivia después de tan solo tres años.

Lampe saluda a Lionel Messi el pasado 28 de junio tras la victoria de Argentina sobre Bolivia (4-1) en Cuiabá.
Lampe saluda a Lionel Messi el pasado 28 de junio tras la victoria de Argentina sobre Bolivia (4-1) en Cuiabá.RAUL MARTINEZ / EFE

De joven quiso ser basquetbolista, pero Bolivia nunca tuvo una liga profesional. Con una altura de 1,92 metros, probó como delantero y finalmente debutó bajó los tres palos en 2005 en el Universitario de Sucre. Tenía 18 años. La década siguiente la dedicó a recorrer el llano y el altiplano jugando en cinco equipos de la liga local, hasta que en 2016 migró a Chile.

En mayo de 2020, el arquero contó que le prestó 80.000 dólares a la dirigencia de San José para solventar al equipo, que hoy está al borde de la quiebra. Por deudas con exjugadores, la FIFA sancionó al club orureño y Lampe, que había sido cedido a préstamo, solo pudo jugar el primer semestre de 2019. El resto del año lo vivió parado. “No sé en qué lo habrán ocupado. Tampoco me lo han devuelto”, admitió al medio local Deporte Total. Para entonces, Lampe ya había dejado San José fichando por su sexto equipo en Bolivia.

El Always Ready lo contrató en enero de 2020. Uno de los equipos fundadores del profesionalismo del país andino, que vivió una era gloriosa de las ligas departamentales en los cincuenta y que casi desaparece en los ochenta, la mítica Banda Roja volvió a la primera división boliviana en 2019. Tras 28 años hundido, quedó quinto en su regreso. Para el año siguiente, el equipo alteño soñó con quedárselo todo y llamó al portero de la selección. En medio de la pandemia, Lampe gritó campeón del campeonato boliviano de 2020 y consiguió el tercer título profesional de su equipo, el primero en 63 años.

Eliminada de la Copa América, donde ha ganado un solo partido en las últimas nueve ediciones, Bolivia sueña con el Mundial de Qatar 2022, donde sus posibilidades son solo matemáticas. Sin embargo, antes de volver de Brasil, su eterno portero infló el pecho y escribió en Facebook: “En La Paz nadie nos va a aguantar el ritmo”.

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