EL PUEBLO.- El compromiso con el fortalecimiento de la integración y la unidad regional, así como la lucha conjunta contra las amenazas a la estabilidad son parte de los acuerdos contenidos en la Declaración Final de la XIX Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP).
En voz del secretario general del ALBA-TCP, Sacha Llorenti, los países miembros coincidieron en la necesidad de reforzar los mecanismos de concertación política, dado que se erigen como escenarios para la defensa de la soberanía y la autodeterminación.
A continuación, la Declaración Final de la XIX Cumbre del ALBA-TCP:
Los Jefes de Estado y de Gobierno y los jefes de delegaciones de los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos, reunidos de forma presencial el día 24 de junio del año 2021, en el marco de la conmemoración del bicentenario de la Batalla de Carabobo de la República Bolivariana de Venezuela, al suscribir la presente declaración, renovamos nuestro compromiso con el fortalecimiento de la integración y la unidad de nuestros pueblos como ideario fundacional de los comandantes Hugo Chávez y Fidel Castro Ruz, reivindicamos el ideario de Bolívar, Martí, San Martín, Sucre, O’Higgins, Pétion, Morazán, Sandino, Túpac Katari, Bartolina Sisa y otros próceres de la independencia latinoamericana y caribeña, símbolo de unión histórica y cultural de la lucha de nuestros pueblos originarios y la preservación del bien más preciado de la libertad, reconocemos el significado histórico de la Batalla de Carabobo, hito que sella la independencia de Venezuela bajo la conducción del Libertador Simón Bolívar, lucha en la cual se forjó el carácter combativo del pueblo venezolano en defensa de su derecho a la libre determinación, el patrimonio moral y los valores de libertad, lo cual han trascendido a Latinoamérica, el Caribe y el mundo.
Ratificamos nuestro compromiso con la integración genuinamente latinoamericana y caribeña que nos permita enfrentar unidos las pretensiones de dominación imperialista y las amenazas crecientes a la paz y a la estabilidad regional, con el multilateralismo y conforme a los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, en consonancia con la proclama de Latinoamérica y el Caribe como zona de paz.
Resaltamos la necesidad de fortalecer la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) como mecanismo genuino de concertación política que reúne a los 33 estados de Nuestra América, basado en el principio de unidad en la diversidad.
Saludamos el retorno del orden constitucional en el Estado Plurinacional de Bolivia que -gracias a la consciencia y lucha de su pueblo- pudo desarticular el golpe criminal y corrupto y abrir un proceso de reconciliación nacional, basado en la justicia, la autodeterminación y la democracia, nos complace asimismo su regreso a los legítimos foros regionales de concertación política y cooperación en pos del bienestar y el desarrollo de nuestros pueblos.
Destacamos las excelentes gestiones e iniciativas del Presidente Luis Arca Catacora, tanto en el ámbito interno como internacional, para avanzar hacia la reactivación económica, incluido el financiamiento y alivio de la deuda, así como el manejo eficiente de la pandemia.
Saludamos la instalación de la nueva Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, desarrollada con absoluto apego a la constitucionalidad y en paz; a la vez, acogemos con beneplácito la celebración de las próximas elecciones regionales y municipales, siendo la vigésimo sexta en los últimos veintiún años de Revolución Bolivariana, expresión de la sólida democracia participativa y protagónica del hermano pueblo venezolano.
Ratificamos el apoyo incondicional al gobierno sandinista, al Presidente Daniel Ortega Saavedra y al pueblo de Nicaragua en su decisión de continuar defendiendo la soberanía, la paz y los notables avances sociales, económicos, de seguridad y de unidad alcanzados.
Condenamos los ataques y reiterados intentos desestabilizadores contra el gobierno legítimo de la hermana República de Nicaragua por parte de los Estados Unidos de América, promoviendo medidas coercitivas unilaterales, entre otras acciones desestabilizadoras para intentar interferir en sus asuntos internos.
Saludamos la preparación del proceso electoral en la República de Nicaragua y exigimos la no intervención en dichos asuntos que son de la exclusiva competencia del pueblo y las instituciones nicaragüenses.
Celebramos y respaldamos las fuerzas democráticas en los procesos de elección de gobiernos de la región del ALBA-TCP y los esfuerzos realizados para lograr la igualdad de género y la eliminación de la discriminación de los pueblos indígenas.
Acogemos con satisfacción la relación entre la ALBA-TCP y el Sistema de la ONU, Celac, CARICOM (Comunidad del Caribe), AEC (Asociación de Estados del Caribe), SICA (Secretaría General del Sistema de Integración Centroamericana), Unión Africana, Liga Árabe, CELA, CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), Comunidad Euroasiática y CEDAO (Comunidad Económica de Estados de África), bajos los principios de respeto y no intromisión en sus asuntos internos para garantizar una mayor equidad y un mayor compromiso en materia de políticas sociales y económicas.
Ratificamos el derecho de los países del Caribe a recibir un tratamiento justo, especial y diferenciado, reafirmamos el apoyo incondicional y necesario para la defensa y promoción de sus justos reclamos y reparaciones, rechazamos enérgicamente las medidas adoptadas contra los hermanos del CARICOM, considerados jurisdicciones no cooperativas.
Manifestamos nuestro profundo pesar por las víctimas mortales de la pandemia de la COVID-19 en el mundo y, en particular, en nuestra región, a la vez que reconocemos el compromiso de los países del ALBA-TCP para mitigar su propagación, así como los extraordinarios esfuerzos del personal de salud para afrontar la crisis sanitaria, en especial, la labor que realizan en la primera línea el Contingente Henry Reeve de la República de Cuba, así como el desarrollo de cinco candidatos vacunales, muestras de desarrollo, soberanía y solidaridad.
Rechazamos la campaña de descrédito -promovida por el gobierno de los Estados Unidos- contra la cooperación médica cubana que resulta ofensiva y, particularmente, inmoral en el actual contexto de crisis sanitaria global.
Reafirmamos la necesidad de una urgente inmunización universal contra la COVID-19, así como asegurar una distribución pronta, equitativa, solidaria, no discriminatoria y a precios accesibles de vacunas, insumos y equipamientos que permitan proteger a todos.
Reconocemos los esfuerzos que lleva adelante la Alianza en colaboración mundial, bajos los auspicios de la Organización Mundial de la Salud. Damos la bienvenida a la puesta en marcha del banco de vacunas del ALBA-TCP, acordado en la XVII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del ALBA-TCP, así como el banco de medicinas para contribuir a mejorar el acceso a insumos médicos, pruebas rápidas y pruebas PCR a favor de todos los países de la Alianza.
Renovamos a nuestra más enérgica condena al genocida bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos de América contra Cuba y las más de 240 medidas coercitivas unilaterales adoptada por Trump que mantiene intacta el actual gobierno, cuyos daños en el último quinquenio provocaron pérdidas por 17.000 millones de dólares.
Agradecemos el histórico respaldo de todos los Estados miembros de la Alianza a la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba, adoptada ayer 23 de junio.
Manifestamos nuestro enérgico rechazo a la absurda e injustificada inclusión de la República de Cuba en la imperialista de Estados patrocinadores del terrorismo del Departamento de Estado de los Estados Unidos, esta acción unilateral ampliamente rechazada dentro y fuera de los Estados Unidos tiene un impacto negativo en cada esfera de la sociedad cubana e incrementa las dificultades del país para insertarse en el comercio internacional, realizar operaciones financieras y adquirir insumos básicos.
Expresamos nuestra profunda preocupación por las masivas violaciones de los derechos humanos contra el pueblo colombiano y exigimos el respeto a la dignidad de las personas, así como su derecho a la manifestación pacífica.
Rechazamos la repudiable actuación del Secretario General de la Organización de Estados Americanos, extralimitándose en sus funciones ha conducido a esa organización por una senda interminable de despropósitos, legitimando acciones violentas, intervenciones de los asuntos internos y rupturas del orden constitucional en algunos países de la región.
Reconocemos la encomiable labor de la Alianza durante los eventos ocasionados en San Vicente y las Granadinas tras la erupción del volcán La Soufrière, como símbolo de apoyo y solidaridad de los países del ALBA-TCP con el pueblo y el gobierno sanvicentino.
Reafirmamos el pleno apoyo a los países caribeños en su reclamo de compensación por el genocidio de la población nativa y los horrores de la esclavitud y la trata trasatlántica, así mismo manifestamos nuestro compromiso con la defensa y promoción de la cultura latinoamericana y caribeña y de la identidad de los pueblos de la región con particular respeto y fomento de las culturas autóctonas e indígenas.
Apoyamos potenciar el desarrollo de la zona económica complementaria ALBA – Petro Caribe como un verdadero modelo de desarrollo productivo y tecnológico fundamentado en los valores de la Alianza y en los principios del Tratado de Comercio de los Pueblos.
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