Por Sebastián Ochoa /SPUTNIK/ BOLIVIA.- Nacido en una familia cocalera, formado por Evo Morales, el senador Andrónico Rodríguez es uno de los líderes jóvenes surgidos en los turbulentos meses que rodearon al golpe de Estado de 2019. En diálogo con Sputnik, evaluó los grandes cambios registrados en el país en solo un año.
Con el derrocamiento de Evo Morales (2006-2019) y la persecución a dirigentes del Movimiento Al Socialismo (MAS) por parte del Gobierno de facto de Jeanine Áñez (2019-2020), surgieron varios líderes sociales jóvenes. El más destacado es Andrónico Rodríguez, de 32 años, quien es presidente del Senado y, por consiguiente, tercero en la línea de sucesión presidencial, por detrás del primer mandatario Luis Arce Catacora y su vicepresidente David Choquehuanca.
Rodríguez se hizo conocido en todo el país tras el golpe de Estado, el 10 de noviembre de 2019. En ese momento era vicepresidente de las organizaciones campesinas cocaleras reunidas en las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, la organización social más fuerte del país, en la que Morales inició su carrera política en la década del 80.
“Estuve prácticamente a un pelo de ser detenido por algunos personeros del Ejército, por ayudar a la gente que más lo necesita”, comentó a Sputnik. Se refería a la actividad solidaria que desempeñó con las organizaciones durante la primera ola de contagios de COVID-19, que arrasó al país entre marzo y octubre de 2020.
En varias ocasiones fueron detenidos por el Gobierno de facto, con la excusa de que vulneraban la cuarentena rígida dispuesta por Áñez para evitar contagios. Tener a toda la población encerrada también ayudaba a la expresidenta a evitar las protestas de quienes la acusaban de haber usurpado el cargo.
Un año después, Rodríguez es senador del Estado Plurinacional, mientras Áñez y muchos de sus colaboradores enfrentan procesos judiciales en la cárcel por su participación en la ruptura del orden constitucional en 2019.
Desde su actual cargo, Rodríguez está enfocado fuertemente en seguir apoyando a las familias bolivianas que pasan necesidades: “Ahora continuamos con nuestro gesto solidario hacia quienes más lo necesitan. Esperemos también que muchos hermanos y hermanas compartan lo poco que tienen”, dijo el senador.
La llegada de la ansiada ayuda
El senador boliviano Andrónico Rodríguez visita a Katerin y Sebastián
© Sputnik / Sebastián Ochoa
Katerin y su hijo Sebastián, que ese día cumplía siete años, esperaban a la llegada del vehículo oficial por la calle polvorienta y pedregosa de El Abra, el barrio de Cochabamba donde viven en una habitación alquilada. El niño, quien sufre de parálisis, pasaba la mayor parte del día en un carrito de bebé, que ya estaba derruido y de donde sobresalía su frágil cuerpo.
Días antes, la mamá había escuchado hablar al senador por la Radio Kawsachun Coca (RKC). Sin dudarlo, se comunicó con la emisora y les contó todo el sufrimiento que atraviesan ella y sus dos pequeños hijos.
El pedido de ayuda llegó a oídos de Rodríguez, quien organizó una colecta en el Parlamento para comprarle una silla de ruedas, alimentos y otros productos de primera necesidad, que trabajadores del Senado descargaron en la vivienda del niño.
También estaba presente la diputada Pamela Terrazas, del MAS, quien regaló a Sebastián una torta decorada con la cara de un dinosaurio. De repente, el chiquito se encontró rodeado de funcionarios y periodistas con barbijo que le cantaron el feliz cumpleaños.
La diputada Pamela Terrazas junto a Sebastián y al senador Andrónico Rodríguez
© Sputnik / Sebastián Ochoa
El senador preguntó a la mamá por su marido. Ella le dijo que los había abandonado. Katerin también le contó que está tapada de deudas con el banco, lo cual le impide dar a su hijo el tratamiento médico necesario.
“Todo va a salir bien, mi hermana. Lo gestionaremos”, se comprometió Rodríguez. Como integrante de la Comisión de Gestión Social, el senador visita cotidianamente a familias con problemas, a las cuales ayuda.
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“Estoy muy contento de al fin conocer a Sebastián, justo hoy, el día de su cumpleaños. Me conmueve la historia de la madre, enterarme del abandono del padre de Sebastián”, dijo Rodríguez.
“Su mamá está con deudas económicas y no tiene productos de primera necesidad, lo cual es lamentable en este momento de crisis sanitaria, que también está causando crisis económicas a las familias”, comentó.
Explicó que la Comisión de Gestión Social del Senado funciona con aportes del 50% del salario de algunos legisladores, así como recursos donados por privados y otras instituciones. “Todos debemos sensibilizarnos y solidarizarnos con quienes más lo necesitan en este momento complicado que vive el país”, aseguró el senador, que realiza visitas de este tipo los sábados y domingos, cuando lo permite su labor parlamentaria.
© Sputnik / Sebastián Ochoa
Sobre el pedido de la mamá para dar tratamiento médico a Sebastián, el senador afirmó que se contactará con el Ministerio de Salud. También vería la posibilidad “de que algunas clínicas privadas ayuden. Tenemos algunos casos en los cuales se han sumado y, en vez de cobrar un monto determinado, cobraron el 50%. Nosotros tratamos de juntar dinerito y pagamos”.
“Vamos a ayudar en su tratamiento a Sebastián. Esperemos que vaya mejorando. Hasta hace un momento no tenía silla de ruedas. Pero desde hoy comenzaremos a aliviar a la madre también”, sostuvo Rodríguez.
Cocalero de origen
El presidente del Senado nació en 1988 en Sacaba, la misma alcaldía donde vive Sebastián. A los ocho años se fue con su familia a vivir al municipio de Entre Ríos, en el Trópico de Cochabamba, porque su papá Carlos se dedicaba al cultivo de la hoja de coca.
Don Carlos lo llevaba a las reuniones con los campesinos, donde el pequeño Andrónico notó que tenían convicciones muy fuertes, pero en algunas ocasiones les faltaban recursos argumentativos para defender sus verdades. Por ello, a los 18 años entró a estudiar Ciencias Políticas a la Universidad Mayor de San Simón, donde se recibió en 2011, a los 23 años.
Entonces empezó a trabajar políticamente con las juventudes de las Seis Federaciones y, hasta ahora, no paró de ascender y de crecer su influencia en la población.
De hecho, cuando el MAS tuvo que elegir candidatos a la presidencia para las elecciones de octubre de 2020, gran parte de la militancia pedía que la fórmula fuera Choquehuanca a la presidencia, Rodríguez a la vicepresidencia.
A pesar de que Morales se encargó en gran medida de su formación, finalmente descartó a Rodríguez porque lo consideró “muy joven para ser candidato”. Aunque reconoció que encabezaba las primeras encuestas, realizadas en enero de 2020.
Luego del golpe contra Morales, el todavía vicepresidente de las Seis Federaciones encabezó varias movilizaciones y protestas contra el Gobierno de facto. En este sentido, el ahora senador reafirmó que Bolivia sufrió en 2019 una ruptura del orden constitucional, al contrario de lo que afirman quienes todavía reivindican al gobierno de Áñez.
“La narrativa del golpe de Estado se construyó en base a varios hechos irregulares. Entre ellos se suman las masacres, el daño económico al Estado, la convulsión desmedida en nuestro país”, enumeró Rodríguez.
Y agregó: “Desde el inicio de su mandato hemos mencionado que no hay donde perderse, que se han cometido irregularidades, ilegalidades y actos inconstitucionales”.
Rodríguez recordó que “la señora Áñez simuló ser presidenta de la Asamblea, así de manera muy rápida se autoproclamó. Fue investida por un militar, además que no hay ninguna resolución del Tribunal Constitucional, mucho menos de la Asamblea, para avalar ese acto”.
Por ello, se preguntó: “¿Desde qué punto se puede decir que es legal y constitucional la asunción de la señora Áñez?”.
“No fue un golpe de Estado tradicional, como se los conoce, con militares. Sin embargo, los hechos irregulares de forzar las renuncias de los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados han roto el orden constitucional y han allanado el camino para la asunción ilegal de Áñez”, consideró.
La oposición escandalosa
El senador también se refirió a los últimos escándalos que salpican a la oposición boliviana, especialmente a quienes estuvieron inmiscuidos en el Gobierno de Áñez, presa desde marzo pasado por varios delitos que habría cometido durante su irregular asunción.
Primeramente, Rodríguez habló del “préstamo” de gases y agentes químicos de parte del Gobierno de Lenin Moreno (2017-2021), de Ecuador, para que los funcionarios de Áñez reprimieran a quienes protestaban contra su mandato.
“Nuestros hermanos parlamentarios de Ecuador están estudiando de manera muy detallada esta situación. Nos preocupan estos acuerdos entre ambos Gobiernos, que hayan llegado al extremo de prestarse gases para reprimir al pueblo boliviano”, dijo Rodríguez.
El caso se conoció a raíz de una carta del Gobierno ecuatoriano, solicitando la devolución de los gases prestados. “En las cámaras de Diputados y Senadores vemos la posibilidad de viajar allá si es necesario”, comentó, y detalló que varios ministerios del Gobierno realizan las investigaciones correspondientes para saber de qué manera reaccionar a este pedido.
Para Rodríguez, deberían responder los exministros de Gobierno Arturo Murillo —que fue detenido en EEUU y luego liberado bajo fianza— y el de Defensa, Luis Fernando López —escondido posiblemente en Brasil—, “quienes finalmente negociaron este préstamo. La responsabilidad debería recaer sobre estas exautoridades. Pero, como Estado, es nuestra responsabilidad sin duda hacer la devolución”.
El caso Audios
Días atrás, la revista digital The Intercept, de Estados Unidos, dio a conocer audios que pertenecerían al exministro López, en los cuales negociaba con ciudadanos norteamericanos la llegada a Bolivia de 10.000 mercenarios extranjeros para evitar la asunción del presidente Arce, en noviembre del año pasado.
“Teníamos información extraoficial antes de que juramente el presidente Lucho. Nos decían que había la posibilidad de que sectores de las Fuerzas Armadas y de la Policía ejecutaran un plan para impedirlo”, comentó Rodríguez.
Senadores del MAS pidieron a la Fiscalía investigar la veracidad de los audios. De ser así, se buscará sancionar a los involucrados “de manera muy drástica, según el Código Penal, para que estos hechos nunca más vuelvan a ocurrir”, afirmó.
“El pueblo tiene que saber la verdad de sus planes de la derecha para generar inestabilidad en nuestro país. La convulsión se ha iniciado antes de las elecciones de 2019 y se extendió hasta el último día de su gestión”, aseguró.
Y evaluó que “esos delitos deben ser sancionados desde todo punto de vista. Ojalá la Fiscalía pueda promover estas investigaciones”.
El informe de la Iglesia
El presidente del Senado ofreció su análisis sobre el informe presentado por la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) el pasado 15 de junio, en el cual desvirtuaban la teoría de que Morales fue derrocado por un golpe de Estado.
“La Iglesia está envuelta en un mundo de incoherencias e incongruencias. Desde un inicio ha sido supuestamente mediadora para pacificar el país. Sin embargo, se ha visto a sus representantes en varias oportunidades reunidos con la señora Áñez”, dijo Rodríguez.
Y recordó que la CEB también se reunió con políticos opositores y embajadores extranjeros “para allanar el camino que ha permitido a la señora Áñez simular su presidencia del Senado, de la Asamblea y finalmente del Estado, autoproclamándose en un espacio muy tenso”.
Evaluó como “lamentable que algunos personeros de la Iglesia utilicen su nombre para avalar la transición totalmente irregular de la señora Áñez”.
Y agregó: “A estas alturas pretenden justificar los hechos de los cuales han sido partícipes para enlutar al pueblo boliviano con las masacres de Sacaba, de Senkata, con la megacorrupción, con el daño económico. Han perjudicado al país entero, no solo a Evo o al MAS”.
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