Las huellas que incriminan al golpista Carlos Mesa

AGENCIA BOLIVIANA DE INFORMACION (ABI).- Carlos Mesa jugó un papel fundamental en la desestabilización del gobierno de Evo Morales, en 2019, en la renuncia del entonces presidente y en la definición para que Jeanine Añez tome el poder, según una recopilación de siete frases e indicios del jefe de la agrupación política Comunidad Ciudadana (CC).

Fue quien trazó la idea de un “fraude monumental” después de las elecciones generales de 2019. Fue quien llamó a desconocer los resultados de los comicios sin que termine el cómputo oficial de votos.

Fue también quien llamó a la convulsión social que se tradujo en hechos vandálicos y asalto a instituciones públicas. Fue quien pidió la renuncia de Evo Morales.

Fue quien, el 10 de noviembre de 2019, envió a su emisario, Ricardo Paz, a la reunión con la jerarquía católica, Waldo Albarracín, representantes de Luis Fernando Camacho, y embajadores extranjeros, en la que se definió la presidencia de Jeanine Añez.

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Inclusive, Paz fue delegado por esa reunión para llamar por teléfono a Añez y, con altavoz abierto, ofrecerle la Presidencia de Bolivia en una cita a la que no asistieron representantes del MAS.

Por si fuera poco, Carlos Mesa decidió bloquear la sucesión constitucional de Adriana Salvatierra y hasta se animó a presionarla para confirmar que había dimitido, según testimonios y datos que son recopilados en el siguiente cuadro:

“No quiero ser candidato”

Luego de que en 2016 y 2017, descartara intenciones políticas para ser candidato presidencial, mientras asumía la vocería por la demanda marítima, Mesa confirmó el 6 de octubre de 2018 su postulación, contradiciendo su propia declaración: “No quiero ser candidato, no quiero formar un partido político”. Eso sucedió cinco días después de que culminara el litigio entre Bolivia y Chile en La Haya.

No es la primera vez que Mesa participa en política como candidato. Fue postulante a la Vicepresidencia en 2002 por el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) que tenía como postulante a la presidencia a Gonzalo Sánchez de Lozada, hoy prófugo de la justicia.

El asesor y experto en marketing político estadounidense Jeremy Rosner, apoyado en encuestas, definió la candidatura esa vez. El hecho es reconocido por Mesa en su libro Presidencia sitiada.

Logró la Vicepresidencia al ser parte del binomio con Sánchez de Lozada, quien se encuentra en EEUU y para quien se busca la extradición por los hechos del denominado Octubre Negro de 2003, cuando hubo la represión que provocó 72 víctimas fatales. Mesa se negó a ser testigo de cargo en el juicio que una corte federal interpuso contra su exacompañante de fórmula.

Luego se conoció que Mesa cobró la suma de $us 800.000 por postularse junto a Sánchez de Lozada y que el dinero lo recibió en cuotas, a través de depósitos en efectivo.

El líder del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, calificó el hecho como un soborno y acusó a Mesa de evitar responder sobre el caso.

“Mesa aún no responde por el caso Soborno, cuando cobró 800.000 dólares para ser candidato a la vicepresidencia de Gonzalo Sánchez de Lozada. No lo denunció el MAS, lo denunció su propio aliado Mauricio Balcazar. Hasta el día de hoy Mesa no responde. Pero el pueblo tiene memoria”, indicó Morales.

Recordó que Mesa también está implicado en el caso Quiborax, vinculado a un daño económico al Estado en un laudo arbitral en el que Bolivia perdió $us 42,6 millones. Dijo que, en el caso Lava Jato-Odebrecht tampoco respondió por la corrupción en el pago de coimas en la construcción de la carretera Roboré-El Carmen, con “reporte de operaciones sospechosas”, según la investigación.

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“Mesa se presenta como un político que defiende la transparencia. Pero es autor confeso de la destrucción de documentación histórica de los gastos de su gobierno para represión. Ordenó por Decreto Supremo 27345 del 31/01/04 quemar pruebas de los gastos reservados en su gestión”, publicó Morales el 17 de junio.

Ahora, luego de dos derrotas electorales consecutivas en comicios presidenciales, en 2019 y 2020, Mesa se considera líder de la oposición nacional, pero evita dar detalles de su participación en la crisis poselectoral de 2019 para aportar al esclarecimiento de los hechos.

“Desconocí el proceso electoral, pedí y convoqué a la movilización de ustedes, que fueron los verdaderos protagonistas del proceso político, en el que participaron de manera muy protagónica también los movimientos cívicos y otros sectores de la sociedad”, admitió Mesa en un video de transmisión en vivo el lunes 16 de diciembre de 2019.

Según los datos oficiales publicados por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) en 2019, el Movimiento Al Socialismo (MAS), que tenía como candidato presidencial a Evo Morales, logró 2.889.359 votos, número que representó el 47,08% de los válidos emitidos. El segundo lugar era ocupado por la agrupación Comunidad Ciudadana (CC), que postulaba a Carlos Mesa, quien recibió 2.240.920 sufragios a favor, es decir, 36,51%.

El 18 de octubre de 2020, según los datos oficiales del TSE, el MAS, que tuvo como candidato a Luis Arce, logró un respaldo nacional de 3.394.052 votos  (55,11%)  en comparación al 1.775.953 (28,83%) de Mesa. Ese resultado se dio después del golpe de Estado de 2019 en contra del entonces presidente Evo Morales.

“Mesa conspiró con los golpistas. Desconoció su derrota por casi 650 mil votos, instigó públicamente a la violencia y se opuso públicamente a la sucesión constitucional y legal a favor de la presidenta del Senado Adriana Salvatierra. Así fue denunciado por su cómplice Añez”, cuestiona Morales a casi dos años de los hechos.

El excandidato presidencial de la alianza Comunidad Ciudadana (CC) fue convocado por la Fiscalía en calidad de testigo en el caso Golpe de Estado.

Los delitos investigados en el caso son terrorismo, conspiración en el grado de complicidad, incumplimiento de deberes, resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes, anticipación y prolongación de funciones.

Sin embargo, Mesa no prestó su declaración informativa en calidad de testigo por la posibilidad de que sus respuestas puedan generar responsabilidades en su contra respecto a los hechos de octubre y noviembre de 2019.

“No voy a contestar la pregunta, porque me puedo incriminar”, respondió al ser consultado por los fiscales lo siguiente: “Señale usted qué es lo que usted hizo y dónde se encontraba en las fechas 10, 11 y 12 de noviembre de 2019”.

“Carlos Mesa, el historiador golpista, debe responder ante la justicia. No tiene moral para hablar de democracia. Además de conspirar y provocar el golpe de la corrupción y las masacres tiene muchas cuentas pendientes. La única persecución que sufre es la de su conciencia”, reclamó Morales.

“Así como ahora busca impunidad para las masacres y corrupción del gobierno de facto, garantizó impunidad para sus jefes Sánchez de Lozada y Sánchez Berzaín cuando se negó a declarar por la masacre de octubre de 2003, en EEUU”, cuestionó.

Convocatoria para que Añez asuma la presidencia

Sobre la probable sucesión constitucional de Adriana Salvatierra, entonces presidenta del Senado, Jeanine Añez ante la Fiscalía dijo que “el señor (Antonio) Quiroga llama al señor Carlos Mesa por teléfono para consultarle y éste le responde que la ciudadanía no aceptaría esa sucesión, las protestas continuarían”.

El informe de la Conferencia Episcopal indica: “Desde la sala de reunión, ante las dudas de todos y, a petición de los presentes, Ricardo Paz tomó contacto con la senadora Jeanine Añez vía telefónica, y con micrófono abierto le preguntó acerca de su disponibilidad para asumir la presidencia.

Huellas que incriminan a Carlos Mesa en la conspiración