DIARIO OPINION/ BRUJULA DIGITAL.- El exministro de Gobierno, Arturo Murillo (2019-2020), estaba convencido de que “¡él Presidente (del Estado) era él¡”, reveló el Comandante General de la Policía, Jhonny Aguilera.
La declaración surgió durante una explicación que hizo sobre los indicios que existen sobre la participación que tuvo la expresidenta, Jeanine Áñez, en la presunta compra irregular de gases antimotines a un costo de $us5.6 millones para el Estado en 2019.
“En una de las entrevistas que realizó (un) oficial (de la policía a cargo de investigar la compra de gases antimotines en 2019), que está reflejado en un informe, nos hace conocer que las expresiones vertidas por el exministro de Gobierno estaban relacionadas, fundamentalmente, a idolatrar su persona, expresando que contaba con todo el respaldo de la expresidenta (Jeanine Áñez), y que en todo caso (declaró que), el presidente (del Estado), era él”, afirmó el Jefe Policial.
Sobre el tema el Ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, señaló que la participación de la exmandataria en los presuntos actos de corrupción fueron ligados a la autorización que habría firmado para que el Banco Central de Bolivia (BCB) disponga la transferencia de $us 5.6 millones a bancos en los Estados Unidos.
“No puede salir 100 bolivianos del BCB, sin que conozca la presidenta o presidente, eso es claro”, apuntó la autoridad ministerial.
Según Aguilera, Murillo montó, en su momento, un “verdadero esquema de vínculos políticos y económicos” impenetrables en su momento y que, cuando comenzaron las primeras investigaciones en 2020, para establecer si existieron irregularidades en la adquisición de los gases antimotines, impedía avanzar en los procesos.
“Las investigaciones pudieron establecer un esquema de vínculo político-económico y la policía recibió un informe (reservado) de quién estaba a cargo de realizar las investigaciones el pasado año, y en éste informe, el oficial que estaba encargado de la investigación relata las circunstancias que han impedido la investigación. Se había conformado un verdadero esquema que impedía, obstaculizaba la averiguación de la verdad”, comentó.
El exministro de Gobierno de Bolivia y otro exfuncionario boliviano están acusados de recibir sobornos pagados por una empresa e individuos estadounidenses para asegurar un contrato con el gobierno boliviano y luego utilizar el sistema financiero estadounidense para lavar esos sobornos, informó el Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
Según documentos judiciales, Arturo Carlos Murillo Prijic, 57, Sergio Rodrigo Méndez Mendizábal, 51, Luis Berkman, 58, Bryan Berkman, 36 y Philip Lichtenfeld, 48, participaron en el plan de soborno entre aproximadamente noviembre de 2019 y abril de 2020.
“Las cinco personas están acusadas de un cargo de conspiración para cometer lavado de dinero. Si son declarados culpables, se enfrentan a una pena máxima de 20 años de prisión. Un juez de un tribunal de distrito federal determinará cualquier sentencia después de considerar las Pautas de Sentencia de Estados Unidos y otros factores legales”, refiere el organismo norteamericano.
Antes de ser nombrado ministro de Gobierno, Arturo Murillo advirtió que saldrá en ‘cacería de masistas’. Corran, “los vamos a agarrar”, dijo entonces.
Jeanine Áñez y arturo Murillo en medio de un acto oficial. Foto: ABI
Horas antes de ser nombrado ministro de Gobierno, el 13 de noviembre de 2019, el entonces senador Arturo Murillo había anunciado la cacería de “masistas” y detractores del gobierno recientemente instalado de Jeanine Áñez. Año y medio después de aquella sentencia, él resultó cazado.
“Esas personas que empiecen a correr, porque los vamos a agarrar”, había dicho envalentonado.
Sus advertencias apuntaban especialmente a quien fuera ministro de la Presidencia en el gobierno de Evo Morales, Juan Ramón Quintana. “Vamos a ir a la cacería de Juan Ramón Quintana. ¿Por qué es cacería? Es un animal que está matando gente en nuestro país, no lo vamos a permitir”, justificó entonces.
Murillo, de 57 años, era senador de Unidad Demócrata (UD) cuando en una cuestionada “sucesión” llegó al poder Áñez, dos días después de la renuncia de Morales, el 10 de noviembre de aquel año. Una protesta por los resultados de las elecciones del 20 de octubre, un motín policial instalado el 8 de noviembre y la sugerencia de “renuncia” del mandatario planteada por las Fuerzas Armadas habían precedido a la dimisión presidencial.
Un oficioso Murillo esperaba el 11 de noviembre la llegada a la Asamblea Legislativa de Áñez, quien ya se sabía mandataria transitoria horas antes. Después del expresidente Jorge Quiroga, el senador fue el segundo en recibir a su entonces colega.
Desde entonces, el senador cochabambino se convirtió en el hombre detrás del poder. Así se mostró durante el casi año de gobierno transitorio. Precisamente, antes del anuncio de la detención de Murillo este miércoles, el comandante de la Policía Boliviana, Jhonny Aguilera, denunciaba que el exministro solía amedrentar a los policías diciéndoles que era el “presidente de la República”.
Ahora, el destino de Murillo es otro. Acaba de ser detenido en Estados Unidos, según comunicación del Departamento de Justicia de aquel país citado por el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, ayer en conferencia de prensa en La Paz.
Cuando la tarde de ayer el ministro llamó a conferencia de prensa para denunciar las vinculaciones de Murillo con familiares y excolaboradores, no había comenzado la comparecencia con la noticia. Fue en la parte final de esa rueda con los periodistas que soltó la primicia, y esto luego de que una funcionaria le alcanzó un escrito con la novedad.
Al recibir el papel, Del Castillo sonrió y pudo responder a la pregunta de un periodista al respecto: “Lo que acabamos de recibir de una manera pronta es un comunicado del Departamento de Justicia de Estados Unidos, es que el señor Arturo Murillo ha sido detenido e imputado” en ese país.
Murillo no había aparecido en público desde el 20 de mayo, al menos en su cuenta de Twitter, desde donde solía responder a las acusaciones del gobierno de Luis Arce. El 6 de mayo dijo que se trataba de una “canallada” su presunta vinculación con el narcotraficante Einar Lima Lobo, extraditado hace unas semanas a Brasil, cuya decisión había estado pendiente desde octubre de 2019.
En medio de ese “silencio” resultó uno de los cinco detenidos por “un cargo de conspiración para cometer lavado de dinero”, según el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Había sido investigado junto a otras cuatro personas por el Buró Federal de Investigaciones (FBI). Si bien en el informe del FBI Murillo no fue nombrado, el documento de 26 páginas se refiere a un “funcionario de alto rango” del Ministerio de Gobierno con la clave “co-conspirador 1”. También cita a otro “funcionario del Ministerio de Defensa” como “co-conspirador 2”.
Según Del Castillo, ambos códigos se refieren a Murillo y al otrora ministro de Defensa Luis Fernando López, investigados en Bolivia por la compra con presunto sobreprecio de $us 2,3 millones de material antidisturbios.
Murillo era el poder detrás de Áñez, a juzgar por sus actuaciones durante casi un año.
Óscar Ortiz, ministro de Economía en el gobierno de Áñez, había denunciado que su salida del cargo fue al influjo de Murillo. “Yo creo que hay un problema muy serio, y es que la presidenta Áñez le ha entregado el futuro del gobierno y del país al ministro Murillo, que es una persona que no tiene la capacidad, no tiene la serenidad necesaria para poder resolver los problemas”, dijo Ortiz el 28 de septiembre del año pasado.
Entre otros antecedentes, Murillo dirigió junto a López la intervención policial-militar en Sacaba y Senkata en noviembre de 2019. Una veintena de fallecidos resultó de ese operativo al amparo del Decreto Supremo 4078. Entonces, el ministro había dicho que los movilizados se mataron entre sí.
‘Jamás dejaré a Áñez’
“Jamás abandonaría a la Presidenta. Me iré de Palacio el día que ella entregue la banda presidencial al nuevo presidente constitucional. Las otras formas para que me vaya serían que ella me eche, o que me maten. Yo estaré para defender a la democracia hasta el último día”. 19-10.2020
Perfil
Nombre: Arturo Murillo Prijic
Nació: 27-12-1963
Ocupación: Exsenador, exministro de Gobierno y empresario hotelero
Murillo detrás del trono: 9 falsedades que dijo y 4 demandas legales en su contra
Legisladores del MAS sostienen que el titular del Ministerio de Gobierno concentró el poder para pasar por encima del mismo Gabinete de Jeanine Añez.
Leny Chuquimia / La Paz.- Cuatro procesos iniciados en su contra, nueve falsedades dichas por él en su casi un año de gestión y su influencia en la destitución de al menos cuatro autoridades marcan el perfil del ministro de Gobierno Arturo Murillo, que se muestra como el “poder detrás del trono”.
“Estamos en un estado de capricho y la Presidenta lo permite, le ha entregado el futuro del Gobierno y del país a una persona que no tiene la capacidad, y no tiene la serenidad necesaria para poder resolver los problemas como corresponde, en el marco de la Constitución y las leyes”, aseveró el exministro de Economía Óscar Ortiz.
Desde la oposición afirman que Murillo, el hotelero y parlamentario de 57 años, se convirtió en el “todopoderoso” del Gobierno, al que no se le niega ni se le contradice en nada.
“Cualquier ciudadano, autoridad, funcionario, incluso ministro que contradiga al todopoderoso Murillo tiene como destino el quedar fuera”, señaló el senador Omar Aguilar, del MAS.
Página Siete trató de comunicarse con la autoridad, pero debido a que se encuentra cumpliendo funciones fuera del país no se logró el contacto.
Respecto a este viaje, el presidente de la Cámara de Diputados Sergio Choque señaló que el Ministro de Gobierno realiza tareas que le competen a la Cancillería y al titular de Economía. “El señor Murillo ha pisoteado a su mismo Gabinete, no respeta la estructura ministerial ni sus competencias”, sostuvo.
Las nueve falsedades
Una de las observaciones a su gestión es la facilidad para emitir datos erróneos o falsos, por los que no ha recibido ninguna sanción, como ocurrió con otras autoridades del Gobierno.
15 de junio. En medio de la crisis sanitaria y el rechazo de varios sectores para mantener la cuarentena, Murillo afirmó que el alcalde de Entre Ríos Aurelio Rojas estaba en coma por la Covid-19 “después de negar su existencia”. Aunque el dato era falso, el ministro lo repitió días después cuando el burgomaestre falleció.
El deceso tomó los titulares de la prensa que hizo eco de la declaración falsa. El burgomaestre se contagió durante la atención de la emergencia.
20 de junio. Afirmó: “Tenemos amenazas de que quieren tomar Misicuni. Vamos a instruir al departamento legal hacer una denuncia penal contra el secretario general de la Gobernación”, dijo Murillo. Horas después los comunarios emitieron un voto resolutivo negando ese extremo.
20 de junio. Aseveró que el 50% de los muertos reportados por Covid-19 en Cochabamba correspondían al trópico. “El Chapare, uno de los lugares que menos creía y que decía que el coronavirus era un invento, es uno de los lugares de mayor infección, y no nos dejan atenderlos”, dijo.
Sin embargo, los datos oficiales del Sedes de Cochabamba señalan que hasta ese día había 98 decesos en todo el departamento. Sólo 34 correspondían a los municipios del trópico.
Julio. Mediante su cuenta de Twitter, dijo que el ala radical del masismo presionaba al candidato a la vicepresidencia David Choquehuanca para renunciar. La respuesta le llegó con las frases: “No seas ladrón, no seas mentiroso, no seas flojo”.
27 de julio. En conferencia dio una cifra errada sobre la cantidad de decesos por Covid-19 en todo el país. Además, señaló que en Beni los casos estaban controlados cuando desde el Sedes de ese departamento se denunciaba un colapso de los hospitales y se pedía ayuda con pruebas, insumos y personal médico.
En la rueda de prensa arremetió contra sus colaboradores por no pasarle los datos en orden.
27 de julio. Afirmó: “Todo nos indica que el señor Arce Catacora también está contagiado. Se está guardando como el más grande de los secretos. Ha estado en conferencia de prensa con ustedes (periodistas). No es malo contagiarse, lo malo es llevar a la gente a contagiarse”, señaló.
De inmediato, desde el MAS se negó que el candidato a la presidencia estuviera enfermo.
28 de julio. Desde Santa Cruz sostuvo que su equipo de inteligencia identificó que 10 personas contagiadas de Covid-19 arribaron a La Paz en buses procedentes del Chapare, sin aportar pruebas al respecto.
“Lo que nos preocupa es el contagio altísimo que se va a dar, por eso pedimos que la gente de La Paz que no se exponga y no salga de sus casas” dijo.
4 de agosto. Manifestó que en las últimas 72 horas “hemos levantado 170 cadáveres de El Alto y eso ha sido por los conflictos y las movilizaciones de hace tres semanas”. Sin embargo, los informes epidemiológicos del Ministerio de Salud apenas reportaron 30 decesos por Covid-19.
11 de septiembre. Sin prueba alguna, en su cuenta de Twitter publicó la foto de Lourdes P. que según la autoridad era la mujer que raptó a la bebé Samanta. Sin embargo esta persona era inocente y se presentó a la Policía para demostrar la equivocación. Este es el único error por el que el ministro Murillo pidió disculpas.
Otras polémicas
- Hermana El 24 de diciembre de 2019 se conoció que la hermana del ministro de Gobierno Arturo Murillo fue nombrada como cónsul de Bolivia en Miami (EEUU), lo cual generó críticas de parte del MAS. La flamante funcionaria había entregado su declaración jurada cinco días antes.
- Amenaza El 1 de junio el Ministerio de Gobierno admitió la compra de los gases lacrimógenos pero negó que hubiera irregularidades. En un comunicado público, dirigido al periodista que hizo la denuncia, señaló: “Es una falsedad y no vamos a descansar hasta que el señor Arias rectifique”.
- No hables El 11 de junio, mientras la Presidenta hacía declaraciones a la prensa sobre la convocatoria a las elecciones, el ministro de Gobierno le ordenó entre susurros: “No hables de eso, no comentes”. Cuestionado sobre la escena señaló: “Simplemente traté de darle una recomendación sobre un tema que no habíamos discutido. Pero ni siquiera me escuchó. Es la maldad de la gente que dice: Murillo manda a la Presidenta”, afirmó.
- Misoginia El 19 de mayo se viralizó un video en el que el titular de Gobierno, frente a cámaras y micrófonos, acosó a una periodista que le pedía una declaración: “Hola guapa, esos lindos ojos no se pierden en el barbijo”, mencionó. Un mes después publicó un tuit en el que decía a Carlos Mesa: “Hoy que @JeanineAnez defiende la Democracia y la vida de los Bolivianos no te cansas de atacarla. Es mujer sí, pero le sobra lo que siempre te faltó”. Ya en 2017, como parlamentario en contra del aborto dijo: “Mátense las mujeres que dicen que quieren hacer lo que les da la gana con su cuerpo, háganlo, suicídense”.
- Educación En una ocasión, en un programa de la Red Uno, manifestó que si fuera el caso optaría porque su hijo permanezca ignorante a que asista al colegio y se contagie.
- Quintana En otra ocasión, el Ministro de Gobierno afirmó sobre el exministro Ramón Quintana (con quien es comparado): “Es un hombre que se alimenta de la sangre del pueblo. Tenemos datos, vamos a ir en su cacería porque es un animal que está matando”.
Hay al menos cuatro procesos en su contra
Al menos cuatro procesos fueron presentados ante el Ministerio Público, desde que Arturo Murillo es parte del Gobierno. Incumplimiento de deberes, compras lesivas al Estado, detenciones irregulares y difamación son parte de las demandas interpuestas en su contra.
“Las denuncias que hagan, las cosas políticas, nos tienen sin cuidado. Responderé cuando se tenga que responder, en el momento es lo de menos”, expresó Murillo el 15 de septiembre en Chimoré, Cochabamba.
Dio la declaración tras ser consultado por la denuncia de difamación que interpuso la mujer acusada injustamente de raptar a la bebé Samanta.
1 Caso gases lacrimógenos
El 8 de junio pasado, el fiscal departamental de La Paz Marco Antonio Cossío comunicó la admisión de la denuncia contra Murillo por la presunta compra de municiones no letales con sobreprecio.
Explicó que el titular de Gobierno fue sindicado por incumplimiento de deberes y contratos lesivos al Estado. La denuncia fue interpuesta por siete diputados del MAS.
2 Caso detención de Hermosa
El 15 de junio, el diputado Julio Huaraya confirmó la admisión de una denuncia contra Murillo por privación de libertad, ilegal y robo agravado en la detención de Patricia Hermosa, exjefa de gabinete de Evo Morales.
3 Masacres de Senkata y Sacaba
El 21 de septiembre, la Comisión Especial Mixta de la Asamblea Legislativa Plurinacional resolvió iniciar un proceso penal por incumplimiento de deberes contra Arturo Murillo por no asistir a brindar información sobre las masacres de Senkata y Sacaba. Además, los legisladores preparan otra demanda por incumplimiento de deberes en ambos hechos luctuosos.
4 Caso bebé Samanta
El 30 de septiembre, la justicia determinó admitir la denuncia por calumnia, difamación e injurias, presentada por la ciudadana Lourdes P. contra el Ministro de Gobierno, por difundir su foto acusándola de ser la raptora de la bebé Samanta, desaparecida en la ciudad de La Paz el 8 de septiembre.
Cuatro cambios influidos por Murillo
“Agradezco a la señora Presidenta por darme la oportunidad, pero hizo caso a la sugerencia de su ministro Arturo Murillo. Él tendrá sus razones y lo repito no me sacan por maleante o ladrón”, aseveró Rafael Quispe luego de ser destituido del Fondo de Desarrollo Indígena.
La remoción de la autoridad se produjo luego de que Murillo le pidiera su renuncia por presuntamente congregar a unos comunarios en plena cuarentena. Fue la primera de al menos cuatro relevaciones que se atribuyen al poder de Murillo para dar o quitar cargos dentro del Gobierno.
“La designación o destitución de miembros del Gabinete es una atribución exclusiva de la Presidenta. Creo que por el silencio del Gobierno existen especulaciones y percepciones sobre que no es la mujer al mando la que conduce la política de este país”, manifestó Shirley Franco, asambleísta de Demócratas.
La semana pasada, a pocos días del cambio del Procurador General del Estado, la transición sufrió una crisis de Gabinete debido al alejamiento de tres autoridades importantes. Dos atribuyeron su salida del Gobierno a los desentendidos con Murillo.
“Podría decirse que puse mi gotita de arena para la salida de José Cabrera (exprocurador que pidió investigar a Murillo en el caso Elfec), porque tuvo reuniones con el MAS”, dijo el ministro de Gobierno, en una entrevista con Radio Fides el 21 de septiembre.
Apenas una semana después, el entonces ministro de Economía Óscar Ortiz abandonaba su despacho luego de enterarse de su destitución por las redes sociales. Declaró que su salida se debía a profundas diferencias con Murillo sobre la devolución de las acciones de Elfec. Además, lo acusó de acelerar la firma de contratos millonarios para la adquisición de camionetas y equipamiento de inteligencia para la Policía.
24 horas después, Óscar Mercado presentó su renuncia irrevocable al cargo de ministro de Trabajo. Afirmo que los motivos eran los mismos presentados por Ortiz.
Es misma mañana Abel Martínez dejó el cargo de ministro de Desarrollo Productivo sin dar razones.
LINK DE LA NOTA DE PAGINA SIETE: https://www.paginasiete.bo/nacional/2020/10/4/murillo-detras-del-trono-unas-falsedades-demandas-legales-270311.html
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