ABI.- “Colombia vive horas definitivas”, dijo el periodista y analista político Ariel Ávila, quien hizo un escalofriante diagnóstico: 36 personas asesinadas en una semana, más de 400 detenidos de forma arbitraria, varias ciudades bloqueadas, miles de personas movilizadas y el presidente Iván Duque, acorralado.
El especialista fue entrevistado este jueves en el programa Primer Plano, de Bolivia Tv, junto al periodista de la cadena Telesur, Orlando Pérez, para conocer la situación de Colombia.
Ávila dijo que las movilizaciones populares están compuestas por un 10% de integrantes de sectores obreros y laborales; un 90% de personas que provienen de la clase media empobrecida y de jóvenes sin empleo que no tienen perspectivas de futuro.
Explicó que el gobierno colombiano, además de responder a la protesta social con una brutal represión policial, buscó estigmatizar a los movilizados con el rótulo de terroristas, pero la cantidad de manifestantes mostró algo totalmente distinto.
A su turno, el periodista Pérez indicó que las razones para la gran “eclosión de problemas en Colombia” deben buscarse en que el 43% de la población colombiana vive en la pobreza, ese país tiene una acumulación de dificultades económicas, no pudo resolver el conflicto causado tras las ejecuciones de 1.200 líderes sociales y sufre las crisis de seguridad ciudadana, empleo y desigualdad.
Indicó que un papel importante juegan los medios de difusión tradicionales que se mostraron como afines al gobierno ya que buscan invisibilizar las causas de la protesta social y estigmatizan a quienes están en las manifestaciones populares.
Este jueves, Beti Lozano, docente investigadora colombiana, dijo que las protestas sociales, si bien consiguieron la anulación del proyecto de reforma tributaria, ahora exigen que se retroceda en las políticas de ajuste estructural, es decir neoliberalismo, que impulsa el gobierno colombiano.
Indignación en Colombia por un activista que recibió ocho disparos mientras protestaba
“Nos están matando en Colombia”. Estas fueron algunas de las últimas palabras que pronunció el estudiante y activista Lucas Villa Vásquez antes de recibir ocho disparos, en un ataque perpetrado por sujetos desconocidos en la ciudad de Pereira, la capital de Risaralda, ubicada en el eje cafetero.
La alegría, el baile y los cánticos de Lucas fueron acallados a balazos en un instante. El estudiante de Ciencias del Deporte y la Recreación de la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP) está en terapia intensiva y se reporta en estado crítico.
Villa Vázquez ingresó a las 07:59 de la noche (hora local) al Hospital Universitario San Jorge. Aunque algunas versiones aseguraban que el hombre de 37 años tenía muerte cerebral, el gerente de la clínica, Juan Carlos Restrepo, dijo que su pronóstico era reservado y que están a la espera de ver si evoluciona tras ser atendido en la unidad de cuidados intensivos.
“Está siendo manejado por Neurocirugía, Neurología clínica e intensivistas. El paciente inmediatamente fue intubado y trasladado a la unidad de cuidados intensivos”, contó Restrepo, según un reporte de RT.
Durante el ataque armado a la altura del viaducto César Gaviria, también resultó herido de gravedad Andrés Felipe Castaño, con lesiones en cuello y abdomen; y Javier David Clavijo, con un disparo en la pierna, según reportaron medios locales.
En redes sociales se difundió un video sobre el supuesto momento en que Lucas, Andrés y Javier fueron atacados a balazos por al menos un sujeto que viajaba a bordo de una motocicleta. Una mujer, presumiblemente pareja de una de las víctimas, grabó la escena con su celular.
Hasta el jueves, la Defensoría del Pueblo reportó 24 fallecimientos, 352 personas lesionadas y 89 desaparecidos. No obstante, organizaciones sociales documentan un saldo de 34 muertes y más de 300 ciudadanos no localizados en el marco de las protestas sociales y la represión orquestada por la fuerza pública y por civiles armados.
Además, la organización Temblores denunció 1.708 casos de violencia policial en contra de manifestantes, entre las que se cuentan 22 víctimas de agresión en los ojos y 10 de violencia sexual. Además, documentaron 110 agresiones en donde los uniformados utilizaron armas de fuego en contra de ciudadanos.
Alberto Fernández y Evo Morales condenan represión en Colombia
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, expresó desde su cuenta oficial de Twitter su preocupación por la represión en Colombia, a la que se refirió como “violencia institucional”.
“Con preocupación observo la represión desatada ante las protestas sociales ocurridas en Colombia. Ruego por que el pueblo colombiano retome la paz social”, tuiteó el Mandatario, y añadió una alusión directa al gobierno del país, instándole a detener la violencia institucional, reportó Telesur.
De ese modo, Fernández se unió a la lista de líderes y entidades internacionales que se pronunciaron por la crisis de derechos humanos que se vive hoy en Colombia, con el enfrentamiento de las fuerzas policiales contra los manifestantes en paro nacional contra la reforma tributaria.
También el expresidente boliviano, Evo Morales, se pronunció al respecto, analizando la situación como una oportunidad para generar cambios estructurales en la nación. Asimismo, llamó a los organismos internacionales a intervenir ante la situación.
“Los organismos internacionales deben parar la violencia”, dijo desde Twitter.
Esta semana el rechazo a la represión policial en Colombia llegó también desde instituciones de Francia, Chile, Costa Rica, Uruguay, Cuba, España, Australia, Alemania y Reino Unido, cuando se cumplen once jornadas de manifestaciones en el país latinoamericano.
Asimismo, expresaron preocupación el Grupo de Puebla, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea, que pidieron calma y un reparto de poderes equilibrado.
Los actos violentos en Colombia iniciaron el pasado 28 de abril después de que sindicatos y grupos sociales comenzaran un paro nacional contra el reciente aumento de tributos por parte de un decreto del Ejecutivo, la reforma pensional y la reforma de salud, así como otras medidas antipopulares.
Colombia. Registran más de 900 detenciones arbitrarias / Congreso colombiano se reúne con Comité Nacional del Paro
Resumen Latinoamericano, 6 de mayo de 2021.- Pese a que las manifestaciones son pacíficas, en varias ciudades del país se ha denunciado el excesivo uso de la fuerza por parte de agentes del Estado. | Foto: Colprensa
La Plataforma Grita ha registrado, desde el 28 de abril, 1.728 casos de violencia policial y 234 víctimas de violencia física durante las manifestaciones.
Más de 900 detenciones arbitrarias se han registrado durante la represión por parte de los agentes del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) y del Ejército de Colombia contra los manifestantes que rechazan las políticas neoliberales del presidente Iván Duque, informó la Plataforma Grita.
Un nuevo balance publicado este jueves por la referida Plataforma precisa que, desde el comienzo del Paro Nacional, el pasado 28 de abril, hasta el 6 de mayo se han presentado 934 detenciones arbitrarias, 1.728 casos de violencia policial y 234 víctimas de violencia física.
Además, reporta un total de 341 intervenciones violentas, 37 homicidios, 26 personas con heridas en los ojos, 98 casos por disparos con arma de fuero por parte de agentes de la Policía y 11 víctimas de violencia sexual.
Pese a que las manifestaciones se han realizado de forma pacífica, en varias ciudades del país se ha denunciado el excesivo uso de la fuerza por parte de agentes del Estado.
En la noche del miércoles se registraron nuevas acciones violentas por parte de las fuerzas de seguridad colombiano en la localidad de Pereira, donde al menos dos jóvenes fallecieron, identificados como Lucas Villa y Miguel Ciro, mientras que varios fueron heridos.
En redes sociales fueron publicados videos que registran a agentes disparando contra la manifestación de jóvenes que rechazaban las medidas del Gobierno de Duque y exigen la reivindicación de sus derechos.
Diversas organizaciones sociales, defensoras de derechos humanos e internacionales se han pronunciado en rechazo a los hechos de violencia registrados contra los manifestantes durante los nueve días de protestas desde el inicio del Paro Nacional en el país.
Congreso colombiano se reúne con Comité Nacional del Paro
La violencia con la cual ha sido reprimida la protesta social en Colombia en los últimos días, fue denunciada en la Audiencia Pública en el Senado. | Foto: Twitter: Iván Cepeda
El Senado de Colombia, en una sesión en línea escuchó algunas demandas de manifestantes integrados al Comité del Paro.
La mesa directiva del Senado de Colombia desarrolla este jueves una Sesión Plenaria como Audiencia Pública con la «finalidad de escuchar las voces de quienes han venido liderando el paro nacional» que conmociona al país suramericano hace más de una semana.
El presidente de la Cámara Alta, Arturo Char Chaljub, dijo que habían sido invitados los representantes de gremios, la sociedad civil y el Gobierno Nacional con el fin de abordar la situación por la que atraviesa el país desde que el pasado 28 de abril se destaran masivas protestas ante una retirada propuesta de reforma tributaria.
La vocera del Comité Nacional del Paro, Elizabeth Quiñónez, en su intervención dijo que «entre todos tenemos que buscar una alternativa para hacer prevalecer la protección de los manifestantes» y para «parar la masacre para poder sentarnos a dialogar».
Por su parte, Olga Quintero, quien representa al movimiento popular Marcha Patriótica, manifestó que «hay muchas razones» para que el paro Nacional se mantenga: «no es solo la reforma tributaria, es también por la defensa de la vida».
En ese sentido, abundó: «No es que no se necesite una Reforma, es que hay problemas estructurales de fondo que si no hay voluntad política ni desde el Congreso, Presidencia y diferentes sectores, no nos juntamos e intentamos de resolver, vamos para el abismo».
A su vez, el director ejecutivo nacional de Dignidad Agropecuaria, Oscar Gutierrez, se refirió al planteamiento de unos puntos de reclamo que se le hizo al Gobierno de Iván Duque para que fueran tramitados ante necesidades evidentes de comunidades, los cuales no son solo de los problemas agropecuarios, por lo cual entrocan con las demandas de otros sectores presentes en el Paro Nacional.
Al tomar la palabra, el vicepresidente de la Confederación General del Trabajo, Percy Oyola, le pidió al Congreso tomar atenta nota de los debates y de los proyectos que se dan respecto a la producción de normas que luego terminan impactando a los trabajadores, en referencia al ahora retirado proyecto de ley de reforma tributaria, la cual, con otras modifiaciones, regresará al Congreso.
En el mismo sentido se pronunció el presidente de la Confederación Unitaria de Trabajadores (CUT), Francisco Maltés Tullo.
Colombia. No es por la reforma tributaria, es por hambre y dignidad
Por Hernando Calvo Ospina. Resumen Latinoamericano, 6 de mayo de 2021..- Colombia es un régimen en guerra permanente contra su población desde comienzos del siglo XIX. Ello empezó apenas el venezolano Simón Bolivar dejó el poder en Bogotá, al verse traicionado y en camino de ser asesinado. El había dado la libertad a Colombia, entre otras tierras, luchando junto a sus tropas de bravos harapientos, casi todos venezolanos, hasta expulsar a la corona española…
Antes que ningún otro estado en América Latina, la dirigencia política y la iglesia Católica empezaron a instaurar leyes represivas para perseguir al «comunismo» : hablo del año 1920.
Pero mirando sólo desde los años sesenta del siglo pasado se puede decir que sin necesidad de dictaduras, Colombia, siempre bajo la égida de EEUU, instauró la Doctrina de la Seguridad Nacional como ninguna otra nación en el continente. El presidente Kennedy, cuyo gobierno la conceptualizó y expandió, felicitó admirado al colombiano por su capacidad para adaptarla. Esa estrategia de acabar con el «enemigo interno», con la oposicion política, sigue vigente. Y bajo ella, por ejemplo, lé ase bien y disculpen la comparación: cada presidente colombiano después de 4 años de gobierno deja más muertos y desaparecidos por motivos politicos que todos los que hicieron EN SU CONJUNTO Y DURANTE 16 AÑOS, las dictaduras que instauró Estados Unidos en Chile, Brasil, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Argentina.
Desde crematorios hasta criaderos de cocodrilos han sido creados para desaparecer a dirigentes comunitarios. No hay otro país en el mundo donde se hayan encontrado fosas comunes con más de 2000 personas cada una: ni los nazis lo lograron.
Los grupos paramilitares hacen parte del régimen colombiano desde hace seis décadas. Perfeccionados por especialistas israelíes, ingleses y estadounidenses en los años ochenta del siglo pasado, fueron y siguen siendo financiados con dinero del narcotráfico. Ellos se encargan de hacer el «trabajo sucio» del ejército y de «limpiar» las zonas campesinas de posibles opositores a las transnacionales y terratenientes, que se apoderan de los inmensos recursos estratégicos .
Colombia es el principal productor y exportador de cocaína del mundo, a pesar de estar invadida por tropas estadounidenses que llegaron con el pretexto de combatirla. Mientras Estados Unidos es el principal consumidor y sus bancos que quedan con el 95% de las ganancias de ese billonario negocio.
Aún así se sigue repitiendo que Colombia es la mas vieja democracia de América Latina. Claro, regularmente hay elecciones, y como por encanto ellas cierran los ojos de la realidad.
Me han pedido de hacer un texto dirigido al presidente Iván Duque o a la «Comunidad internacional» sobre la actual represión (que se trasladó a las ciudades pues siempre se ha focalizado en el campo), pero no puedo. El motivo es simple: no logro mantener la sangre en su calor normal al escribir cuando conozco esa realidad y sus raíces (como tampoco puedo mantenerla ante las agresiones a Cuba, Venezuela o tantos otros países). Me queda imposible utilizar términos «socialmente aceptables».
Además, no es a esos politiqueros mafiosos y asesinos colombianos a quienes se debe dirigir cualquier protesta, pues ellos son simples mayordomos: es al presidente de Estados Unidos, por ser el primer y verdadero responsable. El es quien manda en Colombia.
Muchas gracias por habérmelo propuesto. Muchas gracias por lo que puedan hacer por ese pueblo que, a pesar de la terrible represión, incluida la económica, lucha cada día y de todas las formas. Ah, hablo del pueblo, pueblo, no de la mayoría pequeña burguesa en las ciudades, la que sólo de vez en cuando siente lo que es la violencia estatal, pero está lista para señalar los «desmanes» de la plebe.
Y para terminar les digo: la propuesta de reforma tributaria ha sido la gota que derramó al vaso. Esos millones de pobres, en un país inmensamente rico, ya no soporta más el tener que escoger entre muy poco o nada: tiene muy poquito a perder.
La ciudad que más se ha levantado enardecida y que la terrible represión y los crímenes de las fuerzas estatales quiere acallar, es Cali, al suroccidente del país. Para «calmar» las protestas han enviado contingentes enteros de militares, además de los miles ya existentes. El comandante del ejército en persona dirige los «operativos». Aunque sería raro, quizas han estudiado la historia del país y saben que en esa ciudad se dio el primer grito de independencia y empezó la guerra para expulsar a la corona España.
Esa fue la primera independencia…
Fuente: Blog del autor
Colombia. La presión de profesores, estudiantes y residentes colombianos en EE.UU impidió que Uribe participara en un foro en la Universidad de Nueva York
Resumen Latinoamericano, 6 de mayo de 2021.
“Es incongruente”: profesores y estudiantes rechazan conversatorio de Álvaro Uribe sobre sostenibilidad ambiental en la NYU
En una carta cientos de profesores, estudiantes y activistas rechazaron el evento de la Universidad de Nueva York que tiene como invitado al expresidente colombiano y aseguran que es una incongruencia.
Este miércoles, el expresidente Álvaro Uribe Vélez tenía previsto participar de un conversatorio virtual organizado por el NYU Brademas Center y la Universidad de Nueva York (NYU Washington, DC), invitación que no cayó muy bien entre académicos, que criticaron fuertemente el evento. Finalmente, por la presión de una carta de cientos de profesores y una movilización realizada por colombianxs residentes en EE.UU. Uribe se quedó sin hablar. En las puertas de la Universidad se volvió a escuchar la consigna que grita toda Colombia: «Uribe fascista, tú eres el terrorista» y «Uribe paraco, el pueblo está berraco».
Como reseña NYU en su portal web, el exmandatario compartirá su trayectoria e ideas sobre la búsqueda de seguridad ciudadana y ambiental en su país, la democracia más antigua de América Latina. Durante la conferencia se destacarán sus contribuciones sobre esas temáticas y programas innovadores enfocados en la sostenibilidad y en el sustento de familias como un medio para promover la democracia y la seguridad, así como ideas y perspectivas sobre el futuro de Colombia.
El problema radica en que este conversatorio se da en medio de unas fuertes protestas en Colombia, en las que Uribe ha sido sin duda un político protagónico de estas jornadas. Además, en la carta firmada por cientos de profesores, estudiantes y activistas de derechos humanos se expone que es una incongruencia que el exsenador hable sobre sostenibilidad ambiental y que además el evento “no privilegia el diálogo, ni el debate académico”.
“Nosotros como estudiantes, profesores, investigadores, activistas de derechos humanos, egresadas/os y ciudadanas/os colombianas/os y extranjeros expresamos a través de esta carta, nuestro inconformismo y rechazo a dicho evento. Para nosotros la participación del expresidente en un encuentro sobre sostenibilidad ambiental es una incongruencia, ya que no tiene en cuenta las consecuencias reales de las políticas implementadas durante su administración y las del actual presidente Duque, quien hace parte del Centro Democrático”, se lee en la misiva.
Este grupo de académicos argumentó que, “durante las dos administraciones del expresidente Uribe, y bajo su política de “seguridad democrática”, se impulsaron en Colombia múltiples proyectos extractivos que nada tuvieron de sustentables o positivos para el ambiente”.“Durante su gobierno familias y comunidades enteras fueron afectadas por la expansión de las industrias extractivas, aquellas fueron desplazadas de sus territorios y confinadas por el fortalecimiento de los actores armados. Estas familias y comunidades se vieron forzadas a desplazarse a centros urbanos y cabeceras municipales donde viven en condiciones de pobreza, con acceso limitado a servicios básicos y en menor proporción a la justicia y a la reparación”, aseguran los firmantes.
Señalan que en el gobierno Uribe, ecosistemas estratégicos del país se vieron afectados y degradados por las generosas exenciones tributarias que se otorgaron a las multinacionales para incentivar la explotación de recursos mineros en Colombia. “Durante su gobierno, la superficie de hectáreas con títulos mineros pasó de 1,13 millones a 8,53 millones, y entregó 7.869 títulos mineros. Gran parte de estas hectáreas estaban ubicadas en páramos y Parques Nacionales Naturales”, resaltan.
También lanzan críticas sobre el evento como tal, pues dicen que tiene como único panelista principal al expresidente Uribe, quien “contará su viaje para lograr la ciudadanía y la seguridad ambiental”.
“Consideramos que el expresidente cuenta con múltiples canales de participación para contar su mensaje y el foro universitario no debería ser un espacio que continúe privilegiando y haciendo eco a sus políticas depredadoras del medio ambiente y la paz en Colombia, dando además cabida a diálogos con un único punto de vista. Creemos que para que haya un diálogo respetuoso desde la academia, es necesario preservar el balance en la selección de los invitados a un panel”, sugieren los académicos.
Entre los firmantes están Franz Hensel (profesor de la Universidad del Rosario); Sinclair Thomson (profesor de Historia, New York University); Valeria Parra Gregory (profesora de la Universidad de los Andes); Marcela Velasco (profesora de Colorado State University); Alejandro Velasco (profesor de la New York University); Ana María Ferreira (profesora de la University of Indianapolis), entre otros maestros, pero también firman estudiantes, egresados y activistas sociales.
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