Redacción Central / Bolivia.- El 1 de febrero se iniciaron las clases en Bolivia, en su mayoría en la modalidad a distancia en las ciudades capitales e intermedias debido a la gran cantidad de casos activos de Covid-19 a consecuencia del rebrote.
Al respecto, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por su sigla en inglés) celebró el inicio de la gestión educativa 2021 en las diferentes modalidades que fueron aprobadas en el Sexto Encuentro Pedagógico, que son la modalidad presencial, semipresencial y a distancia, acorde a lo que establece la Resolución Ministerial 001/2021, denominada ‘2021 Año por la Recuperación del Derecho a la Educación’, emitida por el Ministerio de Educación.
“El retorno a clases es vital para el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes: continuar con sus aprendizajes, retornar a sus espacios de socialización con sus pares, volver a ver e interactuar con sus maestros y maestras, aspectos que coadyuvan integralmente en el desarrollo cognitivo, emocional y en el desarrollo de habilidades sociales”, se lee en una nota de prensa de esa institución.
La razón por la que se destaca el inicio de clases es porque en 2020 el gobierno de facto clausuró el año escolar desde agosto, lo cual fue perjudicial para el aprendizaje de los estudiantes, afectándolos en gran manera.
“Es destacable el trabajo emprendido por el Ministerio de Educación en la priorización de contenidos curriculares, la capacitación de docentes, la producción de materiales y el establecimiento de acuerdos con diferentes medios de comunicación televisiva y radial, así como el lanzamiento de la plataforma educativa Educa Bolivia”, continúa el texto.
El presidente Luis Arce inauguró el año escolar desde Tarija, en una unidad educativa del área rural, destacando que la educación es para todos.
Responsabilidad colectiva
Unicef, al igual que otras agencias de cooperación del Sistema de Naciones Unidas (SNU), frente a los grandes desafíos que supone continuar la educación durante la pandemia de Covid-19, mantiene firme el compromiso de coadyuvar con esta tarea, bajo el principio de que es central garantizar el retorno a la escuela de manera segura, planificada, gradual e inclusiva, sin discriminar a nadie ni exponer a los estudiantes y maestros o personal educativo a riesgos de salud.
Un estudio global de Unicef muestra que la educación presencial acompañada de medidas de bioseguridad, como el distanciamiento físico, uso de barbijo, lavado de manos y la ética en el estornudo y el control de temperatura, presenta una baja tasa de transmisión del Covid-19, en comparación con otros entornos donde el riesgo es mucho mayor, como por ejemplo los mercados, los bancos, reuniones masivas, entre otros. Una de las principales conclusiones del estudio global es que no se observa un patrón consistente entre la asistencia escolar y las tasas de infección por Covid-19.
Tres recomendaciones
Para el retorno seguro a clases Unicef recomienda primero la prevención, con la aplicación de protocolos de retorno seguro. Como segundo punto es la participación e involucramiento de padres, madres, cuidadores y educadores en la toma de decisiones.
La tercera es la adaptación, buscando nuevas formas pedagógicas para desarrollar los contenidos y promover los aprendizajes, generando un ambiente escolar estimulante, lúdico y abordando la realidad que vive cada niño o niña, con un énfasis en los vulnerables y con necesidades especiales.
La vuelta a clases presenciales o semipresenciales depende del informe del Ministerio de Salud sobre los casos de Covid-19, donde al evidenciarse una baja considerable los estudiantes podrán volver a las aulas.