Familia del ‘Mallku’ descarta autopsia y sus restos serán velados en El Alto

EL DEBER.- Santos, hijo de Felipe Quispe ‘El Mallku’, descartó este miércoles que se vaya a realizar una autopsia al cuerpo de su padre y anunció que sus restos serán velados desde esta mañana en un salón de eventos en la zona 16 de Julio, en la ciudad de El Alto.

Enfatizó que el dirigente campesino no falleció por Covid-19 sino por un paro cardiaco, ayer por la tarde, cuando lo visitó, tras haber inaugurado casas de campaña en localidades de la provincia Omasuyus del departamento de La Paz.

El hombre contó cómo se produjo el deceso. “De sorpresa llega a mi casa, de forma inesperada, me encuentra, le invito un plato de comida, estábamos conversando un rato y de repente se desmaya, es como un paro cardiaco fulminante, no pudimos hacer nada, me coloqué impotente y ya no se podía hacer nada”, afirmó.

La noticia se conoció anoche, en medio de versiones que atribuían la muerte a coronavirus e incertidumbre por conocer los detalles del trágico hecho. Sin embargo, luego la familia oficializó la pérdida del exdiputado. Ahora sus seres queridos lamentan que ninguna autoridad llamara para ofrecerles ayuda.

“Descartamos una autopsia, porque él me dijo que cuando muera no quería que nadie lo corte. Será velado en El Alto, estamos programando un local, ‘Felicidad’, detrás de ‘Odisea Lira’, a las ocho de la mañana ya estará el cuerpo ahí”, acotó el hijo en entrevista con Unitel.

Recalcó que el guerrillero del Ejército Guerrillero Tupac Katari (EGTK), dirigente campesino y jefe nacional del Movimiento Indígena Pachacuti (MIP) era una persona sana. “Él no tenía enfermedad, por eso hacía campaña, llegó a visitarme como para despedirse y se desvanece, hemos llamado a algunos médicos conocidos, pero ya no tenía los sentidos”, acotó.

Finalmente recalcó que el legado de Quispe “es despertar a la población, a la gente humilde, marginada, les ha abierto los ojos para que vean la realidad, siempre tuvo una lucha por una causa y él nunca se ha vendido”.

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Pero más allá de su figura como candidato, ‘El Mallku’, como era conocido por sus seguidores y allegados, se va con un espacio ganado en la historia de la Bolivia contemporánea y las luchas indígenas. 

El propio historiador y líder de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, se refiere a Quispe como una figura importantísima de nuestra historia reciente, emblema de la lucha por la inclusión, la igualdad y el reconocimiento pleno de los derechos de los indígenas de Bolivia. 

Nació en la comunidad aymara de Chilijaya, cantón de Ajilata Grande, en el municipio paceño de Achacachi, un 22 de agosto de 1942. Desde el Altiplano se convirtió en uno de los referentes de la lucha indígena y expresaba abiertamente que era contrario al colonialismo, los republicanos y los plurinacionales (el masismo, a quien en más de una ocasión calificó de oligárquico y corrupto).

El inicio de su militancia se remonta a los tiempos del Pacto Militar Campesino. Las milicias agrarias creadas con la Revolución de 1952 terminaron sirviendo como grupos de choque contra las reivindicaciones sindicales de los mineros.

Historiador, escritor, dirigente campesino y catedrático de universidad fueron algunas de sus facetas más sobresalientes, aunque esto se dio gracias a su labor política. Fue fundador del Movimiento Indígena Túpac Katari, en 1978, un capítulo de su vida que impulsó su carrera, pero el grupo se disolvió y tuvo que salir al exilio para después volver con “las armas”.

En su trayectoria llegó a ser dirigente de la Federación de Campesinos de La Paz. Fundó también el movimiento Ayllus Rojos, brazo político de sus bases en su tiempo más radical y que dio lugar al Ejército Guerrillero Túpac Katari (EGTK), el cual tenía las intenciones de luchar contra el Gobierno nacional a través de las armas. Ahí coincidió con el exvicepresidente Álvaro García Linera.

El EGTK llegó a ser desmantelado y ‘El Mallku’ cayó preso. Fue encarcelado durante cinco años y salió libre por falta de pruebas en su contra, según reseñan los texto de la época. Ese fue otro impulso.

Posterior a este episodio fue electo Secretario Sindical de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia. También, después de la cárcel, ingresó a la universidad para estudiar Historia. Escribió los libros: ‘Túpac Katari vuelve y vive carajo’, ‘El indio en escena’ y la obra inédita ‘Mi captura’.

Estos escenarios lo catapultaron para llegar a la Cámara de Diputados. Fue fundador del Movimiento Indígena Pachacutti (MIP) y fue candidato a la Presidencia en dos ocasiones (2002 y 2005), pero en este lapso también su figura resaltó por otros temas, entre ellos la salida del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) del Gobierno.

Fue uno de los impulsores de la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada de la Presidencia, ya que junto a movimientos obreros, sociales y campesinos fue protagonista de la revueltas que rechazaban la exportación de gas a países como Chile y EEUU, naciones que consideraba enemigas. Fue la llamada Guerra del Gas.

“La misión histórica de Felipe Quispe, en los años 2000 al 2002, fue el haber levantado el orgullo indígena en el campo y en la ciudad”, señaló Félix Patzi sobre el Mallku, en su tiempo como Ministro de Educación (hoy gobernador de La Paz).

En su momento, también dijo que no se sentía boliviano, sino que su nación era el Kollasuyo y en más de una ocasión se vio envuelto en polémicas por sus declaraciones en contra de sus adversarios ideológicos, incluido el MAS. 

En los últimos años se distanció de los principales ruedos de la política nacional, pero se declaró un formador de personas y nunca renunció a lo que él llamaba la lucha armada. Retornó a la arena como candidato a la Gobernación de La Paz por la agrupación Jallala, pero no pudo concretar su aspiración; su fallecimiento se lo impidió.

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