Por ejemplo, el 13 de julio, Juan Carlos Ch. falleció en las calles de Cochabamba luego de ser rechazado en siete centros médicos, su familia intentó sepultarlo pero tres cementerios rechazaron encargarse del sepelio ante la demanda de tumbas y el exceso de cadáveres.
Desde el 10 de marzo hasta el 8 de noviembre de 2020, se confirmaron 142.475 casos de coronavirus en Bolivia en los 9 departamentos del país y hubo 8.795 decesos.
Sin embargo, muchas instituciones pusieron en entredicho el número real de muertes en Bolivia porque superaba a casi cinco veces mayor que la cifra oficial. El entonces director nacional de Epidemiología, Virgilio Prieto, admitió un subregistro de muertos por el COVID-19.
Los picos más altos de la pandemia registraron un alto índice de enfermos. El 18 de julio se presentaron 2.036 casos y el 19 de agosto se presentaron 2.031 casos.
Pero el régimen de Añez no solo se caracterizó por su negligencia en los casos de coronavirus, sino también por la corrupción en la compra de equipos. La Comisión Especial del Legislativo investigó los casos Respiradores I, vinculado a la denuncia de adquisición de 170 respiradores españoles con sobreprecio; Respiradores II, relacionado a la compra de 324 equipos chinos con fallas y otros casos.
Por los respiradores españoles se pagaron $us 27.683 cuando su costo por unidad era de $us 8.000. Fueron fabricados por la empresa Respira y comprados a través de la intermediaria IME Consulting Global Services S.L.
Los respiradores chinos costaron $us 35.858 cada unidad, pero el precio de fábrica fue de $us 18.500, debido a que se recurrió a una empresa intermediaria.
Los 324 equipos tenían problemas técnicos y fueron distribuidos a los hospitales.
El anterior gobierno también se vio involucrado en un hecho escandaloso en la compra de test PCR para coronavirus. Un laboratorio uruguayo, sin intermediarios, ofreció un precio de Bs 22,8 millones por las 672.000 pruebas pero el Gobierno adjudicó la compra a una empresa china por Bs 47,3 millones.
En tanto, en la segunda ola del coronavirus se registran los siguientes datos: el 1 de enero se presentaron 861 casos y el gobierno firmó un acuerdo para la compra de 5,2 millones de vacunas rusas Sputnik V y se negocia con otras empresas de mayores dosis para inmunizar a todos los bolivianos.
Al respecto, el viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva, afirmó este domingo que la expresidenta de facto Jeanine Añez no tiene ninguna moral para hablar sobre la pandemia del COVID-19, porque su gobierno se regodeó con la corrupción y no hizo nada para proteger a la población de esta enfermedad.
“Añez y sus colaboradores no hicieron absolutamente nada para luchar contra el coronavirus y eso lo podemos demostrar con documentos. Añez debería estar callada y debería pensar como coadyuvar en los procesos de investigación que se realizarán de los 24 hechos de corrupción en los que está involucrada”, señaló la autoridad.
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