El gobierno de facto de Añez, en 11 meses, saqueó y dejó vacías las arcas del Estado

La Paz, (ABI).- El Gobierno boliviano realizó este lunes un informe sobre su primer mes de gestión y aseguró que comenzó a desmontar el andamiaje neoliberal que dejó en “quiebra” al Estado, producto del “saqueo” y la mala administración durante el régimen de Jeanine Áñez.

En conferencia de prensa, la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, aseguró que se encontró un Estado “quebrado”, que atraviesa una de las crisis económicas más profundas de su historia, con un déficit fiscal que supera al del periodo de la hiperinflación de los 80, producto de las malas decisiones que se asumieron durante el último año.

“Hemos encontrado un estado quebrado, lamentablemente se repitió la historia neoliberal del saqueo de nuestra amada Bolivia. Ya iniciamos el desmontaje del andamiaje neoliberal que estaba al servicio de muy pocos y estamos reconstruyendo los cimientos del modelo económico, social, comunitario, productivo boliviano, al servicio de millones”, remarcó Prada.

Aseguró que, producto del manejo irresponsable de las finanzas, el gobierno del presidente Luis Arce recibió un país con una liquidez de solo 3.000 millones de bolivianos, pero con 1.500 millones de bolivianos en deuda “flotante”, es decir que se debe pagar hasta antes de fin de año.

“Lo que significa que se dejó al Tesoro General de la Nación en estado de iliquidez para afrontar las obligaciones hasta el final de la gestión”, sostuvo.

El último año -agregó- la recaudación tributaria y aduanera descendió de 47.865 millones de bolivianos, en octubre de 2019, a 34.838 millones de bolivianos a octubre de 2020, “resultado de una gestión ineficiente”.

La inversión pública, que fue el corazón del modelo económico, social, comunitario, productivo se contrajo en un 66%, “paralizando la actividad económica del país”, dijo.

“Esto implica cientos de proyectos de inversión pública paralizados, cientos de obras sin concluir, miles de empleos que se quitaron en un momento de crisis de necesidad y hambre”, lamentó.

Así, señaló que el desempleo subió de 4,8% a 8,7% el último año, lo que es alarmante y se evidencia en las calles.

No obstante, aseguró que el Gobierno nacional ya puso en marcha las promesas que hizo durante la campaña, como el pago del Bono Contra el Hambre, cuyo objetivo es dinamizar la demanda interna, que es el principal motor de la economía.

También afirmó que se aplicaron medidas para el refinanciamiento de los pagos de cuota diferidos en el sistema financiero nacional y se reestablecieron los pisos mínimos de las tasas de interés para los créditos productivos y de vivienda social.

Además, indicó que ya se envió a la Asamblea Legislativa Plurinacional el proyecto de ley del impuesto a las grandes fortunas, que solo alcanza a las personas con más de 30 millones de bolivianos de patrimonio, que en Bolivia son alrededor de 150.

Asimismo, dijo que se encuentra en proceso de revisión la totalidad de donaciones recibidas por el Estado durante el régimen de Áñez, a objeto de transparentar a la población boliviana el destino de esos recursos.

“Se retomó el control de nuestras empresas públicas”, enfatizó. Señaló que el objetivo de la gestión de Áñez era quebrarlas para luego privatizarlas, como acostumbra el modelo neoliberal.