Las Fuerzas Armadas de Bolivia, otra vez golpistas

Por Esteban Ticona / LA RAZON.- Quienes vivimos los dramáticos días del golpe de Estado atípico, recordarán que en noviembre de 2019, Luis Fernando Camacho, expresidente del Comité Cívico de Santa Cruz, con amenazas y promesas declaraba públicamente que su padre José Luis Camacho: “Fue…, quien cerró con los militares, para que no salgan; por esa razón, la persona que fue a hablar con ellos y a coordinar todo fue Fernando López, actual Ministro de Defensa. Por eso él está de ministro, para cumplirle los compromisos”. ¿Qué compromiso se acordó? ¿Que sean parte activa de los golpistas? Alguna investigación tendrá que esclarecernos.

Se sabe que corrió mucho dinero en esos días luctuosos de noviembre, incluso se denunció que Jeanine Áñez habría recibido una fuerte suma de dinero por asumir la presidencia, lo que no fue desmentido por la expresidenta de facto. Hoy se sabe públicamente que todos los bloqueos de los “pititas”, las plataformas, el Conade, comités cívicos, resistencias en el país fueron financiados por capitalistas-empresarios, como Luis Fernando Camacho, por políticos de oposición y gente vinculada con la extrema derecha racista que no estaban dispuestos a tolerar que el indio Evo Morales siga gobernándonos.

Otra pregunta sobre lo acontecido: ¿Podemos seguir confiando en las Fuerzas Armadas que no tuvieron escrúpulo de violar la Constitución Política del Estado Plurinacional? La CPE en su artículo 244 dice: “Las Fuerzas Armadas tienen por misión fundamental defender y conservar la independencia, seguridad, y estabilidad del Estado, su honor y la soberanía del país; asegurar el imperio de la Constitución, garantizar la estabilidad del Gobierno legalmente constituido…” Esto es lo que no han cumplido y más bien “sugirieron que renuncie” el presidente Evo Morales. Otra duda: ¿Las Fuerzas Armadas fueron capaces de humillarse por un puñado de dinero a los golpistas?

Recuerdo que en muchas ocasiones se cuestionó desde la ciudadanía el fuerte apoyo a las Fuerzas Armadas por parte del gobierno de Morales. Por ejemplo, que se jubilen con el 100% de su salario, que les capaciten en varios programas de educación para que cumplan con la verdadera misión de defender y conservar la soberanía del país, que democraticen la formación de los oficiales con el ingreso de jóvenes de origen ancestral a las universidades militares del país. A propósito: ¿Qué paso con los jóvenes oficiales indígenas?

Hay que recordar al Comando Antiimperialista General Juan José Torres, creado en 2015 en Santa Rosa del Paquío del municipio de Warnes de Santa Cruz, con el reto de formar académicamente a los oficiales para la mejor defensa de la soberanía y dignidad del país. Temas como la geopolítica internacional, el peligro del imperialismo, la defensa de los recursos naturales y la nueva doctrina militar boliviana, fueron objeto de estudio. El propósito fue que los militares no sean más subordinados con burdas imitaciones a estrategias militares coloniales. Después del golpe de Estado, los reaccionarios antipatrias instalaron otro comando proimperialista para seguir sometidos a las aspiraciones capitalistas e imperialistas.

¿Qué paso con los jefes del Comando Antiimperialista? ¿Qué sucedió con los oficiales que estudiaron en ese Comando, el diario del Tambor Vargas, aquel guerrillero mestizo que se indianizó en la republiqueta de Ayopaya y que luchó 14 años contra los españoles? ¿Fue puro teatro o nunca quisieron entender que este es un país que se tiene que construir bajo nuestras fuerzas históricas y con pensamiento propio?

El golpe de Estado nos hace ver a las Fuerzas Armadas muy conservadoras y reaccionarias. Urge pensar en su futuro. ¿Para qué tenerlos si siguen con el espíritu golpista? Si van a seguir desobedeciendo los mandatos de la CPE es mejor que no haya Fuerzas Armadas y el dinero que se gasta vaya a la educación, a la salud, a la cultura, que tanto necesitan. Urge también el enjuiciamiento a los civiles, incluidos a los militares de reserva, porque fueron parte activa del golpe de Estado, que solo nos ocasionó pérdidas humanas, heridos y desangramiento social.

Pallapalla jaqinakaxa, jiwasanakarukiwa jaqsuñ munaskistu. Q’aranakampi, mistinakampi mayachasisawa jilata Evor jaqsuwayapxi, ¿janicha ukhamaxa?

*es aymara, boliviano, sociólogo y antropólogo

https://www.la-razon.com/voces/2020/11/29/las-fuerzas-armadas-de-bolivia-otra-vez-golpistas/