RADIO CAPUT.- En diálogo con Nora Lafón y Gustavo Cano, la historiadora y periodistaa argentina Stella Calloni comentó que en su nuevo libro sobre el golpe de Estado en Bolivia hizo una sistematización sobre los hechos ocurridos en Bolivia hace casi un año que está unido a «documentos de los portales más serios de Estados Unidos que publican adelantos».
Calloni explicó que articuló esa documentación para «saber de dónde viene el golpe que ya se sabe que es de Estados Unidos«, y el rol que jugó la Organización de Estados Americanos, «que empieza el golpe en el momento en que aparece» esa entidad.
La periodista recordó que en aquel momento «se quemaron 4 centros de votación en lugares donde Evo ganaba siempre con un 80 por ciento», y afirmó que se puso en evidencia «la doble moral de los europeos que siguen siendo dependientes de Estados Unidos».
Sobre el entramado del golpe, Stella detalló que una de las primeras denuncias que baja de Estados Unidos es que «la Agencia Federal de Inteligencia tenía un representante que estaba en la embajada argentina en Bolivia y trabajaba con la CIA» y señaló que «fueron los encargados de repartir el dinero a los golpistas».
(En noviembre de 2019, época del Golpe, el embajador de Argentina en Bolivia fue Normando Alvarez, mano derecha del gobernador de Jujuy Gerardo Morales y nombrado por el presidente derechista Mauricio Macri)
Stella Calloni explicó que hubo en el golpe contra Evo Morales hubo «maniobras conjuntas conjuntas de Chile, Argentina y el comando sur».
Además señaló que el gobernador de Jujuy está comprometido porque se sabe que de Jujuy salió dinero, tropas especiales, muchas que cruzaron la frontera, y afirmó que «el involucramiento de Mauricio Macri y Sebastián Piñera es total«.
En la primera foto: Gerardo Morales, gobernador de Jujuy. En la segunda: Gobernador Morales y el entonces embajador de Argentina, durante el gobierno de Mauricio Macri, el jujeño Normando Alvarez García.
Por último, Stella Calloni expresó que la historia de Bolivia es «extraordinaria y única» y aunque ahora todo el mundo festeja «hay que tener en claro que festejamos a ese heroico pueblo boliviano que se jugó desde el primer día, con una vanguardia indígeno campesina con una conciencia que defiende sus derechos».
AUDIO DE LA ENTREVISTA A LA HISTORIADORA Y PERIODISTA STELLA CALLONI, AQUI:
PUBLICADO EL 11 DE NOVIEMBRE DE 2019
Del riñón de Gerardo Morales: el historial del embajador que niega el golpe de Estado en Bolivia
Se llama Normando Álvarez García y antes de ser embajador, fue diputado nacional y provincial en Jujuy por la UCR, también presidente del concejo deliberante de la capital. De los más allegados al gobernador Gerardo Morales.
Normando Alvarez García es embajador de Argentina en Bolivia desde el año 2015, pero se hizo más conocido en estas últimas horas al afirmar en un medio radial nacional, que en Bolivia no hay un golpe militar, como también lo afirmó Cancillería Argentina. Además comparó el golpe con la caída de De la Rúa en la argentina en diciembre del 2001.
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El embajador que recibió numerosos y diversos cuestionamientos antes sus dichos, es oriundo de Jujuy, reconocido dirigente de la UCR, integrante de la alianza Cambiemos. Alvarez García, más conocido en la provincia como “el Chiqui” es muy allegado al actual gobernador Gerardo Morales, y fue quien lo propuso ante el presidente Macri para cumplir esa función en Bolivia.
En 1983 fue concejal de la capital jujeña, posteriormente diputado provincial y diputado nacional. Antes de asumir como embajador se desempañaba como asesor del presidente del Concejo Deliberante de San Salvador de Jujuy, el actual ministro de Hacienda, Carlos Sadir.
Como canciller fue quien defendió la política del gobierno provincial de avanzar con el cobro en el sistema público de salud a los extranjeros en Jujuy, y convalidó la cuestionada ley migratoria modificada por el macrismo.
Mientras el “Chiqui” Alvarez García habla y justifica el accionar golpista de la derecha en Bolivia y en la región, e incluso lo iguala a la rebelión popular del año 2001 en la Argentina, que dejó decenas de muertos por la represión estatal llevada adelante por De La Rúa y que produjo su renuncia, Gerardo Morales prefiere elegir el silencio y hacer como si no pasara nada.
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